Historia de dos porcelanas
En una sala del remodelado Museo del Romanticismo se exhibe una valiosa pareja de figuras del siglo XIX
La maja y el torero esperan al visitante en sus fanales. Por fin en el lugar de honor que merecen estas porcelanas que tienen su historia y su dosis de misterio, en la Sala de los costumbrismos andaluces del Museo del Romanticismo.
Se trata de una pareja de bailarines ataviada a la rom¨¢ntica, con todos los aderezos de la ¨¦poca: ¨¦l con su madro?era, capote de paseo plegado, calzas bordadas en oro; ella con mantilla de blonda y peinado en ¡°band¨®¡±, corpi?o brocado con amplio escote parisiense, falda tut¨² a tres volantes y, por supuesto, ambos con casta?uelas encerradas en las manos que dibujan una manera precisa de retener el cr¨®talo contra la palma, remate del braceo a la espa?ola. Y se sabe qui¨¦nes son: Los franceses Marie Guy-Stephan y Marius Petipa. Los retratos de sus caritas de loza fina no enga?an.
Guy-Stephan y Petipa fueron pareja de baile en el Teatro del Circo de Madrid. Ella fue la m¨¢s aclamada de su tiempo desde San Petersburgo a Londres o Viena, y ¨¦l se convirti¨® en el core¨®grafo m¨¢s importante de la historia, el creador de Don Quijote en ballet que a¨²n persiste en repertorio. Petipa hizo los dos primeros ballets sobre Carmen de Merim¨¦e en Madrid.
Las porcelanas son de factura francesa y han sido atribuidas a Jacob Petit, el famoso modelista y pintor de origen jud¨ªo al que se considera la cima de ese estilo llamado Viejo Par¨ªs. Las porcelanas del Rom¨¢ntico no est¨¢n firmadas y se datan alrededor de 1840, debajo tiene una marca de pincel que reza ¡°M I. E..¡±. Con toda probabilidad este dato no lo tuvo a mano quienes las se?alan como de manos de Petit. Lo mismo pensaba el ex-bailar¨ªn y coleccionista An¨ªbal Navarro, que ten¨ªa una pareja de estas figuras en el formato miniatura, y estas s¨ª ten¨ªan las siglas de firma debajo: ¡°J. P.¡± Esas y una pareja similar a las del museo se exhibieron en la Calcograf¨ªa Nacional de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1992.
El tema del pas de deux que representan las figuras, est¨¢ presente en los repertorios tradicionales, que se sepa, desde cerca de 1820. La m¨²sica que lo acompa?a, de autor desconocido y catalogada como ¡°popular¡± sin serlo, se ha copiado con variaciones orquestales y repeticiones al uso desde antiguo; a veces, esta composici¨®n aparece como El Torero y La Malague?a, como reza en la primera p¨¢gina del manuscrito orquestado por Jos¨¦ Jover en 1898 en Murcia. A veces se encuentran arreglos para rondalla.
La coreograf¨ªa tambi¨¦n tradicional es una de las joyas del repertorio cl¨¢sico del estilo bolero. La ha mantenido viva durante generaciones la familia sevillana de Los Pericet. La ¨²ltima vez que dos de los hermanos, Carmelita y ?ngel, bailaron esa danza en Madrid fue en el Teatro de la Zarzuela en 1992. Hay datos fehacientes de que ya en torno a 1895 ?ngel Pericet Carmona (abuelo del otro ?ngel) ense?aba La Maja y el Torero en su primitiva academia de la calle Esp¨ªritu Santo de Sevilla. Ese baile lo hab¨ªa aprendido de La Campanera (a quien dibuj¨® Gustavo Dor¨¦ para su libro de viajes por Andaluc¨ªa hecho al alim¨®n con Davillier) y del maestro Segura.
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