¡°T¡¯estimem, Papitu!¡±
Emotiv¨ªsimo homenaje en el Teatre Nacional de Catalunya al escritor Josep Maria Benet i Jornet, aquejado de Alzheimer, por su 75 cumplea?os
Fue dif¨ªcil contener anoche la emoci¨®n en el homenaje a Josep Maria Benet i Jornet, Papitu,en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC). La excusa era el 75 cumplea?os del dramaturgo pero se celebraba cuando se ha sabido? p¨²blicamente que el reconocido autor de teatro y de algunos de los m¨¢s populares seriales televisivos catalanas, ese hombre que ha hecho tan entra?able su combinaci¨®n de ternura y socarroner¨ªa, de inteligencia y coraz¨®n, lucha contra el Alzheimer. La circunstancia, a la que no se hizo alusi¨®n en toda la velada aunque nadie pod¨ªa dejar de sentirla muy adentro, contribuy¨® especialmente a convertir la Sala Gran del TNC en una olla a presi¨®n de sentimientos.
Cuando Benet i Jornet, que no habl¨® p¨²blicamente en toda la noche, apareci¨® en la sala para ir a su asiento, todo el teatro -entre los presentes estaban Xavier Rubert de Vent¨®s, Llu¨ªs Pasqual, Alex Casanova, Llu¨ªs Homar, Carme Sansa, Pau Mir¨® o Guillem-Jordi Graells- , se puso en pie y le tribut¨® una largu¨ªsima ovaci¨®n. En el escenario, ante una pantalla azul con el lema de la velada ¡°75 espelmes per al Papitu!¡±, un atril, una mecedora, un tresillo, una mesa, una cama, un escritorio y un piano de cola. El homenaje consisti¨® en un espect¨¢culo cosido a base de una serie de lecturas y v¨ªdeos que constitu¨ªan un tan sentido como sabio recorrido cronol¨®gico por la obra teatral de Benet i Jornet (no en balde entre los que lo orquestaron estaban dos directores y amigos suyos como Sergi Belbel y Xavier Albert¨ª). La selecci¨®n de ciertos trozos de obras evidenci¨® tratar de decir algunas de las cosas que no pod¨ªan verbalizarse abiertamente.
Adem¨¢s de Belbel y Albert¨ª, Lurdes Barba y Toni Casares firmaban la escenificaci¨®n de los pasajes representados, que interpretaron actores tan conocidos como Maife Gil, Anna G¨¹ell, Mont Plans, Jordi Boixaderas, David Selvas, Llu¨ªs Soler, y Pep Cruz. Hubo momentos en que la emoci¨®n se sumaba a la emoci¨®n al aparecer en la pantalla, representando fragmentos de piezas de Papitu, im¨¢genes de las actrices fallecidas Rosa Novell, Anna Lizaran y ?ngels Poch.
El espect¨¢culo, arranc¨® y se cerr¨® con sendos fragmentos de La desaparici¨® de Wendy (1973), con Pau Vinyals haciendo de Peter Pan y lanzando algunas bellas alusiones sobre la infancia del autor, su descubrimiento del amor por el teatro y la magia del escenario. A continuaci¨®n, en una ruptura que solo tuvo sentido por el deseo de enfatizar lo institucional del acto, subi¨® al escenario ¡ªen realidad baj¨® desde la platea, donde estaba sentado junto al homenajeado¡ª el consejero de Cultura Ferran Mascarell. El consejero, que ciertamente habl¨® con cari?o y amistad que iban mucho m¨¢s all¨¢ de su cargo, explic¨® c¨®mo Albert¨ª y Belbel propusieron el homenaje hace unos meses ¡ªla familia de Benet i Jornet empez¨® a percibir los s¨ªntomas de la enfermedad hace algunos a?os y esta le fue diagnosticada al escritor el diciembre pasado¡ª.
¡°El cumplea?os parec¨ªa una buena excusa para decirle que le apreciamos¡±, continu¨® Mascarell, que recalc¨® que el homenaje era ¡°institucional, profesional y desde la amistad¡±. Sigui¨® dirigi¨¦ndose directamente al escritor: ¡°Has hecho una notabil¨ªsima aportaci¨®n al teatro de nuestro pa¨ªs¡±. El consejero destac¨® la ¡°contribuci¨®n extraordinaria¡± de Benet i Jornet a la renovaci¨®n del teatro catal¨¢n (con su papel conectando diversas generaciones de autores) y a la normalizaci¨®n de la lengua, y le agradeci¨® el trabajo en televisi¨®n con sus seriales ¡°parte de nuestra educaci¨®n sentimental¡±.
¡°Est¨¢s en nuestro coraz¨®n y en nuestra inteligencia¡±, resumi¨® el sentir de todos Mascarell dirigi¨¦ndose al ¡°ni?o de barrio¡± que segu¨ªa la ceremonia con encandilada sonrisa.
?Siguieron Una vella coneguda olor, Beren¨¤veu a les fosques, Revolta de bruixes ¡ªen la que el directo se solap¨® con el v¨ªdeo de 1975 en el que aparec¨ªa la Novell¡ª, Desig, Ai, carai, E. R., Testament, Olors, L'habitaci¨® del nen, Salamandra, Soterrani, Dues dones que ballen.... Fue un maravilloso ejemplo de la altura y la profundidad del teatro de Benet i Jornet, con todos sus temas: la aspereza, el amor, la enfermedad, los afectos crepusculares, la familia, la felicidad perdida, los enigmas. Qued¨® en evidencia, por si no lo sab¨ªamos, el inmenso conocimiento de Papitu de la escritura teatral y de la naturaleza humana. El recorrido de una hora y media dej¨® con much¨ªsimas ganas de revisitar todo ese teatro.
El acto enfoc¨® su final con el regreso de Peter Pan, Albert¨ª al piano tocando la melanc¨®lica Gymnop¨¦die n¨²mero 1 de Satie, y las palabras ¡°el tel¨®n cay¨® detr¨¢s tuyo¡±.
Vinyals subi¨® a buscar a Papitu y este pas¨® al escenario mientras sonaba el ¡°cumplea?os feliz¡± con otra vez todo el p¨²blico en pie. Benet i Jornet salud¨®, sopl¨® las velas, se encogi¨® de hombros como no hallando qu¨¦ decir y permaneci¨® un rato sonriendo, emocionado y feliz.
T'estimem, Papitu!
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