El camale¨®n bueno
El madrile?o reedita tres a?os despu¨¦s su inesperado tributo a Rub¨¦n Blades y da nueva vida al riqu¨ªsimo cat¨¢logo de personajes
Nunca unos exiguos metros cuadrados de escenario estuvieron tan bien aprovechados. Contraviniendo las leyes de la f¨ªsica, Coque Malla se flanquea de media docena de m¨²sicos en el esquinazo del Caf¨¦ Central para reeditar su proyecto m¨¢s ins¨®lito, aquel que ni en un heterodoxo como ¨¦l habr¨ªamos predicho. ¡°Os preguntar¨¦is por qu¨¦ un rockero se pone a mover el culo, pero Rub¨¦n Blades trasciende los estilos¡±, se justific¨® el s¨¢bado en un abarrotado Caf¨¦ Central antes de hincarle el diente durante hora y media al repertorio del salsero de Ciudad de Panam¨¢. Al madrile?o no le fluye una gota de sangre caribe?a por las venas, pero su acercamiento es cabal, sincero, sustancioso. Sorprendente o no, esta ocurrencia no es la de un usurpador: Coque elude imposturas como forzar el seseo y asume un espect¨¢culo esforzado en log¨ªstica y aprendizaje, aunque a su voz le faltara algo de cuerpo y hasta de volumen para redondear la faena.
Lo bueno de la meloman¨ªa es que no precisa de l¨ªmites. El hijo de Amparo Valle y Gerardo Malla reivindica el derecho a disfrutar tanto de Blades como de los Beatles, por mucho que el paralelismo sugerido entre Ligia Elena y She?s leaving home parezca dudoso. Del paname?o le habr¨¢ conquistado, seguramente, su pasmosa capacidad para desbrozar historias y personajes en cuatro minutos. Por eso el mejor momento de la noche es el m¨¢s complejo y at¨ªpico, ese c¨¢ustico relato costumbrista casi recitado que se titula GDBD. Un acr¨®nimo indescifrable sin ayuda del autor: ¡°Gente despertando bajo dictaduras¡±.
Las manos de Malla aletean durante los pasajes instrumentales y dibujan en el aire cada inflexi¨®n de sus m¨²sicos, y eso es todo un s¨ªntoma de que no hay motivaciones econ¨®micas u oportunistas en la aventura, sino pasionales. El salsero sobrevenido se retrata as¨ª como camale¨®n bueno. A diferencia del que retrata Blades en la espl¨¦ndida Camale¨®n: aquel era un bicho de mucho cuidado.
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