La Xunta acata el fallo que obliga a tirar una obra de Telmo Mart¨ªn

Telmo Mart¨ªn tendr¨¢ que luchar solo contra la justicia. El t¨¢ndem formado por el Gobierno gallego y el exalcalde de Sanxenxo, candidato del PP a un nuevo mandato en las elecciones de este domingo, se ha roto del lado de la Xunta, que ha acatado la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que obliga a demoler parte de un edificio de seis plantas en pleno paseo de Silgar, en Sanxenxo. La obra declarada ilegal fue promovida hace 12 a?os por Construcuatro, de la que el entonces regidor pose¨ªa el 33% del capital.

Los gobiernos de Manuel Fraga y de Alberto N¨²?ez Feij¨®o fueron siempre de la mano de Construcuatro en este proyecto, que no respeta la distancia m¨ªnima de 20 metros con la playa, un dato que el TSXG consider¨® ¡°incontrovertible¡±. As¨ª, el conselleiro de Pesca en 2005, Enrique L¨®pez Veiga ¨Cpese a carecer de competencias al respecto-, y el Consello de la Xunta en 2011 decidieron archivar el expediente y condonar a la empresa una multa de tres millones de euros. El ejecutivo de Feij¨®o lleg¨® al alto tribunal gallego en defensa de su gesti¨®n y de la del exalcalde del PP, pero esta vez ha renunciado a su derecho a recurrir en casaci¨®n ante el Tribunal Supremo y deja el asunto en manos de la empresa infractora.

Al acatar la sentencia, la Xunta asume la condena a dictar de forma inmediata una orden de reposici¨®n de la legalidad, con un plazo para el promotor de un mes para llevarla a cabo y con apercibimiento de ejecuci¨®n Formosa en caso de no llevarse a cabo. La sentencia obliga a demoler las partes del edificio que, tanto en suelo como en vuelos, invaden la zona de servidumbre de protecci¨®n del dominio p¨²blico mar¨ªtimo-terrestre.

En su fallo del pasado marzo, el TSXG enmend¨® tanto a la Xunta como a la Demarcaci¨®n de Costas, que tambi¨¦n se puso del lado de Construcuatro al asumir, por encargo de L¨®pez Veiga, que el error era del organismo estatal, al haber enviado al Ayuntamiento de Sanxenxo un plano que fijaba la l¨ªnea de protecci¨®n en 19 metros. La redactora del informe de Costas es Cristina Curbera, cuyo chal¨¦ en Sanxenxo tambi¨¦n invad¨ªa la l¨ªnea de protecci¨®n del litoral hasta que el gobierno de Telmo Mart¨ªn recalific¨® su finca.

Telmo Mart¨ªn es propietario de una de las viviendas m¨¢s lujosas del c¨¦ntrico edificio y de dos terrazas que carecen de licencia de primera ocupaci¨®n. Tras la renuncia de la Xunta a presentar recurso, la lucha contra el derribo queda en manos de Construcuatro -empresa de la que Mart¨ªn vendi¨® su 33% de participaci¨®n en 2011 a su mujer- y de la comunidad de propietarios, representada por un exdirector general de Urbanismo de la Xunta, Jos¨¦ Cudeiro Mazaira.

La sentencia que recurren la promotora y los vecinos levant¨® la sanci¨®n de tres millones de euros que pesaba inicialmente sobre Construcuatro por considerar los indicios insuficientes para imponer la sanci¨®n, aunque no dejaba de expresar su extra?eza por la ignorancia de Mart¨ªn respecto a la irregularidad cometida. Y ante la divergencia de planos en la que se sustanci¨® la defensa de Construcuatro y al Xunta, sostuvo que por encima de estos se encuentra ¡°la realidad f¨ªsica¡±.

Tambi¨¦n detect¨® el Tribunal Superior ¡°errores de bulto¡± y ¡°actuaciones que no son de la diligencia esperada o ponen en entredicho la coordinaci¨®n entre administraciones¡±, al tiempo que criticaba a la Xunta por no percibir ¡°la necesidad de hacer comprobaciones hasta que se present¨® una denuncia¡±. El tribunal reconoce que no tiene pruebas, pero s¨ª sospechas, de que la empresa sab¨ªa que estaba infringiendo la ley.

Cristina Paz-Curbera es desde abril de 2012 jefa de la Demarcaci¨®n de Costas, cargo que ya ocup¨® entre 2005 y 2007. Cuando emiti¨® su controvertido informe como t¨¦cnica de la Demarcaci¨®n ya hab¨ªa construido su pol¨¦mico chal¨¦ sobre suelo no urbanizable. Pero Mart¨ªn lo recalific¨® en 2003 y desplaz¨® el l¨ªmite de protecci¨®n mar¨ªtima hasta justo delante de la fachada de la casa. En 2012 se refiri¨® a la sanci¨®n al ¡°pobre Telmo¡± por las irregularidades en Silgar como una ¡°canallada¡±.