Colau har¨¢ un censo de patinetes el¨¦ctricos tras las quejas vecinales

Un a?o despu¨¦s de que los residentes de la Barceloneta abandonaran indignados sus casas una noche para improvisar una protesta contra los apartamentos tur¨ªsticos, las manifestaciones estivales de cada mi¨¦rcoles han vuelto al barrio. Pero el recorrido ha cambiado. Las inmobiliarias ya no son las paradas habituales de la marcha en las que se recrudecen gritos y pitidos. Las han reemplazado los locales de alquiler de patinetes el¨¦ctricos, cuyas molestias ¡ªatropellos, golpes, molestias en las aceras...¡ª son la nueva reivindicaci¨®n de la plataforma La Barceloneta Diu Prou.

El Ayuntamiento de Barcelona dice que es consciente del problema y quiere ¡°desarrollar medidas para la regulaci¨®n de estos veh¨ªculos¡±. Los segways y artefactos similares que se destinan a uso tur¨ªstico y de ocio deben contar con una autorizaci¨®n municipal. En la actualidad, hay 160 permitidos. Pero el Consistorio admite que ¡°existe la percepci¨®n de que el n¨²mero es superior¡±, as¨ª que ha decidido crear un censo como primer paso hacia un control m¨¢s eficaz.

Tras las inspecciones que hicieron aflorar el ¨²ltimo a?o 330 pisos tur¨ªsticos ilegales, los vecinos admiten que el problema se ha reducido. Hay menos turistas borrachos y sin camiseta por la calle, pero otra molestia que antes era puntual se ha acrecentado. ¡°Los patinetes el¨¦ctricos van por las aceras a toda velocidad y ya han atropellado a alguna persona¡±, explica la presidenta de la Asociaci¨®n de Vecinos de la Barceloneta, Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez. ¡°Alcanzan una velocidad impresionante y hay que andar con mil ojos para que no te golpeen¡±.

El portavoz de La Barceloneta Diu Prou, Sergio Arn¨¢s, asegura que los locales de alquiler de estos veh¨ªculos han aumentado. ¡°No es algo pasajero. El a?o pasado hab¨ªa un par y este ya son seis. Ponen bicicletas y patinetes sobre la acera y los peatones no podemos pasar¡±. La plataforma denuncia que muchos conductores van por las angostas aceras del barrio en grupos y sin ceder el paso a los viandantes.

A diferencia del rechazo a los apartamentos tur¨ªsticos, que era generalizado, la nueva reivindicaci¨®n divide al barrio. ¡°Los pisos s¨ª molestan, pero estos cacharros, no. Es cierto que hay m¨¢s y van por donde quieren, pero tambi¨¦n lo hac¨ªa yo con la bici cuando era ni?o¡±, opina Modesto Garc¨ªa, vecino de 75 a?os. Paco, que tiene ¡°m¨¢s a?os que Franco¡±, coincide con ¨¦l: ¡°Se ve que este a?o hay m¨¢s negocio. A m¨ª no me fastidian, que los j¨®venes se diviertan el tiempo que les quede. Hay gente que es muy delicada...¡±.

En la plaza del mercado, en cambio, Marina y Rosa se muestran indignadas. ¡°Se meten por todos lados y algunos hasta van borrachos. ?Uno hasta se peg¨® un porrazo!¡±, comenta la primera. ¡°Esto es un Magaluf en Barcelona¡±, a?ade su amiga.

En el Paseo Mar¨ªtimo el trasiego es constante sobre el carril bici. Algunos van al mismo ritmo que un peat¨®n, pero otros a m¨¢s de 20 kil¨®metros por hora. Como un par de adolescentes que compiten zigzagueando. O una mujer con un beb¨¦ en una silla adaptada, que deja atr¨¢s a un ni?o de unos ocho a?os que maniobra con dificultad, pese a que la normativa solo permite conducirlos a mayores de edad.

¡°La mayor¨ªa de nuestros clientes son familias y algunos grupos de j¨®venes¡±, explica el dependiente de un local cercano. ¡°Pero yo me fijo antes de alquilar, por el bien de los vecinos y de nuestros patinetes. Si tienen pinta de que van a liarla, les digo que tengo todas las bater¨ªas descargadas¡±, asegura minutos despu¨¦s de haber despachado a una familia de turistas.

La plataforma culpa a estos negocios de haber inundado la calle de gente en patinetes por 10 euros la hora sin informarles de las normas. ¡°Yo voy a otro pa¨ªs y veo respetan las leyes. No entiendo por qu¨¦ hay este desbarajuste aqu¨ª¡±, lamenta L¨®pez.