¡°Garz¨®n ha hundido IU de Madrid por estrategia¡±
El escritor y candidato reprocha a compa?eros suyos, como Alberto Garz¨®n, la falta de respeto a la federaci¨®n madrile?a
Luis Garc¨ªa Montero, poeta, militante de Izquierda Unida desde 1986, fracas¨® en su intento de llegar como diputado a la Comunidad de Madrid, en medio de una campa?a que ¨¦l hizo tranquila pero que alrededor recibi¨® de lleno las turbulencias de Izquierda Unida. En esta entrevista explica c¨®mo se siente ahora y c¨®mo se sinti¨®. Reprocha a compa?eros suyos, como Alberto Garz¨®n, la falta de respeto a la federaci¨®n madrile?a; y a Podemos lo acusa de no querer de veras la convergencia. Acaba de publicar su Poes¨ªa completa, en Tusquets. Con ella el poeta, nacido en Granada en 1958, va a la Feria del Libro de Madrid. Por dentro va tambi¨¦n con la decepci¨®n de haber perdido.
Pregunta. ?Qu¨¦ fue lo peor?
¡°Me ha afectado la incomprensi¨®n de la realidad por parte de IU¡±
Respuesta. Desde luego no perder; cuando acept¨¦ la proposici¨®n sab¨ªa que la situaci¨®n era extrema, si no no se hubiese recurrido a mi. Y me acord¨¦ de unas palabras de ?ngel Gonz¨¢lez: ¡°Aprender a asumir la derrota para no darnos por perdido¡±. Pero s¨ª te confieso que ha habido cosas que me han sorprendido y me han entristecido.
P. ?Como cu¨¢les?
¡°En el sur la formaci¨®n est¨¢ muy alejada de la realidad¡±
R. Dos fundamentalmente: primero, la situaci¨®n de Izquierda Unida en algunos lugares de la Comunidad, sobre todo en la zona sur. Una organizaci¨®n muy acomodada a viejas pr¨¢cticas, sin renovaci¨®n; la not¨¦ muy alejada de la realidad de sus ciudades y de sus pueblos. Y despu¨¦s, el modo en el que una parte de la direcci¨®n federal ha utilizado esta campa?a electoral como parte de sus conflictos internos.
P. ?Se refiere a Alberto Garz¨®n?
R. Bueno: me refiero a Alberto y a una parte del Partido Comunista que ha preferido hundir Madrid para seguir una estrategia de pol¨ªtica interna. Creo que es la primera vez en la historia de una democracia en la que los dirigentes de un partido piden a la ciudadan¨ªa que no voten a su partido. Pero ser¨ªa un error centrar la culpa en esta guerra interna.
P. ?De qui¨¦n es la culpa entonces?
¡°No hubo convergencia porque Podemos no quiso¡±
R. Una parte importante la asumo yo como candidato. La gente no me ha votado a mi. Y otra parte tiene que ver con la situaci¨®n de IU en Madrid. Deber¨ªamos hacer un esfuerzo para que cada cual buscase sus propios errores en vez de justificarse en la actitud de los contrarios.
P. ?Cu¨¢les fueron sus errores, Garc¨ªa Montero?
R. Pens¨¦ que pod¨ªa ayudar y quiz¨¢ calcul¨¦ mal mis posibilidades en el ¨¢mbito de lo interno y de lo externo; mucha gente me dice que he hecho una buena campa?a, pero yo me quedo con una reflexi¨®n sobre la vanidad: yo ten¨ªa muy claro que estaba lejos de una vanidad que tuviera que ver con las ganas de cargos o de poder o de ambiciones pol¨ªticas. Pero hay vanidades de otro tipo. Como las de creer que uno tiene fuerzas para ayudar a solucionar determinadas situaciones. En mis intereses pol¨ªticos s¨¦ que navego contra corriente. Yo me siento de izquierdas por tres cosas: uno, no creo en el fin de las ideolog¨ªas, porque el fin de las ideolog¨ªas supone asumir la tecnocracia. Dos: creo m¨¢s en el debate de valores que en las regeneraciones biol¨®gicas. Me parece peligroso renunciar a la conciencia hist¨®rica y a la memoria en un debate entre j¨®venes y viejos. Y tres: considero que la palabra libertad tiene una dimensi¨®n social, no identificada con los diversos tipos de individualismo. Creo en la importancia de las organizaciones colectivas. Esos valores significaban remar a contracorriente.
P. ?Por qu¨¦?
¡°Le pido a Alberto?Garz¨®n que no?fuerce la desafecci¨®n?de Madrid¡±
R. Porque la cultura neoliberal se ha impuesto entre los que quieren cuestionarla.
P. ?Puede explicar eso mejor, con nombres incluidos?
R. Bueno, en el debate pol¨ªtico hoy funciona la idea de no ser ni de derechas ni de izquierdas, la idea de que los j¨®venes debe sustituir a la casta de los viejos y la puesta en duda de las ilusiones colectivas en una cultura de tipo improvisado, de reacciones populistas. El momento pol¨ªtico espa?ol est¨¢ protagonizado por unas clases medias indignadas por haber perdido capacidad de consumo durante la crisis. Es dif¨ªcil hacer una reflexi¨®n que introduzca temas tradicionales de la izquierda como el conflicto laboral.
P. Toda esta crisis arranca de antes de que usted se presentara. ?No previ¨® las consecuencias?
R. S¨ª, claro que las prev¨ª. Dije desde el principio que dec¨ªa que s¨ª por conciencia de extrema dificultad, que era la misma conciencia que hab¨ªa llevado a la organizaci¨®n a recurrir a una persona como yo. Yo dije que s¨ª porque milito en IU desde 1986, y soy leal a mis responsabilidades, me adapto mal al tiempo de lo l¨ªquido y de la falta de compromiso. M¨¢s que no salir elegido me ha afectado la incomprensi¨®n de la realidad por parte de IU. Por ejemplo, los debates producidos despu¨¦s de las elecciones vuelven a repetir las discusiones que hab¨ªa antes, como si no hubi¨¦ramos aprendido ninguna lecci¨®n.
P. ?Qu¨¦ discusiones?
R. Por ejemplo: El sector que representa Alberto Garz¨®n est¨¢ pidiendo la dimisi¨®n de Cayo Lara y disolver la federaci¨®n de IU en Madrid. Mi perplejidad durante las elecciones fue que no se diesen cuenta que para llevar a cabo el proyecto de transformaci¨®n que procuran era importante, casi decisivo, que Madrid tuviese un buen resultado. Ahora, despu¨¦s de las elecciones, vuelve a plantearse la guerra en vez de intentar buscar la unidad asumiendo y olvidando las culpas de la situaci¨®n.
P. ?Esto le produce pena, rabia o ganas de salir corriendo?
R. Me produce tristeza. Uno puede dimitir de cargos pero no de sus compromisos. Y en mi compromiso c¨ªvico yo sigo creyendo en la importancia de la izquierda. Yo estoy convencido de la necesidad de la convergencia; all¨ª donde la izquierda se ha unido se han tenido resultados muy notables. Izquierda Unida tiene mucho que ofrecer pero para eso debe recuperar su orgullo. Podemos tiene mucho de lo que enriquecerse pero para eso debe abandonar su soberbia y comprender que con sus solas fuerzas no puede imponer una alternativa. Por eso me entristece que no aprendamos la lecci¨®n y que en IU sigamos interpretando la realidad m¨¢s en clave interna que en la conciencia de lo que podemos ofrecer en un frente amplio y dialogador de izquierdas.
?Le puedo decir otra cosa?
P. Adelante.
R. En la URSS hab¨ªa un chiste que ten¨ªa que ver con la forma de escribir los relatos. La gente dec¨ªa: ¡°?qu¨¦ ser¨¢ ayer?¡± Porque el relato del pasado se iba escribiendo y cambiando seg¨²n las necesidades del presente y de sus l¨ªderes. Es como en esas biograf¨ªas de pol¨ªticos que se van cambiando las cosas de edici¨®n en edici¨®n para ajustarse al presente. Me ha llamado mucho la atenci¨®n c¨®mo se intenta escribir el relato a trav¨¦s de las redes, las cr¨ªticas y las opiniones. En Madrid no hubo convergencia porque Podemos no quiso. En su congreso de Vistalegre decidieron presentarse solos a la Comunidad, en la ciudad de Madrid Podemos se neg¨® a que se hiciera lo mismo que en Barcelona: una candidatura ¨²nica pero con respeto a todas las siglas y organizaciones. Aqu¨ª se exigi¨® la renuncia a la militancia de IU. Ahora me extra?a que se quiera culpar a Izquierda Unida de malos resultados por no querer candidaturas de unidad. Y m¨¢s que asumir ese relato lo que debe hacer IU es recuperar su orgullo y trabajar a favor de un frente amplio pensando en las elecciones de noviembre.
P. En este clima que se ha hecho evidente de desuni¨®n, ?c¨®mo puede seguir llam¨¢ndose Izquierda Unida?
R. Pues s¨ª, es una paradoja, que algunos locutores de derechas celebran distorsionando la palabra: unida por hundida o desunida. Pero yo siglo creyendo en la importancia de la izquierda. Aunque s¨®lo sea para participar con sus propios valores en los movimientos de convergencia. Deber¨ªamos evitar pol¨¦micas y discusiones que pueden extender la fragmentaci¨®n a lo largo del Estado. Habr¨ªa que dejar de tensar la cuerda para que no se rompa la organizaci¨®n, por ejemplo en Andaluc¨ªa.
P. ?A qui¨¦n, sobre todo, le dirige estos mensajes?
R. A la gente m¨¢s interesada en hacer cambios internos en la organizaci¨®n que en buscar un estado de fraternidad que permita la transformaci¨®n colectiva. Estoy convencido de que una organizaci¨®n transformadora debe estar en constante transformaci¨®n, ero eso no significa renunciar a los valores propios.
P. Hemos visto al l¨ªder que aspira a la Moncloa, Alberto Garz¨®n, desde?ar a quienes se presentaban en Madrid. ?Puede interpretarse que es de izquierdas desear el mal del tuyo?
R. Izquierda Unida no puede permitirse perder el coraz¨®n. S¨¦ de lo que hablo. En la campa?a he recibido an¨®nimos ilustrados con la hoz y el martillo llam¨¢ndome ladr¨®n, vendido al PSOE, insultando a mis amigos., Creo que ser¨ªa conveniente recuperar la fraternidad. Porque s¨®lo recuperando el coraz¨®n recuperaremos tambi¨¦n la raz¨®n, incluso la raz¨®n de ser. En este sentido les pido a mis compa?eros de Madrid que no criminalicen a Alberto Garz¨®n y que asuman igual que yo su parte de responsabilidad en los resultados y le pido a Alberto Garz¨®n que no fuerce la desfederaci¨®n de Madrid. Pues ya se ha anunciado la dimisi¨®n de la direcci¨®n y la convocatoria de una asamblea general para elegir una nueva. El respeto a los procedimientos democr¨¢ticos y a la soberan¨ªa de las federaciones es el mejor modo de renovar las cosas.
P. Presenta su Poes¨ªa completa (1980-2015) (Tusquets). Diga unos versos que sirvan para el momento.
R. Recuerdo un poema que se titula Defensa de la pol¨ªtica, del libro Vista cansada. A la pol¨ªtica le digo: ¡°Siempre me excita descubrir/ la luz de mi inocencia en tu inocencia¡±.
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