La furia de Otello sacude Peralada
Memorable ¨¦xito de Gregory Kunde y Carlos ?lvarez en la m¨¢s ambiciosa apuesta oper¨ªstica del festival ampurdan¨¦s
Sin un tenor capaz de sacar adelante el m¨¢s emblem¨¢tico papel dram¨¢tico del repertorio italiano, montar Otello no tiene sentido. Por fortuna, el montaje de la pen¨²ltima ¨®pera de Giuseppe Verdi que el Festival Castell de Peralada (Girona) estren¨® el s¨¢bado tuvo en los potentes agudos y la sabidur¨ªa vocal del tenor estadounidense Gregory Kunde un Otello espectacular. Una vez disipadas la amenaza de lluvia y el temor a la cancelaci¨®n que mantuvo en vilo a los organizadores del festival ampurdan¨¦s y al p¨²blico hasta el ¨²ltimo momento, la ¨²nica tormenta que agit¨® la noche ampurdanesa fue puramente vocal. Junto a Kunde, triunf¨® a lo grande el bar¨ªtono malague?o Carlos ?lvarez con un sensacional Yago y la soprano holandesa Eva-Maria Westbroek acabo convenciendo con una Desd¨¦mona de intensos acentos.
A los sesenta a?os, con una impresionante carrera a sus espaldas como gran tenor belcantista, y despu¨¦s de vencer un c¨¢ncer, Gregory Kunde vive una gloriosa madurez. De hecho, cada vez es m¨¢s conocido y apreciado en la escena internacional como uno de los mejores tenores del mundo y, probablemente, el ¨²nico capaz de cantar seguidos el Otello de Verdi y el de Rossini. As¨ª lo ha hecho, con ¨¦xito, el mes pasado, alternando los ensayos del montaje de Peralada con las funciones en la Scala de Mil¨¢n del Otello rossiniano, con Juan Diego Florez en el otro gran papel de tenor de esta joya belcantista.
Son¨® gloriosamente la voz de Kunde en el Esultate! que corona su entrada tras la impresionante tormenta desatada por Verdi en la orquesta y que convierte la primera intervenci¨®n del moro de Venecia en un momento estelar: aqu¨ª se hunden con estr¨¦pito muchos tenores. Kunde estuvo magnifico y cerr¨® el primer acto derrochando musicalidad y lirismo en su d¨²o con Desd¨¦moma. Altern¨® momentos de gran calado con otros, especialmente en el agotador tercer acto, de sabia cautela en la administraci¨®n de sus poderosos medios. Y, sin ser un tenor dram¨¢tico ni violentar su voz, ofreci¨® un antol¨®gico Otello, de dicci¨®n clara, emisi¨®n segura y matices de incre¨ªble belleza.
En gran forma vocal, Carlos ?lvarez estuvo sensacional en la piel del malvado Yago: domina los colores vocales del personaje que mueve los hilos del drama y clava sus venenosas frases en la conciencia de Otello. Azor¨ªn lo convierte en el motor del espect¨¢culo y ?lvarez, que por temperamento natural se crece ante los retos como actor, se deja la piel en un retrato de la maldad y el odio de Yago absolutamente fuera de serie.
Con una voz bregada en el gran repertorio wagneriano, Eva-Maria Westbroek fue a m¨¢s en una interpretaci¨®n de Desd¨¦mona de colores y acentos de calado dram¨¢tico -estuvo imponente en el tercer acto-, que sorte¨® no sin dificultad las escenas de m¨¢s delicado lirismo. Les facilit¨® el trabajo a los cantantes Riccardo Frizza con una direcci¨®n musical s¨®lida, flexible y bien ajustada que sac¨® buen partido de la orquesta y el coro del Liceo.
Paco Azor¨ªn da un salto cualitativo muy notable en su carrera oper¨ªstica con este montaje gracias una direcci¨®n de actores precisa que bebe en el drama de Shakespeare para dibujar el perfil psicol¨®gico de los personajes con certero instinto teatral. Y lo hace respetando la genial partitura de Verdi. La escenograf¨ªa, con unos muros m¨®viles que enmarcan la tensi¨®n del drama, y las proyecciones enriquecen una ambiciosa producci¨®n propia que cuenta con magn¨ªfico vestuario e iluminaci¨®n dise?ados respectivamente por Ana Garay y Albert Faura.
El Cassio magn¨ªficamente interpretado por el tenor Francisco Vas y las convincentes actuaciones de la mezzosoprano Mireia Pint¨® (Emilia) y el tenor Vicen? Esteve Madrid (Roderigo) marcaron el alto nivel de los comprimarios en una ¨²nica funci¨®n -el presupuesto y las previsiones de taquilla no dan para m¨¢s riesgos -que dejar¨¢ huella en la memoria de un festival que vive la ¨®pera con pasi¨®n.
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