El almacenaje de los ¡®taxis¡¯ de la droga retrasa su decomiso
La Delegaci¨®n del Gobierno y el Ayuntamiento de Madrid ultiman un protocolo para ver d¨®nde se guardan los veh¨ªculos incautados
La lucha contra las cundas, los coches que trasladan a los toxic¨®manos hasta la Ca?ada Real Galiana para conseguir su dosis diaria, est¨¢ paralizada, pese a ser uno de los problemas prioritarios que salieron de la mesa de seguridad de ese asentamiento. Problemas administrativos entre la Delegaci¨®n del Gobierno y el Ayuntamiento de Madrid est¨¢n retrasando la puesta en marcha de la principal medida que recoge la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza. Esta norma, que entr¨® en vigor el pasado 1 de julio, permite el decomiso de los veh¨ªculos siempre que se demuestre que se utilizan para la actividad ilegal.
Desde hace a?os, la Delegaci¨®n del Gobierno ha argumentado que carec¨ªa de medios legales para acabar con este problema, m¨¢xime cuando los propios narcos se hab¨ªan preocupado de sustituir los viejos veh¨ªculos sin licencia que hac¨ªan el recorrido por otros nuevos de su propiedad.
La ¡®ley mordaza¡¯, un arma de doble filo
La Ley Org¨¢nica 4/2015 de Seguridad Ciudadana incluye en su apartado 39.2 b la posibilidad de decomisar ¡°los bienes, medios o instrumentos con los que se haya preparado o ejecutado la infracci¨®n¡±. Esto permite que los cunderos puedan quedarse sin sus veh¨ªculos.
El mismo apartado incluye alg¨²n resquicio para evitar esa incautaci¨®n. La ley recoge que esos bienes no podr¨¢n ser aprehendidos si pertenecen ¡°a un tercero de buena fe¡± que no sea responsable de dicha infracci¨®n y si los han adquirido legalmente. Es decir, que si los cunderos utilizan un coche a nombre de un tercero, ajeno a este negocio, que ha comprado el veh¨ªculo con todos los permisos, las autoridades no podr¨ªan decomisarlos. Esto ocurrir¨ªa si los cunderos alquilaran los coches.
La situaci¨®n alcanz¨® tal gravedad que la anterior delegada, Cristina Cifuentes, se reuni¨® con el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, y le pidi¨® que la futura Ley de Seguridad Ciudadana permitiera alguna soluci¨®n para decomisar los coches. La petici¨®n qued¨® resuelta en dos apartados complementarios de la ley. El 36.17 considera falta grave ¡°el traslado de personas, con cualquier tipo de veh¨ªculos, con el objeto de facilitar a estas el acceso a drogas t¨®xicas, estupefacientes o sustancias psicotr¨®picas, siempre que no constituyan delito¡±. Al ser una falta grave, la cuant¨ªa de las sanciones oscila entre los 601 y los 30.000 euros.
El segundo apartado y m¨¢s interesante desde un punto de pol¨ªtica criminal se halla en el art¨ªculo 39.2 b, que recoge el decomiso de los efectos utilizados para la infracci¨®n administrativa. En este caso, los veh¨ªculos. Por tanto, el veh¨ªculo es trasladado a un dep¨®sito municipal y se queda all¨ª hasta que termine todo el proceso judicial o el juez decida su venta o su devoluci¨®n al leg¨ªtimo propietario. Para ello, los Ayuntamientos deben tener lugares apropiados donde almacenarlos.
Hasta ah¨ª, la norma. La puesta en marcha del procedimiento es bastante m¨¢s compleja. La ley entr¨® en vigor el 1 de julio, tres meses despu¨¦s de su publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. La mesa de seguridad de la Ca?ada Real se reuni¨® el pasado 15 de julio y se puso como prioridad la lucha contra las cundas. La nueva delegada del Gobierno, Concepci¨®n Dancausa, hizo un llamamiento a los Ayuntamientos en aquella ocasi¨®n para que lucharan contra estos coches de la droga.
El inicio del dispositivo puede tardar algunas semanas, ya que ha chocado con la burocracia institucional. La Delegaci¨®n del Gobierno remiti¨® el documento para regular el decomiso de las cundas al Ayuntamiento el pasado mi¨¦rcoles, tras ser estudiado por el abogado del Estado. Un tema peliagudo es el pago de las tasas del dep¨®sito municipal en el que se dejen los veh¨ªculos incautados. Las fuentes de la delegaci¨®n creen que el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y, por tanto, la propia delegaci¨®n estar¨ªan exentas gracias a la normativa recogida en la Ley de Haciendas Locales.
Mientras, el Ayuntamiento est¨¢ a la espera de recibir el documento, ya que no puede estudiar las posibles soluciones hasta ver cu¨¢les son las peticiones del departamento de Concepci¨®n Dancausa. Fuentes de la Concejal¨ªa de Salud, Seguridad y Emergencias, que dirige Jos¨¦ Javier Barbero, reconocen que la propuesta puede ser compleja. El Consistorio est¨¢ esperando que se le eval¨²e el n¨²mero de coches que pueden ser decomisados en virtud de la ley mordaza, qui¨¦n paga las tasas de los dep¨®sitos municipales y a qui¨¦n se le podr¨ªa devolver el veh¨ªculo en caso de reclamaci¨®n judicial o recurso administrativo, entre otras cuestiones.
La que m¨¢s preocupa al Ayuntamiento es el tiempo que pueden permanecer esos veh¨ªculos en los dep¨®sitos municipales. La gesti¨®n de los dep¨®sitos de los veh¨ªculos corresponde al ¨¢rea de Movilidad, a cuyo frente est¨¢ la concejal In¨¦s Saban¨¦s. ¡°Son temas legales y administrativos complejos¡±, reconocen fuentes de la Concejal¨ªa de Salud y Seguridad. Estas cuestiones afectan a varias Administraciones, incluida la judicial, ya que el decomiso administrativo puede ser recurrido ante los jueces de la capital.
Fuentes de la Junta Municipal de Villa de Vallecas se?alaron a EL PA?S que desde la entrada en vigor de la nueva norma la Polic¨ªa Municipal de la capital ya hab¨ªa decomisado 11 veh¨ªculos de cunderos.
Una maldici¨®n para los vecinos de la glorieta de Embajadores
La historia se repite desde a?os. Primero fue la glorieta de Neptuno la que acogi¨® lo taxis de la droga. La presi¨®n de las autoridades tras las quejas de los hoteles y residentes de la zona, por su especial da?o al turismo, hizo que las cundas se trasladaran a la glorieta de Embajadores. Los negocios de la zona se han ido a pique, en especial los que est¨¢n en la propia plaza.
El deambular de toxic¨®manos que salen de la estaci¨®n de cercan¨ªas o de la parada del metro es continuo a cualquier hora del d¨ªa. Las cundas aparcan en el lateral de la calle de Embajadores o en las calles lim¨ªtrofes. El precio por llevar a una persona a comprar una dosis diaria oscila entre los cinco euros por pasajero o una papelina. Antes, los coches que utilizaban los cunderos eran para desguace. Veh¨ªculos destartalados, llenos de golpes y sin luces, que no hab¨ªan pasado siquiera la inspecci¨®n t¨¦cnica (ITV) o que carec¨ªan de seguro. Eso permit¨ªa a la Polic¨ªa Municipal inmovilizarlos.
Esa situaci¨®n cambi¨® y los propios narcotraficantes decidieron comprar veh¨ªculos nuevos y asegurados. Algunos son ¨²ltimos modelos reci¨¦n sacados del concesionario, por lo que se eluden los controles policiales.
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