Un oficio sencillo
El cantante de Nebraska engarza melod¨ªas soleadas, desarrollos ocurrentes y referencias mel¨®manas con exquisitez
Acostumbrados a escucharle tantas grandes canciones, hemos llegado a pensar que el de Josh Rouse es un oficio sencillo. Aquel chico enso?ador y t¨ªmido de Nebraska que emigr¨® a nuestro c¨¢lido Mediterr¨¢neo acumula ya una docena de ¨¢lbumes y algunos destellos plateados en las sienes, pero no se cansa de engrosar el cat¨¢logo con p¨¢ginas apreciables. Las del reciente The Embers of Time, que el jueves present¨® en una sala Costello entregada, no prenden en la memoria con el vigor de The Happiness Waltz (2013). Pero ser¨ªa absurdo renegar de Too Many Things on My Mind, con aromas de cl¨¢sico californiano en los a?os setenta, o de ese Crystal Falls donde nuestro hombre del sombrero se transforma en un Dylan indie y expansivo.
Rouse acaso cargue con la losa de dos discos inalcanzables, Nashville y 1972, y el descr¨¦dito de alguna concesi¨®n desafortunada a su pl¨¢cida vida levantina. Todo ello es tan cierto como que pocos autores pueden engarzar melod¨ªas soleadas, desarrollos ocurrentes y referencias mel¨®manas con tanta espontaneidad y exquisitez. A Lot Like Magic es un salvoconducto para la felicidad, I Will Live on Islands supera en tres minutos cualquier logro de Johnny Clegg y Comeback apela a un soul casi vacil¨®n para convertirse en adictiva.
Josh escribe con una naturalidad envidiable, como si enhebrar estribillos, ese arte por el que suspiran millones de m¨²sicos, fuera tarea f¨¢cil. Y quiz¨¢s ¨¦l mismo, sonriente y pudoroso, sea uno de los primeros en no concederse demasiada importancia, en ejercer como un artesano de la cotidianeidad. Pero hay muchas horas de vuelo en esas endiabladas l¨ªneas de bajo con las que Cayo Bellveser, uno de sus dos acompa?antes peninsulares, se gana el jornal. O en la muy original Oh, Look What The Sun Did, que son¨® fuera de programa por sugerencia de una admiradora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.