La v¨ªctima es Abel Mart¨ªnez
Una meditaci¨®n sobre lo ocurrido en el instituto Joan Fuster a partir de los escritos period¨ªsticos de Ram¨®n Ac¨ªn
Esta tarde, en el Ateneu Barcelon¨¨s, presentamos Ram¨®n Ac¨ªn toma la palabra, reuni¨®n y contexto de los art¨ªculos period¨ªsticos entre 1913 y 1936 de este polifac¨¦tico autor. Ram¨®n Ac¨ªn: maestro y artista libertario ejecutado en las tapias del cementerio de Huesca a las dos semanas de la guerra. ?De qu¨¦ escribir¨ªa hoy Ac¨ªn?, me pregunto al menos dos o tres veces por semana. Variado, comprometido y curioso, la pedagog¨ªa y la historia eran su eje, el hilo rojo que m¨¢s lo guiaba. ?Qu¨¦ nos dir¨ªa, de la muerte del profesor de ciencias sociales Abel Mart¨ªnez Oliva en tiempos de colapso de los dineros p¨²blicos?
Les hablo primero del libro y de Ac¨ªn. De edici¨®n a cargo de Carlos Mas y Emilio Casanova para la editorial Debate, se lo vale. Lo he seguido en segundo plano como patrona de la Fundaci¨®n Ram¨®n y Katia Ac¨ªn, que ha llevado adelante el trabajo de reunir y contextualizar los escritos de Ac¨ªn y de prepararles una edici¨®n rigurosa, ¨²til y preciosa de consultar, hasta encontrar la complicidad editora para hacerlo llegar a los lectores. Me siento agradecida y ligada a la obra y la persona de Ac¨ªn desde que en la Biblioteca Ar¨²s de Barcelona empec¨¦ a saber quien era ¡°este raro Ram¨®n Ac¨ªn¡± (as¨ª le llamaba el otro Ram¨®n, G¨®mez de la Serna) cuando servidora investigaba la historia del rodaje de Tierra sin pan de Bu?uel (1933), que cont¨® con la participaci¨®n decisiva de Ac¨ªn en la producci¨®n y en el gui¨®n.
Su periodismo: agudo, o¨ªdo fino, ingenio, humor, bondad, s¨¢tira, impermeable a la doctrina, anarquista blanco, pluma hacendosa en tantos diarios y revistas radicales y conservadores como pudo, ojos que miran y lo cuentan, ligereza, sentido del presente que todo tiempo incluye y es sobre todo ahora y aqu¨ª.
Ahora y aqu¨ª, la muerte del maestro Abel Mart¨ªnez Oliva lo habr¨ªa revuelto. De qu¨¦ manera habr¨ªa removido su ¨¢giles, m¨²ltiples y precisas antenas. Como habr¨ªa inquietado las no menos ¨¢giles, m¨²ltiples y precisas antenas de Joan Fuster, el sabio valenciano que ha dado nombre al instituto de la barcelonesa calle de Navas. Figura que aquella ma?ana del 20 de abril en el instituto Joan Fuster nos removi¨® a todos, pero hay momentos que m¨¢s bien parece que nos anestesi¨®. No puedo imaginarme en cambio ni anestesiados ni callados a los esp¨ªritus de Ram¨®n Ac¨ªn y de Joan Fuster. ?Ac¨ªn y Fuster callados? Poco plausible.
No despert¨¦ de la anestesia hasta unos d¨ªas despu¨¦s, cuando mi amiga Gl¨°ria, veterana profesora de instituto, me hizo examinar a fondo las palabras de la consellera Rigau al d¨ªa siguiente de los hechos, que condenso: la v¨ªctima es el ni?o, la ¨²nica v¨ªctima; cierto que tenemos un difunto y unos heridos, pero la sola v¨ªctima es el ni?o.
El d¨ªa anterior, le coment¨¦ a Gl¨°ria, me hab¨ªa llamado la atenci¨®n un buen debate conducido por Helena Garc¨ªa Melero en Els Matins de TV3 sobre lo mismo, pero de forma indirecta, sin decir que lo dirig¨ªan a la consellera y su determinaci¨®n sobre qui¨¦n es la v¨ªctima. Ahora lo entend¨ªa, lo pillaba, el subtexto, lo que se dice entre l¨ªneas, y entre frases, cuando no puedes hablar claro: la periodista y el programa lo quer¨ªan decir y lo dijeron. La v¨ªctima es el maestro Abel Mart¨ªnez Oliva, incinerado en Lleida mientras Catalunya celebraba ufana el fiest¨®n de Sant Jordi.
Unos d¨ªas despu¨¦s, la cosa sigue m¨¢s o menos igual aunque un poquito distinta. Ayer, homenaje de sus compa?eros al maestro en Lleida y el juez que archiva el caso. Sigue igual que la Generalitat no dedica una esquela p¨²blica a Abel Mart¨ªnez Oliva. De distinto hay, para compensar, la resoluci¨®n del 28 de abril: ¡°El Govern acuerda impulsar la C¨¤tedra Abel Mart¨ªnez Oliva en la Universitat de Lleida¡±, argumentada as¨ª: ¡°Con este acuerdo, el departament d¡¯Economia i Coneixement, Ensenyament i Salut colaborar¨¢n con la universidad leridana para potenciar la investigaci¨®n y la formaci¨®n en este ¨¢mbito. La decisi¨®n se ha tomado a ra¨ªz de los hechos sucedidos la semana pasada y para mantener viva la memoria del maestro difunto¡±. El maestro difunto. Los hechos sucedidos. La semana pasada.
Este acuerdo se public¨® la ma?ana siguiente de la apertura en Change de una petici¨®n de firmas para acompa?ar una carta abierta al Gobierno de Espa?a y tres ministerios, que pide: ¡°Un reconocimiento a Abel Mart¨ªnez Oliva, profesor asesinado ejerciendo la docencia en Barcelona¡±. La redact¨® e inici¨® el profesor Jos¨¦ Fern¨¢ndez Gonz¨¢lez, el lunes 27. Mientras escribo estas l¨ªneas tiene unas 102.000 firmas, cuando usted las lea quiz¨¢ tenga las 150.000 que pide.
El planteo de la petici¨®n: ¡°La pasada semana un estudiante de 13 a?os entr¨® armado a su instituto, hiri¨® a cuatro personas y acab¨® con la vida de Abel Mart¨ªnez Oliva, un joven profesor sustituto que al o¨ªr los gritos en la clase de al lado, acudi¨® a auxiliar a quien lo necesitara¡±. Se piden reconocimientos expl¨ªcitos.
Ram¨®n Ac¨ªn y Joan Fuster se agitan en la tumba, repetir¨ªa si quisiera apelar a la consciencia civilizada. Pero no la apelo. Ser civilizado implica quiz¨¢ examinar a fondo y escuchar la memoria l¨²cida del buen maestro Abel Mart¨ªnez Oliva.
Merc¨¨ Ibarz es escritora y profesora de la UPF.
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