Marea gay en Isla Fantas¨ªa

Hay im¨¢genes que por muy vistas que est¨¦n no dejan de causar cierta sorpresa. Esto le pasa a la fiesta del Circuit Festival en la Isla Fantas¨ªa. El evento central ha reunido este martes a m¨¢s de 8.000 personas en el parque acu¨¢tico de Vilassar de Dalt (Barcelona). Desde el martes ya hab¨ªa colgado el cartel de completo. El Circuit Festival se extiende hasta el d¨ªa 16 en la capital catalana y despu¨¦s se muda a Ibiza.

Pero ayer, la protagonista era la peculiar marea formada por hombres, ba?adores, gafas de sol, alguna mujer y flotadores con formas de animales. Todos se mov¨ªan al ritmo de las olas artificiales de la gran piscina y al del tecno y el dance, siempre mezclado con lo ¨²ltimo del pop, que sonaba por los potentes altavoces.

El parque abri¨® sus puertas a las 10 de la ma?ana para que muchos pudieran disfrutar de un d¨ªa de sol y toboganes. La fila para coger el autob¨²s hasta la Isla Fantas¨ªa, en plaza Catalu?a, bajaba por Portal del ?ngel. En 2008, cuando comenz¨® el evento organizado por el promotor catal¨¢n Matin¨¦e Group, este acto fue lo m¨¢s llamativo. En cierta manera romp¨ªa con la idea de que la fiesta gay ¡ªm¨¢s all¨¢ de en la que termina convirti¨¦ndose la celebraci¨®n del Orgullo¡ª ten¨ªa que circunscribirse solo a la noche y a las grandes discotecas. Ocho a?os despu¨¦s, la f¨®rmula sigue gustando.

Los organizadores calculan que el Circuit festival atrajo el a?o pasado atrajo a unas 72.000 personas, un n¨²mero bastante dif¨ªcil de superar a?o tras a?o pero que pr¨¢cticamente dobla la asistencia del primer a?o. De ah¨ª a que los promotores hayan pensado en 2015 en exportar la f¨®rmula a Ibiza, donde se prologar¨¢ hasta el 23 de agosto.

El Circuit tiene detractores. Bastantes. Barcelona es en estos d¨ªas un hervidero de homosexuales que llenan tiendas y restaurantes. En muchos casos responden a un estereotipo ¡ªhoras de gimnasio, la peque?a camiseta imperio, gran gafa de espejo¡ª que intimida y hasta molesta a ciertos sectores. Se trata de una imagen que algunos consideran el triunfo y la tiran¨ªa del capitalismo rosa, que ve a los gais como gente rica consumidora.

Tambi¨¦n tiene sus fan¨¢ticos. Muchos. Uno de ellos es Kuoros, un griego afincado en Londres y que ya tiene siempre a Barcelona agendada en sus vacaciones estivales. ¡°Me gusta el ambiente que se vive en el Circuit. Vienes con tus amigos, te lo pasas bien y disfrutas de una ciudad maravillosa. Un poco de hedonismo no est¨¢ mal¡±, asegura este abogado entrado ya en los 40 a?os.

No est¨¢ mal un poco de hedonimos en el Circuit Festival" Kuoros, asistente al evento

¡°Es verdad que es un poco caro (la entrada para la fiesta de d¨ªa y de noche costaba 90 euros), pero es lo que te gastar¨ªas haciendo cualquier otra cosa. ?Estoy de vacaciones y quiero pensar en otra cosa!¡±, afirmaba desde Isla Fantas¨ªa Mat¨ªas, un gaditano de 30 a?os que lleg¨® el s¨¢bado a Barcelona para disfrutar del Circuit.

Despu¨¦s de la hora de la comida la fiesta se traslad¨® a la piscina central. All¨ª la m¨²sica hizo su papel: hacer que la gente se acerque m¨¢s, tal vez un poco m¨¢s all¨¢ de lo que muchos podr¨ªan considerar dentro de los m¨¢rgenes de lo decoroso. Ya hab¨ªa desaparecido el postureo de mucho cuerpo escultural. Muchos dejaron el macho alfa en el tobog¨¢n. Otros, sencillamente, se dejaron llevar. Culpa y Circuit Festival no combinan.