Desarticulada una banda que trat¨® de comprar un ri?¨®n a un inmigrante

Donar un ¨®rgano en vida en un hospital p¨²blico espa?ol es un proceso largo y sometido a estrechos controles. La legislaci¨®n obliga a garantizar que la donaci¨®n sea desinteresada y no busque ning¨²n beneficio econ¨®mico. Incluso si el donante es un familiar del enfermo ¨Cmadre, padre, hermanos¡­- la ley exige pasar por un comit¨¦ de ¨¦tica y por la aprobaci¨®n final de un juez. M¨¢s temprano que tarde, los controles habituales habr¨ªan frustrado el intento de compra de un ri?¨®n por 6.000 euros en Tarragona. En este caso, el proceso hab¨ªa avanzado hasta las pruebas m¨¦dicas en el hospital. Donante y receptor eran compatibles.

El enfermo, de unos 30 a?os y nacionalidad serbia, hijo del presunto cabecilla de una organizaci¨®n criminal internacional, padec¨ªa una insuficiencia renal que le obligaba a someterse a di¨¢lisis en el hospital de Tarragona. Cuando encontr¨® un donante, acudi¨® con ¨¦l a su hospital de referencia para un trasplante, el hospital de Bellvitge, en Barcelona. El donante era de nacionalidad marroqu¨ª y estaba en situaci¨®n irregular en Espa?a. Seg¨²n el protocolo, antes de autorizar la donaci¨®n, se inician los estudios m¨¦dicos para descartar enfermedades y comprobar la compatibilidad: an¨¢lisis de sangre, radiograf¨ªas, exploraci¨®n f¨ªsica¡­

La Polic¨ªa supo del intento de compra del ri?¨®n por escuchas durante la investigaci¨®n de las actividades criminales de la red y alert¨® a la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT). Para cuando intervino, el trasplante a¨²n estaba lejos de completarse. El equipo m¨¦dico hab¨ªa pedido al receptor alguna prueba documental de su relaci¨®n de amistad con el donante. Ese documento nunca lleg¨® a la consulta. ¡°Si hay dudas razonables, se pide que se constate el v¨ªnculo entre donante y receptor¡±, explica Rafael Matesanz, director de la ONT.

Matesanz relata c¨®mo, en intentos previos de compra de ¨®rganos, lo que suele ocurrir es que el receptor presenta al donante como un amigo de muchos a?os que ha decidido voluntariamente donarle un ri?¨®n. Cuando no se trata de un familiar, ni siquiera de una persona del mismo pa¨ªs, se levantan sospechas. As¨ª ocurri¨® en el ¨²nico caso conocido en Espa?a de venta de ¨®rgano hasta ahora, el de un rico liban¨¦s que intent¨® comprar parte del h¨ªgado de varios inmigrantes. El coordinador de trasplantes desconfi¨® cuando le presentaron al donante como el novio de la sobrina del receptor.