Un pueblo para los artistas
Olmeda de las Fuentes, a una hora de la capital, no llega a los 300 habitantes. Convertido desde hace d¨¦cadas en residencia de pintores la poblaci¨®n creativa se renueva y ahora incluye tambi¨¦n a escritores o m¨²sicos
Pong¨¢monos en situaci¨®n: Olmeda de las Fuentes, un pueblito m¨ªnimo que no llega a los 300 habitantes, a una hora de Madrid y lindante con la provincia de Guadalajara, en medio de un p¨¢ramo de vegetaci¨®n ocre y reseca. M¨¢s: la terraza de uno de sus dos bares supervivientes, ocho de la tarde, cuando el sol de este agosto decide ser un poco menos impenitente.
Olv¨ªdense de agricultores pertrechados con aperos comentando lo duro de la jornada. Las conversaciones de los all¨ª presentes tienen otro rumbo: ¡°Se podr¨ªa decir, en otras palabras, que el arte no conoce el ruido¡±, comenta un arquitecto reciclado en escen¨®grafo teatral, que apostilla: ¡°Creo que lo dijo Roland Barthes, el fil¨®sofo, pero no me hag¨¢is mucho caso¡±.
A su lado, un escritor, le comenta a un pintor que una novela implica mucha m¨¢s continuidad intelectual que un libro de ensayo o una recopilaci¨®n de poemas, y que no hay quien lleve eso con dos hijas peque?as. El artista del lienzo asiente comprensivo mientras da cuenta de su ca?a, y a?ade ¡°la cultura en este pa¨ªs est¨¢ jodida. No hay subvenciones y por tanto no hay tiempo¡±. ?l tiene que compaginar exposiciones con ilustraciones ¡°de lo que sea¡±. Un poco m¨¢s all¨¢, un lutier y un m¨²sico de estudio hablan de la importancia de un instrumento bien hecho.
Estamos en Olmeda de las Fuentes. A Jes¨²s Zulaica, traductor, le debemos la lectura solazada, y en castellano, de A sangre fr¨ªa, de Truman Capote, los libros de Kerouac o lo ¨²ltimo de Martin Amis. Lleva aqu¨ª desde principios de este siglo. ¡°Acab¨¦ en Olmeda por casualidad. Me vine de Bilbao a Madrid, me divorci¨¦, mi hijo era menor de edad y decid¨ª quedarme cerca. Olmeda es una bicoca para la gente bohemia, pero me enter¨¦ una vez que estaba aqu¨ª asentado¡±, cuenta, y sigue: ¡°Traducir a tama?os autores desde mi estudio, con la ventana abierta a esa ladera, esos colores ocres y verdes, es un lujo. El mejor sitio pensable¡±.
El traductor se refiere tal vez a lo que uno ve cuando se acerca a Olmeda de las Fuentes. Una localidad repleta de olmos (de ah¨ª el nombre) y de verdor en los entresijos de sus calles y patios. Como un vergel en mitad de un erial. O, pongamos, un oasis en medio de un desierto marroqu¨ª ¡ªlo de Fuentes viene de su agua subterr¨¢nea, hace cuatro d¨¦cadas se llamaba Olmeda de las Cebollas, mucho menos glamuroso¡ª. Sea como fuere, este pueblo de cuatro (y poco m¨¢s) casas blancas, que tanto recuerda a una aldea alpujarre?a (solo que la playa no est¨¢ a dos pasos), destaca entre la rutina gran¨ªtica y ladrillera de todo lo que lo rodea a pie de carretera.
Hasta hace no mucho (unas cuatro d¨¦cadas) fue reducto de pintores, y de los buenos, de los que vend¨ªan, y mucho: los de la Escuela de Vallecas.
¡°A la troupe surrealista concebida por el escultor Alberto y el pintor Benjam¨ªn Palencia en 1927, cuando se plantearon la renovaci¨®n del arte espa?ol, a imagen y semejanza de los movimientos vanguardistas que ven¨ªan estremeciendo Europa desde hac¨ªa un cuarto de siglo¡±, cuenta Wikipedia.
Pues bien: la mayor¨ªa decidieron vivir aqu¨ª. ?lvaro Delgado y Luis Garc¨ªa Ochoa se encontraron hace 40 a?os con un poblacho lleno de colores irrepetibles, y llamaron a los dem¨¢s: Alberto Moreno, Vela Zanetti, Francisco San Jos¨¦ y Pilar Aranda, Eugenio Granell, Jos¨¦ Frau, Joaqu¨ªn Valseiro, Enrique Azcoaga... Todos vivieron aqu¨ª, y todos vendieron much¨ªsimo. Y triunfaron allende nuestras fronteras.
Sergio Rodr¨ªguez Prieto es poeta, novelista y ensayista. Y cr¨ªtico literario. Y vive ahora en este reducto de lo que crea, aparte de sus acciones cooperativas para el tercer mundo, a trav¨¦s de la Uni¨®n Europea. Vive en Olmeda. ¡°Llegamos [su mujer sueca y ¨¦l] de casualidad. En Nuevo Bazt¨¢n, aqu¨ª al lado, han plantado una gasolinera enfrente del palacio m¨¢s significativo. Eso nunca pasar¨ªa aqu¨ª. ?Que por qu¨¦ hay tantos artistas en este pueblo? Dir¨ªa que por la est¨¦tica. Es fundamental en cualquier artista, haga lo que haga, hay un componente esteta, de belleza. Y este pueblo es lo m¨¢s bonito que puedes encontrar por aqu¨ª¡±.
Josete tiene su estudio de grabaci¨®n en una de estas casas. Lleg¨® aqu¨ª, como el resto de los artistas, por casualidad. Se va de gira habitualmente con Rosario y otros m¨²sicos aflamencados de relumbr¨®n. Es un guitarrista consumado. No ten¨ªa ni idea de que este pueblo fue copado por pintores en los a?os setenta. Buscaba una casa grande para tener hijos, y sin un precio abusivo.
Su mujer, Victoria, es abogada y concejala de cultura. No cobra un duro por esto ¨²ltimo. Seg¨²n la legislaci¨®n actual, ejercer en un pueblo de menos de 3.000 habitantes no te da derecho a un sueldo. ¡°Me da igual¡±, dice la concejala ,¡±me compensa ver hecho realidad todo lo que planteamos en cuanto a actividades culturales. Somos independientes, los primeros Podemos¡±, se vanagloria.
Su marido Josete a?ade, entre guitarras espa?olas, mandolinas y todo lo que ven¨ªa antes: ¡°Olmeda es un pueblo raro, m¨¦telo en Google Maps y siempre te llevar¨¢ al sitio equivocado. Pero ah¨ª radica la magia. Somos otra cosa. Y tal vez por eso somos el mejor sitio para crear¡±.
Como crea Lucie Geffr¨¦. Acab¨® en Olmeda de casualidad, sencillamente porque ella, que vino de Burdeos, y su pareja ¡ªprofesor de instituto y ajedrecista consumado¡ª tuvieron dos hijas y buscaban m¨¢s espacio. ¡°Unos amigos nos hablaron de este lugar¡±, dice la artista gala, pendiente de exponer en Londres y m¨¢s all¨¢, ¡°no porque fuera un reducto de artistas, sino por lugar tranquilo, y nos encontramos con esto. Nunca habr¨ªamos elegido un lugar mejor para dedicarnos a lo que nos dedicamos¡±, a?ade con acento galo.
¡°Genuis Loci¡±, aporta Pablo Fern¨¢ndez, de 42 a?os, arquitecto reconvertido en escen¨®grafo teatral, vive en una de las casitas blancas de la ladera de Olmeda de las Fuentes. Seg¨²n dice, ¡°la presencia bohemia de hace 40 a?os ha motivado que estemos aqu¨ª¡±.
O, como ¨¦l dice, vinimos aqu¨ª por todo lo contrario": Y matiza: ¡°Nuestro proyecto parte de que el decorado, en s¨ª mismo, es una obra. Y los actores sobran. Este pueblo estuvo lleno de pintores, y aunque no est¨¢n ya, algo queda porque esto est¨¢ lleno, sin buscarlo, de artistas de las m¨¢s diferentes ramas. La pregunta es: ?Estamos los que vivimos en Olmeda de las Fuentes, como artistas por los pintores que vivieron aqu¨ª? ?O lo somos porque estuvieron aqu¨ª y dejaron esa energ¨ªa? No s¨¦, sinceramente, qu¨¦ pintamos aqu¨ª. Solo s¨¦ que nos encanta¡±.
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