Borges, el aventurero
Una exposici¨®n en Barcelona muestra una selecci¨®n de fotograf¨ªas de los viajes del escritor argentino y su viuda, Mar¨ªa Kodama
Menuda, con voz suave pero con una mirada determinante, Mar¨ªa Kodama, viuda del escritor argentino Jorge Luis Borges, explica que era un viajero incansable y con gusto por el riesgo: ¡°Yo creo que si no hubiera sido por la ceguera, habr¨ªa sido un aventurero. No ten¨ªa miedo de nada y, sobre todo, se divert¨ªa much¨ªsimo y le gustaba la acci¨®n¡±. Lo contaba en la inauguraci¨®n de la exposici¨®n El atlas de Borges en la Biblioteca Jaume Fuster de Barcelona que este a?o ha aprovechado la condici¨®n de Buenos Aires como ciudad invitada a la Merc¨¨ para organizar una actividad en torno a la figura de Borges. En realidad, se trata de una muestra del material que integr¨® una exposici¨®n mayor que con el mismo nombre ha viajado por diferentes ciudades, entre ellas Madrid. Las fotograf¨ªas ¡ªy los textos que las acompa?an¡ª de los viajes que hicieron juntos a partir de los a?os 70 dieron forma al libro Atlas,publicado en 1984, dos a?os antes de su muerte.
¡°Le gustaba mucho la fotograf¨ªa. Dec¨ªa que las palabras se pueden cambiar, hasta borrar la esencia y que la imagen es un instante que queda congelado¡±, recordaba su viuda que realiz¨® miles de fotograf¨ªas en aquellos viajes a Estambul, Ginebra, Egipto, M¨¦xico y Jap¨®n, entre otros. Paseando por la exposici¨®n -¡ªen una de las salas de la biblioteca Jaume Fuster que tiene en los viajes uno de sus ejes vertebradores¡ª, Kodama recordaba no solo los viajes y su memoria iba al inicio de una relaci¨®n que sus amigos le afeaban: ¡°Pero d¨®nde vas con ese hombre tan mayor¡±. A los 12 a?os, Kodama asisti¨® a una conferencia del genial escritor, del que despu¨¦s fue alumna, y qued¨® fascinada. Con 42 a?os de diferencia de edad, ella fue, en la d¨¦cada de los setenta, su secretaria hasta convertirse en su c¨®mplice, compa?era y esposa en los ¨²ltimos a?os de la vida de una de las figuras del pensamiento y literatura mundial.
Genial y divertido, son las palabras que m¨¢s utiliza Kodama para definir a Borges. Paseando entre las fotos y frente a una de ellas, con el fondo de las pir¨¢mides de Egipto, explica que con frecuencia viajaban sin reservas de hotel, como en esa ocasi¨®n en concreto. Era a finales de los 70 y las constantes preguntas de los asistentes egipcios que quer¨ªan saber a d¨®nde iban les sorprendieron ¡°sobre todo porque es que no nos lo plante¨¢bamos. ?l se re¨ªa y comentaba que hici¨¦ramos lo que hici¨¦ramos, ellos siempre se acababan enterando igual. A m¨ª eso me inquietaba porque me sent¨ªa vigilada, pero ¨¦l se re¨ªa¡±.
¡°Pensamos en un pa¨ªs de crueldad; esa noci¨®n data de las Cruzadas, que fueron la empresa m¨¢s cruel que registra la historia y la menos denunciada de todas. Pensamos en el odio cristiano acaso no inferior al odio, igualmente fan¨¢tico, del Islam. En el Occidente le ha faltado un gran nombre turco a los otomanos. El ¨²nico que nos ha llegado es el de Suleim¨¢n el Magn¨ªfico¡±. Es el texto que acompa?a a una imagen en la que se recorta el rostro del escritor argentino con la Mezquita Azul de Estambul al fondo.
Ella era quien le describ¨ªa lo que ve¨ªa. ¡°A veces nos advert¨ªan que ¨ªbamos a sitios un tanto peligrosos, pero si ¨¦l quer¨ªa y no ten¨ªa miedo o reparos, yo no pod¨ªa decirle que no¡±, a?ad¨ªa Kodama. Fotos de ciudades, de momentos de los viajes ¡ªcomo una en la que aparece Borges en Madrid, con un pie vendado despu¨¦s de haber sufrido una quemadura¡ª y alguno de los rincones favoritos: ¡°Nunca sue?o con el presente sino con un Buenos Aires pret¨¦rito y con las galer¨ªas y claraboyas de la Biblioteca Nacional en la calle M¨¦xico. ?Quiere todo esto decir que, m¨¢s all¨¢ de mi voluntad y de mi conciencia, soy irreparablemente, incomprensiblemente porte?o?¡±. Es el texto que acompa?a la imagen del escritor en uno de los pasillos subterr¨¢neos de aquella biblioteca de la que fue nombrado director en 1955, el mismo a?o en el que el proceso de ceguera progresiva finalmente le sumi¨® en la oscuridad: ¡°Le encantaba pasar ratos entre estanter¨ªas¡±, recuerda ella.
Impulsora de la Fundaci¨®n Internacional Jorge Luis Borges ¡ªcreada en 1988 en Buenos Aires, dos a?os despu¨¦s de su muerte¡ª Kodama vela con firmeza su legado. "Envidia, resentimiento y despecho¡±,? dice ¨Cy lo hace con una mirada desafiante- que es lo que suscita el extraordinario valor de lo atesorado por el escritor a lo largo de su vida ¨Csu biblioteca, manuscritos, algunas de sus primeras ediciones, objetos personales como su colecci¨®n de bastones- y que constituye el fondo de la Fundaci¨®n que es la que programa conferencias y todo tipo de actividades en torno a la figura de Borges.
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