Colau ya tiene encima de la mesa 20 licencias hoteleras por aprobar
El equipo de BCom¨² espera que lleguen m¨¢s peticiones ante la moratoria anunciada La ciudad tiene en marcha 30 proyectos con m¨¢s de 3.000 habitaciones hasta 2017
El d¨ªa en que la futura alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, entre en su despacho de la plaza de Sant Jaume se encontrar¨¢ con, al menos, 20 peticiones de licencias hoteleras para resolver. Desde mayo, el Ayuntamiento de Barcelona no responde a estas reclamaciones para dejarlo en manos del nuevo gobierno. El anuncio de Colau de aplicar una moratoria hotelera en toda la ciudad durante seis meses puede generar un ¡°efecto llamada¡±, seg¨²n fuentes municipales, y es muy posible que, en los pr¨®ximos d¨ªas, se multipliquen las peticiones hoteleras. El tiempo corre. Colau ser¨¢ investida el pr¨®ximo 13 de junio.
Los proyectos hoteleros m¨¢s importantes previstos en la ciudad todav¨ªa no han pedido su licencia: es el caso de la Torre Agbar, el hotel del Deutsche Bank o el de la Mag¨°ria. La moratoria anunciada por Colau, que es de seis meses pero se puede ampliar a dos a?os, es un extremo al que al que jam¨¢s se hab¨ªa llegado antes. Su objetivo es ganar tiempo para redactar, a partir de un proceso participativo, un Plan Especial Urban¨ªstico de Regulaci¨®n del Turismo que permita decidir si hay espacio para m¨¢s turistas y si se tienen que seguir construyendo hoteles en todos los barrios de Barcelona o solo en algunos.
Sea cual sea la conclusi¨®n de este proceso participativo, a nadie se le escapa que dif¨ªcilmente las cosas seguir¨¢n igual. ¡°Si no queremos ser Venecia, alg¨²n l¨ªmite de carga del turismo habr¨¢ que poner en Barcelona¡±, avanz¨® Colau en una entrevista a EL PA?S. Los proyectos que todav¨ªa no han pedido su licencia, corren el riesgo de quedarse sin. Sin embargo, los 20 proyectos que esperan en el futuro escritorio de Ada Colau ¡ªm¨¢s los que puedan llegar antes de que se firme la moratoria¡ª lo tienen mucho m¨¢s f¨¢cil.
Una vez que ya se ha presentado una petici¨®n de licencia al Ayuntamiento es muy dif¨ªcil rechazarla, siempre y cuando la propuesta se ajuste a la ley. Existe un famoso precedente en la ciudad, con el hotel de la calle de las Magdalenes: el Plan de Usos de Ciutat Vella que aprob¨® el anterior gobierno de izquierdas en 2010 quiso dejar sin efecto las licencias de obras y actividades concedidas y los tribunales terminaron condenando al Ayuntamiento a pagarle una indemnizaci¨®n de 900.000 euros al promotor, adem¨¢s de permitirle la construcci¨®n del hotel.
El Gremio de Hoteles de Barcelona ha mantenido el silencio durante todo este tiempo y se ha limitado a publicar una nota en su bolet¨ªn en la que el presidente de la entidad, Jordi Clos, anima a los partidos a encontrar ¡°puntos de entendimiento y consensos¡±. Sobre la intenci¨®n de redactar un plan de futuro, Clos destaca que ¡°es indudable la importancia de apostar por una planificaci¨®n tur¨ªstica a largo plazo, basada en un consenso amplio y fuerte de todas las partes implicadas¡±.
Adem¨¢s de no dar licencias hasta nueva orden, el equipo de Colau tambi¨¦n ha anunciado que revisar¨¢ detalladamente todos los permisos hasta ahora concedidos buscando cualquier indicio de irregularidad o procedimientos inadecuados. Todos los que se detecten, perder¨¢n su licencia. La evoluci¨®n de las plazas hoteleras en Barcelona ha sido hasta ahora exponencial y ni siquiera la crisis ha podido frenarla: en 1991 hab¨ªa 23.719 plazas hoteleras; en 2003 la cifra ya era de 37.224 y, en diez a?os, casi se duplic¨® llegando a las 69.128 en 2013. Todo parece indicar que esta vertiginosa evoluci¨®n se ver¨¢ interrumpida por primera vez.
3.000 camas previstas
En los pr¨®ximos tres a?os est¨¢ prevista la construcci¨®n de 30 hoteles m¨¢s en Barcelona, que supondr¨¢n un aumento de 3.000 habitaciones, seg¨²n Javier de Villanueva, consultor de Inversi¨®n Hotelera de JLL. ¡°Barcelona est¨¢ de moda a nivel nacional e internacional. Est¨¢ bien conectada y posicionada¡±, destaca Villanueva. Entre las marcas interesadas destacan Four Seasons o Hyatt.
El estudio que promover¨¢ Colau tambi¨¦n tendr¨¢ que decidir qu¨¦ sucede con los apartamentos tur¨ªsticos. En Barcelona hay 9.606 reconocidos, adem¨¢s de los ilegales, cuya cifra se desconoce. Actualmente se est¨¢ aplicando una moratoria que termina en octubre del a?o que viene. Hasta esa fecha, no se puede abrir ning¨²n piso tur¨ªstico m¨¢s. As¨ª lo aprob¨® el alcalde Xavier Trias tras las quejas de los vecinos de la Barceloneta. El equipo de Colau, como en el caso de los hoteles, tambi¨¦n revisar¨¢ todas las licencias ya concedidas.
En los ¨²ltimos veranos, las tensiones con el turismo no han parado de aumentar y los vecinos de los barrios m¨¢s fotografiados de Barcelona, como la Sagrada Fam¨ªlia o la Barceloneta, se han quedado pr¨¢cticamente af¨®nicos pidiendo soluciones. Aceras por las que es imposible caminar, autocares que impiden la movilidad, la transformaci¨®n de las tiendas de toda la vida por negocios de recuerdos son la otra cara de la moneda de una actividad que genera muchos recursos para la ciudad. El turismo representa el 14% del PIB de Barcelona, una cifra nada menospreciable, especialmente en el contexto de crisis. Pero la sensaci¨®n de muchos vecinos es que la cara de la moneda no les beneficia y, en cambio, tienen que lidiar cada d¨ªa con la cruz. La gesti¨®n del turismo le ha costado al alcalde Trias dos reprobaciones durante este mandato.
BCom¨² revisar¨¢ el Plan de Usos de Ciutat Vella
Hasta la fecha, la medida m¨¢s agresiva que hab¨ªa tomado Barcelona para poner freno al turismo fue en 2010, con la aprobaci¨®n del Plan de Usos de Ciutat Vella. El acuerdo, aprobado con los votos del PSC, ICV-EUiA y ERC y con la abstenci¨®n de CiU, sirvi¨® para no dar ni una licencia m¨¢s para alojamientos tur¨ªsticos o locales de restauraci¨®n en Ciutat Vella. Pero dur¨® muy poco. Con el cambio de gobierno, CiU y PP aprovecharon su mayor¨ªa para rebajar las exigencias del plan y volvieron a permitir que, en algunas zonas determinadas del distrito, se dieran nuevas licencias. Colau ya ha dejado claro que derogar¨¢ el nuevo Plan de Usos de Ciutat Vella. Otra medida que se aprob¨® con la intenci¨®n de regular el turismo fue la tasa tur¨ªstica que tienen que pagar todos los visitantes que pernocten en la ciudad. Pero se ha demostrado que la tasa no aporta ninguna soluci¨®n. Por una parte porque Barcelona solo se queda con el 48% de lo que se recauda (el resto es para la Generalitat) y por otra porque este dinero se ten¨ªa que destinar a la fuerza a seguir promocionando la ciudad, de manera que terminaba aumentando los problemas de convivencia que provoca el turismo. A partir de un acuerdo con la Generalitat, Barcelona ya puede destinar el dinero a reducir el impacto y no solo a promocionar la ciudad. Colau quiere que la ciudad recaude el 100% de la tasa.
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