50 a?os de vida en cuatro bolsas

"Para nosotros son momentos mal¨ªsimos porque casi no hemos recuperado nada. Contemplar c¨®mo mis padres ven reducido el trabajo de 50 a?os de su vida a cuatro bolsas es muy doloroso. Tampoco hemos podido buscar entre los escombros para ver si pod¨ªamos recuperar m¨¢s enseres, pero supongo que es lo que hay", dice Marisol P¨¦rez, una de las hijas de un matrimonio de octogenarios que perdi¨® su vivienda en Carabanchel en la ma?ana del lunes 3 de agosto cuando el edificio n¨²mero 5 de la calle de Duquesa de Tamames se vino abajo. Dos semanas y tres d¨ªas despu¨¦s, P¨¦rez acompa?¨® a su padre al colegio Antonio Machado para recoger los pocos enseres que aguantaron la fuerza del desplome. Como ellos, por ese camino largo han pasado todos los vecinos del inmueble desmoronado.

En cajas y bolsas, las familias recuperaron los pocos objetos que quedaron enteros y que muchos hab¨ªan reunido a lo largo de una vida. El momento m¨¢s duro para Jos¨¦ Julio Ruiz, vecino y portavoz de los afectados, fue el mi¨¦rcoles, cuando se acerc¨® a la Junta Municipal de Carabanchel para ver en fotograf¨ªas lo que quedaba de su vida. "Perdimos todo. Hay que pasar por esto para entenderlo. Ver pasar los objetos en una pantalla mientras dices: 'No, no, no, no es m¨ªo', fue horrible", explica Ruiz, que tiene 51 a?os y trabaja como mec¨¢nico industrial.

Ruiz es un apasionado de la fotograf¨ªa y, sobre todo, de la literatura. Ten¨ªa en su piso sus c¨¢maras y los 250 libros que hab¨ªa coleccionado desde ni?o. Algunos los ten¨ªa dedicados por escritores y otros hab¨ªan marcado su vida, pero de ellos ya no queda rastro: "Es de las cosas que m¨¢s me joden". Ruiz solo recuper¨® un mu?eco de pl¨¢stico de su hijo, la partida de defunci¨®n de su abuelo y el documento de la tasaci¨®n del chal¨¦ en el que viv¨ªa en Guadalajara y que vendi¨® para hacerse con el piso que se desplom¨®. "Me deshice de la otra casa para estar m¨¢s cerca de mi hijo", cuenta Ruiz, que es divorciado.

El vecino de Ruiz todav¨ªa tuvo menos suerte que ¨¦l, y solo se pudo rescatar la llave de su coche de entre los restos del edificio. Ruiz vive en el piso que le ha cedido el Ayuntamiento, pero est¨¢ desamueblado y ¨¦l no tiene muebles despu¨¦s de haberlos perdido tras el desplome. "Necesitamos de todo. Desde lo m¨¢s b¨¢sico, corta¨²?as o cepillos de dientes, hasta los muebles", dice Ruiz.

Los vecinos han abierto una plataforma de damnificados para saber por qu¨¦ el edificio se cay¨® si pas¨® la ITE en 2012 y un arquitecto lo vio en junio de este a?o. Pero la plataforma, que cuenta con un n¨²mero de cuenta (ES41 0075 1244 1506 0009 4657) a nombre de la Asociaci¨®n de Afectados por el edificio de Tamames, tambi¨¦n servir¨¢ para que quien quiera colabore econ¨®micamente con ella. La empresa en la que trabaja Ruiz va a dotar a los hijos de los vecinos afectados con material escolar para este a?o. "Se han interesado por los cr¨ªos y creo que es una iniciativa a seguir por parte de otras empresas", opina. Ruiz cuenta que una ni?a se le acerc¨® para decirle que romper¨ªa su hucha para darle dinero: "Me hab¨ªa hecho a la idea de que no rescatar¨ªa casi nada de mis cosas, pero ver que eran tan poquitas me hundi¨®, porque siempre te queda un resquicio de esperanza. En la empresa me dijeron que parara, pero me levanto a las 5.30 porque quiero mantener mi rutina. La vida sigue".