Bautismo sinf¨®nico en la Sagrada Familia
Emocionante debut de Kazushi Ono y la OBC en el templo de Gaud¨ª
Unir la magia arquitect¨®nica de Antonio Gaud¨ª y la fuerza espiritual de la m¨²sica religiosa tiene efectos milagrosos. Lo comprobaron in situ los 3000 espectadores que ayer domingo, maravillados por la belleza de la imponente bas¨ªlica, asistieron en la Sagrada Familia al concierto gratuito de la Orquestra Simf¨°nica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) bajo la direcci¨®n de su nuevo titular, el japon¨¦s Kazushi Ono. Fue un bautismo sinf¨®nico cargado de emoci¨®n en el que interpretaron obras de Mozart, Toru Takemitsu y el sereno R¨¦quiem de Gabriel Faur¨¦. "He escogido las obras por su dimensi¨®n celestial y puedo decir, con emoci¨®n, que he tocado el cielo al interpretarlas en este templo excepcional", afirm¨® Ono al acabar el concierto.
Emocionante es la palabra que repet¨ªan muchos espectadores. Un p¨²blico variopinto, con muchas familias y muchos abonados a las temporadas de la OBC -el Auditori sorte¨® 1800 localidades- y representantes del mundo cultural y empresarial, pero con una m¨¢s bien magra representaci¨®n institucional, encabezada por Ferran Mascarell por parte del gobierno de la Generalitat y el regidor del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Asens.
Cuando el organista de la Sagrada Familia, Juan de la Rubia, rompi¨® el silencio tocando la Improvisation I del compositor catal¨¢n Bernat Vivancos, la sonoridad del ¨®rgano de la Sagrada Familia inund¨® todos los rincones de la nave. Tras la pieza, que alterna climas contemplativos y poderosos contrastes, los metales de la OBC tomaron la palabra para transmitir la belleza sonora de Signals from Heaven, del japon¨¦s Toru Takemitsu.
Aunque la ac¨²stica de la gran nave, que tiene una reverberaci¨®n de unos 11 segundos, es nefasta para una orquesta sinf¨®nica, el sistema de amplificaci¨®n funcion¨® razonablemente bien. Y la OBC, acostumbrada a la ac¨²stica de su sede, el Auditori, de unos dos segundos, intent¨® paliar la confusa proyecci¨®n del sonido contando con la precisa y ajustada direcci¨®n de Ono.
La magnificencia del espacio compens¨® los problemas ac¨²sticos. El p¨²blico parec¨ªa extasiado ante el derroche de emociones que transmit¨ªa la m¨²sica en semejante escenario; centenares de espectadores dirig¨ªan su mirada hacia las alturas mientras escuchaba el famoso Exultate, jubilate de Mozart, y, aunque la claridad de l¨ªneas se perd¨ªa en la imponente bas¨ªlica, la soprano Maria Hinojosa resolvi¨® con admirable aplomo y musicalidad la dificil¨ªsima parte solista de una partitura a medio camino entre la m¨²sica sacra y el virtuosismo oper¨ªstico.
No hubo descansos para no romper la atm¨®sfera de un concierto dise?ado en torno al hermoso, sereno y espiritual R¨¦quiem de Faur¨¦, con el bar¨ªtono Josep Ramon Oliv¨¦ y la soprano Maria Eug¨¨nia Boix como expresivos solistas y una masa coral integrada por el Cor Jove del Orfe¨® Catal¨¢ y el Cor Madrigal que aport¨® emotividad a raudales y momentos de infinita dulzura, especialmente en el sublime final.
"La emoci¨®n que se siente al cantar en un lugar tan maravillo es ¨²nica y, aunque la amplificaci¨®n resta naturalidad, ha dado mucho relieve a las voces", afirmaban Mireia Barrera y Esteve Nabona, directores respectivamente del Cor Madrigal y la formaci¨®n joven del Orfe¨® Catal¨¤. "Ha sido un concierto para escuchar y ver, para dejarse envolver con la magia de Gaud¨ª", comentaba un matrimonio de abonados de la OBC con muchas horas de vuelo.
El concierto, pensado para estrechar los lazos de la OBC con los ciudadanos, ha superado las mejores expectativas. Y como la fama universal de Gaud¨ª es un poderoso im¨¢n para todos los p¨²blicos, el concierto en la Sagrada Familia ha atra¨ªdo la mirada de medios internacionales como la plataforma online de m¨²sica cl¨¢sica Medici TV, que lo transmiti¨® en streaming. Desde el punto de vista t¨¦cnico, cabe destacar que la televisi¨®n p¨²blica del Jap¨®n, la NHK, ha aprovechado la excepcionalidad del acontecimiento para probar una nueva tecnolog¨ªa de grabaci¨®n en 8K.
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