Jarana cervecera
Crystal Fighters pusieron en danza a una muchedumbre entregada en la f¨¢brica Damm
Un acierto. No hay m¨²sica m¨¢s cervecera, sonido que invite m¨¢s a la jarana y al desparrame al por mayor que la del Crystal Fighters. El grupo ingl¨¦s, con su patibulario aspecto de hippies 2.0 sobre un escenario decorado con motivos vegetales, organizaron una fiesta de tomo y lomo junto a la multitud que se concentr¨® frente a la antigua f¨¢brica Damm, por obra y gracia del patrocinio convertida en epicentro del BAM. Con las calles atestadas de p¨²blico mayormente joven ¡ª se hubo que cortar el tr¨¢fico de la calle Dos de Maig con Rossell¨® ¡ªy la cerveza a precios populares, la fiesta no tuvo freno. Antes, Senior i el Cor Brutal se hicieron un hueco en el corazoncito de quienes pudieron escuchar su m¨²sica, parcialmente oscurecida por conversaciones mil. La fiesta es as¨ª, m¨²sica y ruido. Jarana.
La v¨ªspera, primera noche de BAM, tuvo un color menos cervecero, m¨¢s crispado, distorsionado y agresivo. Por eso fue un peque?o enga?o, delicioso enga?o, la actuaci¨®n de Beach Beach, grupo mallorqu¨ªn que comenz¨® el BAM. Pop cl¨¢sico de guitarras limpias, punteos no sepultados en distorsi¨®n y melod¨ªas evocadoras. A ello se sum¨® que para ellos tocar en el BAM ten¨ªa un sentido especial: hacerlo en unas fiestas patronales que no solo se resuelven con el sota, caballo y rey de los figurones que act¨²an en otras ciudades. Por ejemplo Da Bang, grupo de Pek¨ªn, no parece que tendr¨ªa cabida en otras fiestas que no fuesen las de Barcelona. Bien es cierto que ateni¨¦ndose a su sonido, rock y funk con cierta intenci¨®n bailable, podr¨ªa ser de ?New Havent?, ?Athens?, ?Birmingham?...pero ah¨ª estaban esos ojos rasgados para sacar al despistado del error. Correctos sin m¨¢s, pusieron la nota ex¨®tica del cartel. De vuelta a casa Mourn, grupo de mayor¨ªa femenina de Cabrils, evidenci¨® que cada d¨ªa suenan mejor, que su rock con ra¨ªces en los grupos de los noventa es m¨¢s personal y que el escenario ya no resulta un lugar hostil en el que morirse de nervios ¡ªsus componentes est¨¢n en plena post-adolescencia¡ª. El p¨²blico lo reconoci¨® reuni¨¦ndose en gran cantidad frente a su escenario de la plaza Joan Coromines, ahora con una hierba que hace olvidar la tierra polvorienta de anta?o.
El grupo surcoreano
Pero volviendo al exotismo, la palma se la llevaron Jambinai, un grupo surcoreano que hace una especie de rock y hardcore mezclando instrumentos tradicionales ¡ªgayageum (cuerda), haegum (especie de viol¨ªn) y danso (flauta)¡ª con los convencionales del rock. Causaron tanta sensaci¨®n, particularmente con el gayaegum, una caja de resonancia plana y alargada con doce cuerdas de seda que se toca con el cordaje paralelo al suelo, que por el momento se olvid¨® que interpretaban rock tenso con arranques hardcore separados por paisajes evocativos pautados por el haegum, una suerte de viol¨ªn de origen chino similar al shamisen, que tambi¨¦n se toca apoyado verticalmente. A esa hora la fiesta ya hab¨ªa avanzado lo suficiente como para que algunos, siempre ellos, bailasen hasta con los interludios. Claramente, estos bailarines ya estaban en su para¨ªso y tanto daba arre que so.
Las dos ¨²ltimas propuestas fueron Loop, el grupo m¨¢s veterano de la noche, de hecho reunificado tras a?os de silencio, que como su nombre indica aplicaba en bucle ritmos sencillos con la potencia de una prensa mec¨¢nica, guitarras en distorsi¨®n y no especial velocidad sino acentuando m¨¢s la intensidad y Metz, una banda joven ruidista y revivalista con el retrovisor en los noventa. Noche intensa en la que pareci¨® no darse una especial presi¨®n comercial de los lateros, que en su versi¨®n ¡°cocteler¨ªa Boadas¡± preparaban sus mejunjes en una esquina l¨®brega dominada por el olor a orines.
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