Los arrestos de neonazis y antisistema se triplicaron en 2014

La violencia ultra est¨¢ en aumento en Madrid. As¨ª al menos lo demuestra el n¨²mero de detenidos efectuado por la polic¨ªa durante 2014, en los que casi se ha triplicado respecto al a?o anterior. La muerte del integrante de los Riazor Blues, Francisco Javier Romero Taboada, alias Jimmy, el 30 de noviembre y los disturbios posteriores a las marchas por la dignidad del 22 de marzo son los dos hechos m¨¢s graves que sufri¨® la capital en los 12 meses pasados.

Seg¨²n fuentes policiales, los agentes de la Brigada Provincial de Informaci¨®n (BPI) detuvieron a 170 integrantes de grupos de ultraderecha y por violencia en el deporte durante 2014, lo que supone un claro aumento respecto a los 68 del a?o anterior. Igual ha ocurrido con la extrema izquierda, que ha pasado de 67 arrestos en 2013 a 153 en el ¨²ltimo ejercicio. ¡°Mientras la actividad de las tribus urbanas ha bajado, en estos dos extremos ha crecido¡±, reconocen fuentes policiales. En 2014, los agentes han identificado a 3.531 personas relacionadas con la ultraderecha y han desarrollado 70 operaciones. En ultraizquierda, los identificados han llegado a 6.081 y a 112 las operaciones, seg¨²n datos de la BPI.

Ambos grupos est¨¢n perfectamente diferenciados. La ultraderecha tiene mayor actividad en los distritos de Salamanca y Retiro. En este ¨²ltimo se ha detectado un grupo emergente de unos 25 j¨®venes de entre 14 y 28 a?os con clara est¨¦tica neonazi: botas militares, pantalones pitillo, camisetas con simbolog¨ªa ultra, cazadoras con parches y rapados. ¡°Son gentes que est¨¢ empezando y que se quiere ganar el respeto¡±, describe un mando policial. En general, los institutos suele ser su lugar preferido de captaci¨®n. Pu?os americanos, navajas, hebillas de gran tama?o y hasta alguna defensa extensible son sus armas preferidas.

Un grupo que tambi¨¦n tiene cierta representaci¨®n es Out Law (Fuera de la ley), sucesor de los conocidos Hammer Skin. Este grupo, formado por personas entre 25 y 40 a?os, suele moverse por los alrededores del estadio Santiago Bernab¨¦u. En Parla tambi¨¦n hay un n¨²cleo ¡°bastante importante¡± de un colectivo neonazi, seg¨²n fuentes policiales. Son los llamados Ultras de Parla. Otros grup¨²sculos no tan numerosos se han localizado en San Sebasti¨¢n de los Reyes y en Coslada. Solo el caso del homicidio del seguidor de los Riazor Blues ha supuesto casi un centenar de arrestos, eso s¨ª, parte de ellos efectuados este a?o.

Con una treintena de detenidos se sald¨® la agresi¨®n m¨¢s grave por parte de la ultraizquierda el a?o pasado, cuando terminaron las marchas por la dignidad y un grupo de radicales rode¨® y atac¨® a un grupo de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (UIP, los antidisturbios) junto a la plaza de Col¨®n. Un total de 20 fueron arrestados en ese altercado y el resto en operaciones posteriores. Estos grupos de ultraizquierda (antisistema y anarquistas) se caracterizan por estar muy dispersos, seg¨²n destacan fuentes de la BPI. As¨ª los agentes tienen controlados grupos en Moratalaz, Puente de Vallecas (en especial los Bukaneros), en la zona de Tirso de Molina y Lavapi¨¦s, en Centro; en la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Complutense y en los alrededores de la calle de Bravo Murillo, en Tetu¨¢n. Ahora est¨¢n surgiendo algunos peque?os focos en San Blas y en Arganzuela, donde hay algunos centros sociales okupados.

En la periferia destacan Pozuelo de Alarc¨®n, Alcobendas y Alcorc¨®n. ¡°Suelen movilizarse muy bien a trav¨¦s de las redes sociales y durante los fines de semana. Se financian con venta de productos de mercadotecnia durante los conciertos y los actos que hacen¡±, explica un inspector de polic¨ªa de la BPI. ¡°Lo tienen todo tan bien organizado que llevan apuntado el n¨²mero de tel¨¦fono del abogado al que tenemos que llamar en caso de que les detengan. Antes de cada acto, lo distribuyen por las redes sociales¡±, a?ade.

Botellas, parte del mobiliario urbano (en especial adoquines que ellos mismos rompen) y algunas navajas son parte de las armas que utilizan en sus ataques. Muchas veces lo esconden en los alrededores del recorrido de una manifestaci¨®n. ¡°Pueden quedar en un tiempo r¨¦cord a trav¨¦s de Twitter y Facebook y montar una protesta en cuesti¨®n de minutos en un punto determinado de la capital¡±, afirma el mando policial.