Los m¨¢s de 40 edificios okupados, pendientes del nuevo rumbo pol¨ªtico
Inmuebles de todo tipo, la mayor¨ªa de titularidad privada, son usados por colectivos y asociaciones, muchas de izquierdas, como centros sociales autogestionados
Los centros sociales autogestionados (CSA) son de naturaleza vol¨¢til ¡ªen los ¨²ltimos tres a?os se han producido al menos 28 desalojos y en el ¨²ltimo mes dos nuevas okupaciones¡ª, y eso complica realizar un cat¨¢logo. Pero seg¨²n la web 15Mpedia, a la que todos los consultados, desde los mismos centros hasta la Polic¨ªa Municipal, remiten como la fuente m¨¢s fiable y actualizada, hay alrededor de 40 repartidos por pr¨¢cticamente todos los distritos de la capital y algunas de las ciudades de la comunidad, con especial concentraci¨®n en Lavapi¨¦s.
En su inmensa mayor¨ªa son espacios okupados. Aunque no todos. El m¨¢s grande de la ciudad, La Tabacalera, que ocupa 9.200 metros cuadrados de los 30.000 que tiene la antigua f¨¢brica de tabacos de Lavapi¨¦s, tiene un estatuto muy particular. En 2012 la direcci¨®n general de Bellas Artes cedi¨® su uso a la Asociaci¨®n Cultural CSA La Tabacalera de Lavapi¨¦s por dos a?os prorrogables, y desde entonces funciona de forma asamblearia. De su vinculaci¨®n con los centros okupados da cuenta que all¨ª se guardan enseres que hab¨ªa en el Patio Maravillas, la m¨¢s celebre de las casas okupas de Madrid, que se trasladaron cuando en febrero se les comunic¨® la orden de desalojo de su sede en la Calle del Pez.
Algunos inmuebles singulares
- La Tabacalera. Calle de Embajadores, 53. Lavapi¨¦s.
- Vaciador 34. Calle de Matilde Hern¨¢ndez, 42. Carabanchel.
- Johnny Okupado. Antiguo colegio mayor San Juan Evangelista. Ciudad Universitaria.
- La Caba. Calle del Tembleque, 136. Aluche.
- El Campo de Cebada. Plaza de la Cebada, La Latina.
- Cine Candilejas. Plaza de Luca de Tena, 3. Delicias.
- Kasa P¨²blica de Mujeres La Eskalera Karakola. Calle de Embajadores, 52, Lavapi¨¦s.
- El Patio Maravillas. Calle del Divino Pastor, 9. Malasa?a.
No es un fen¨®meno aut¨®ctono ni reciente, pero la crisis y la burbuja inmobiliaria lo ha potenciado. Son multitud los inmuebles vac¨ªos susceptibles de ser tomados, ¡ª¡°liberados¡±, seg¨²n su argot¡ª. Se han establecido en escuelas, palacetes o sucursales bancarias, como la de Bankia que ocupa el Centro Popular Kolectivo La Bancarrota, en Vic¨¢lvaro.
Suelen estar gestionados por colectivos de izquierdas. La excepci¨®n m¨¢s clara es el Hogar Social Madrid, en Chamber¨ª, vinculado a la ultraderecha ¡ªy que no aparece en el listado de la 15Mpedia¡ª. Pero no se trata de un colectivo compacto. Existen tantas propuestas como espacios. Hay plazas al aire libre, como el Campo de Cebada, en La Latina; huertas urbanas como el Solar Maravillas, en un solar abandonado en la calle Antonio Grillo, en Malasa?a, donde cada jueves se organizan sesiones de cine de verano, y los domingos un mercado de productos ecol¨®gicos. En las casas okupadas de Madrid se imparten cursos de yoga, o de ingl¨¦s. Son sede de coros y de asociaciones vecinales o art¨ªsticas. Ellos se ven como espacios que colectivos ciudadanos utilizan de forma asamblearia para actividades o como punto de encuentro.
La espada de Damocles que pende sobre ellos es la amenaza de desalojo. Algunos aspiran a conseguir una sede permanente cedida por el consistorio. En su programa electoral, Ahora Madrid hablaba de potenciar la iniciativa ciudadana para el uso de espacios, y la Concejal de Cultura, Celia Mayer, est¨¢ vinculada al Patio Maravillas. Pero los intentos de este peri¨®dico de recabar una opini¨®n del Ayuntamiento no han obtenido respuesta. Todav¨ªa no se ha decidido qu¨¦ ¨¢rea se ocupar¨¢ de ello.
El Patio Maravillas aspira a una sede p¨²blica
"No viene mal que te desalojen de vez en cuando. Da un airecillo. Las cosas tienen que renovarse", dec¨ªa bromeando el mi¨¦rcoles In¨¦s Llin¨¢s, portavoz del Patio Maravillas, en su nueva sede de la Calle Divino Pastor, 9. Solo llevaban all¨ª una semana. Fueron muy r¨¢pidos. No hab¨ªan pasado ni 12 horas del desalojo de la sede del Patio Maravillas, en la calle del Pez, cuando los expulsados okupaban este edificio, situado en en el extremo opuesto del mismo barrio, Malasa?a, a 100 metros de la calle Fuencarral.
El inmueble tiene una superficie total de casi 2.000 metros cuadrados, distribuidos en cinco plantas y un s¨®tano, aunque el mi¨¦rcoles la ¨²ltima altura segu¨ªa cerrada y entre el manojo de llaves que encontraron en su interior no estaban las de los almacenes del subsuelo. Con esa entrada, el 11 de junio, se cumpl¨ªa una de las m¨¢ximas del movimiento okupa, ¡°Un desalojo, otra okupacion¡± y el buque insignia delos denominados centros sociales sutogestionados de Madrid consegu¨ªa una nueva sede, la tercera, donde celebrar su octavo aniversario. ¡°Conmemoramos el proyecto, no los edificios¡±, dec¨ªa la portavoz del centro. En julio de 2007 bautizaron Patio Maravillas a un colegio abandonado de la calle Acuerdo.
El nuevo edificio est¨¢, al menos en apariencia, en perfecto estado. Cuatro plantas luminosas, de suelo ajedrezado, di¨¢fanas y sin pasillos. A los lados hay despachos separados del cuerpo central por paneles trasl¨²cidos. Las paredes son de un marr¨®n casi anaranjado. Sin pintadas. Todo, incluidos los ba?os y las duchas, est¨¢ impoluto. El edificio, que alberg¨® en su momento oficinas de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, era de titularidad municipal, pero en 2014 fue vendido a una empresa propiedad de un primo del opositor venezolano Henrique Capriles, afirma la portavoz. Aunque tambi¨¦n asegura que ese dato lo descubrieron a posteriori. ¡°Hemos contactado con ellos y estamos a la espera de una reuni¨®n. Lo que queremos es acordar poder estar un tiempo aqu¨ª, hasta encontrar una soluci¨®n. Porque nuestro objetivo, lo hemos dicho siempre, es lograr la cesi¨®n de un espacio p¨²blico. En el momento en que eso falla es cuando consideramos otras opciones¡±.
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