Las 10 crisis que ha soportado CiU
Uni¨® buscando perfil, votaciones separadas, batallas por el liderazgo...UDC y CDC han re?ido muchas veces antes del previsible divorcio
Como en todo divorcio que se precie, las discusiones entre Uni¨® y Converg¨¨ncia han sido constantes hasta llegar a un punto de no retorno. La consulta interna de los democristianos, que significa un portazo a la hoja de ruta de Artur Mas para el 27-S, parece la gota que ha colmado el vaso y que abre la puerta de la ruptura definitiva. Antes, sin embargo, ya ha habido otros momentos de tensi¨®n que hab¨ªan puesto a prueba las costuras de la federaci¨®n. Estas son las diez crisis que CiU ha superado con su mala salud de hierro.?
1. Las municipales de 1991. Las elecciones municipales siempre han sido un quebradero de cabeza en Converg¨¨ncia i Uni¨®, hasta el punto en que el acuerdo siempre depend¨ªa a una reuni¨®n de ¨²ltima hora entre las c¨²pulas. La direcci¨®n de ambos partidos ten¨ªa que resolver las m¨²ltiples disputas entre militantes en cada localidad. Una de las crisis m¨¢s intensas se vivi¨® antes de las municipales del 1991, con el l¨ªder de Uni¨®, Josep Antoni Duran Lleida, y el entonces secretario general de Converg¨¨ncia, Miquel Roca, como protagonistas. Las negociaciones duraron tres meses, y hubo tal nivel de tensi¨®n que los partidos firmaron el acuerdo por separado, sin ni siquiera verse. La relaci¨®n entre Duran y Roca era tensa desde que el nacionalista intent¨® el asalto a la pol¨ªtica espa?ola (liderando la operaci¨®n reformista en 1996) con la resistencia de Uni¨®.?
2. Los da?os colaterales de la batalla Roca y Pujol. En 1992 el secretario general de CDC, Miquel Roca, us¨® la relaci¨®n con Uni¨® Democr¨¤tica como argumento para plantear un ¨®rdago a Jordi Pujol que ten¨ªa varias causas, como el control de la financiaci¨®n en el partido y la futura sucesi¨®n del entonces presidente. Uni¨® supo jugar sus cartas y, lejos de reformular el acuerdo como ped¨ªa Roca,?quit¨® importancia a la crisis?y aprovech¨® para sacar perfil. El propio Pujol acab¨® reconociendo que las acusaciones a Uni¨® eran "comedia".
3. ?D¨®nde se ha metido Duran? En 1994, Uni¨® y Converg¨¨ncia votaron por separado la reforma del reglamento del Senado, lo que provoc¨® una profunda crisis en la coalici¨®n que oblig¨® a Pujol a frenar a los sectores de su partido que exig¨ªan la ruptura con Uni¨®. El presidente intent¨® hasta el ¨²ltimo momento frenar la disidencia democristiana, pero sus intentos fueron infructuosos: en una ¨¦poca en el que el uso del m¨®vil no estaba tan extendido, Pujol estuvo toda la noche intentando localizar a Duran, que estaba en Chile, para hacerle cambiar de opini¨®n. No lo encontr¨®. Finalmente, la crisis se acab¨® como acostumbra: con una reuni¨®n entre el presidente y el l¨ªder de Uni¨® para limar asperezas.
4. La sucesi¨®n de Pujol. La crisis m¨¢s importante que hab¨ªa vivido CiU hasta el proceso soberanista es la de la sucesi¨®n de Jordi Pujol, que enfrent¨® a Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida. El cisma arranca en el 1998, cuando se empez¨® a configurar la ¨²ltima candidatura del presidente, hasta 2001, cuando se firm¨® un armisticio en forma de acuerdos de federaci¨®n. Desde el inicio, Duran maniobr¨® para situarse como delf¨ªn de Pujol, pero el presidente, que hab¨ªa dejado muchos herederos por el camino, ten¨ªa Mas en la cabeza. El proceso abri¨® numerosas grietas que todav¨ªa no se han cerrado: Duran ech¨® el resto buscando perfil propio y subrayando las carencias de su rival, mientras que Mas lleg¨® a exigir la fusi¨®n de Uni¨® y Converg¨¨ncia (una demanda que Roca sacaba siempre a colaci¨®n para molestar a los democristianos) para sacar de quicio a su adversario. Pujol abon¨® la batalla situando a los dos en el Gobierno catal¨¢n, una situaci¨®n que dur¨® hasta que hizo efectiva su apuesta por Mas. Duran abandon¨® el Gobierno cuando el heredero fue ungido como conseller en cap. La larga crisis oblig¨® a CiU a reformular su relaci¨®n y establecer un pacto de federaci¨®n en el que el l¨ªder democristiano ganaba peso pol¨ªtico. La paz que anunciaba ese acuerdo dur¨® poco.?
5. El ninguneo en el Estatut. El proceso de redacci¨®n del Estatuto ya supuso una amenaza en las costuras de la federaci¨®n. Duran se sinti¨® ninguneado durante las negociaciones entre los partidos catalanes, en las que Mas quiso tener todo el protagonismo. La gota que colm¨® el vaso fue el cierre del acuerdo, que se fragu¨® en una reuni¨®n secreta entre el l¨ªder de CiU y el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Mas actu¨® de espaldas a Duran, cuyo enfado se pas¨® cuando pudo salir en la foto del acuerdo.?
6. El giro soberanista. El 24 de marzo de 2012 marca el inicio del fin de la federaci¨®n. Hasta entonces, las crisis se resum¨ªan en los intentos de Uni¨® para sacar perfil propio y las reticencias de Converg¨¨ncia. Pero ese d¨ªa el socio mayor de la federaci¨®n decidi¨® virar su rumbo y apostar por la independencia, una idea incorporado a los estatutos de CDC que se convirti¨® en prioridad pol¨ªtica tras la manifestaci¨®n soberanista de la Diada de 2012. Uni¨® apostaba por lo contrario, por seguir en Espa?a con un acuerdo ventajoso para Catalu?a. Desde entonces, las crisis han sido constantes.
7. Las europeas de 2014. Las elecciones europeas llegaron en mayo de 2014 en pleno camino hacia la consulta del 9 de noviembre, a la que Uni¨® se adhiri¨®. Pero la preparaci¨®n de esos comicios ya evidenci¨® que la relaci¨®n entre ambos partidos empezaba a tocar a su fin. Converg¨¨ncia puso todo el empe?o para presentarse junto a ERC, hasta el punto que ofreci¨® a los republicanos romper con Uni¨®. El partido de Oriol Junqueras lo rechaz¨®, por lo que CiU sobrevivi¨®, no sin tensiones: Converg¨¨ncia oblig¨® a los democristianos a cambiar de candidato porque Salvador Sed¨®, entonces eurodiputados, no estaba bien visto por los soberanistas.?
8. La dimisi¨®n a medias de Duran. Pocos d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, trascendi¨® que Duran, continuamente a la gre?a con el sector m¨¢s soberanista de CDC, quer¨ªa dimitir a medias: el democristiano se planteaba abandonar la secretar¨ªa general de la federaci¨®n pero seguir como l¨ªder de Uni¨® y portavoz del grupo catal¨¢n en el Congreso. La renuncia se hizo efectiva el 14 de julio, siete d¨ªas antes que Jordi Pujol confesara su delito fiscal.?
9. Por separado: CDC pacta la hoja de ruta con ERC y Duran funda un movimiento propio. Una vez pasada la consulta, Uni¨® y Converg¨¨ncia ya dieron pasos por separado que dejaban intuir el futuro divorcio. CDC ya no cuenta con los democristianos para el proceso soberanista: Mas soslay¨® a Duran y pact¨® con ERC una hoja de ruta que incluye unas elecciones plebiscitarias para el 27 de septiembre. En paralelo, el democristiano impulsaba desde la sombra una plataforma centrista, Constru?m, que se registr¨® como partido pol¨ªtico por si el divorcio en CiU lo hac¨ªa necesario. Duran guarda esa carta bajo la manga.
10. Los alcaldes contra Duran. Si el divorcio entre Uni¨® y Converg¨¨ncia se confirma, las municipales de 2015 ser¨¢n las ¨²ltimas en las que la federaci¨®n ha ido junta, tras 37 a?os de relaci¨®n. Las semanas previas a los comicios tambi¨¦n tuvieron su propia crisis, dejando como espejismo cualquier atisbo de unidad en CiU. Un grupo de alcaldes nacionalistas acus¨® a Duran de ser un "obst¨¢culo" para el soberanismo y plante¨® que el democristiano no repitiera como candidato a las generales. En Uni¨® no sentaron nada bien sus palabras, y acusaron a CDC de dejar la federaci¨®n al borde del precipicio. La consulta interna en Uni¨® ha hecho que la federaci¨®n siga ah¨ª, en el abismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.