El pulm¨®n enfermo de Valdebernardo

Una decena de carpas del estanque del parque de Valdebernardo, en Vic¨¢lvaro, emergieron muertas este verano despu¨¦s de que el agua del peque?o lago artificial se llenase de espuma y se volviese negra. Jos¨¦ Manuel Delgado, un vecino de este distrito, cree que los peces murieron porque el agua no fue depurada ni filtrada. ¡°La Comunidad se escuda en las altas temperaturas, pero no ha sido solo eso. El agua est¨¢ suc¨ªsima y no se oxigena. Los peces no pod¨ªan respirar¡±, explica Delgado, que es uno de los 1.000 miembros de la Asociaci¨®n de Vecinos de Valdebernardo (Afuveva) que se quejan del mantenimiento del recinto y piden que su gesti¨®n pase de la Comunidad al Ayuntamiento.

El parque forestal de Valdebernardo, que se inaugur¨® en 2007, es el ¨²nico de la ciudad que est¨¢ gestionado por la Comunidad. La zona del estanque, donde conviven carpas, tortugas de Florida y varias especies de patos, es la mejor cuidada de las 103 hect¨¢reas de terreno que posee el tercer parque m¨¢s grande de la capital. ¡°Aunque est¨¢ prohibido, cuando la gente se cansa de sus tortugas las tira aqu¨ª. Hay una proliferaci¨®n de ratas y de tortugas, y es peligroso porque desequilibra el ecosistema. Los roedores, por ejemplo, se comen los huevos de los patos¡±, dice Delgado.

¡°El problema fue la ola de calor de verano¡±, afirma el gerente de la adjudicataria

Del mantenimiento del parque se ocupa la empresa Sogesel desde que el pasado enero se hiciese con la concesi¨®n hasta 2017. El sistema de regad¨ªo se estrope¨® en verano, y aunque Sogesel dice que se ha arreglado, muchos tubos siguen cortados y hay laderas secas donde antes abundaban los arbustos. ¡°El problema fue la ola de calor, que coincidi¨® con la rotura de una tuber¨ªa. Estuvimos sin agua unos d¨ªas, pero despu¨¦s se reg¨® por encima de lo normal¡±, afirma ?scar de Campo, gerente de Sogesel.

En los alrededores de Faunia, un zool¨®gico ubicado en el parque, el color del gran pulm¨®n de Vic¨¢lvaro es m¨¢s marr¨®n que verde: un secarral en el que se acumulan botas de f¨²tbol, latas, basura, restos de chatarra y plantas secas. En otros puntos hay ¨¢rboles con troncos negros como el azabache. ¡°Parece que ha pasado un incendio, pero lo que falta es que rieguen. En verano pedimos que viniese un cami¨®n cisterna a dar apoyo, pero no nos hicieron caso¡±, cuenta Mercedes Gonz¨¢lez, vicepresidenta de Afuveva y vecina del barrio.

Los vecinos enviar¨¢n la pr¨®xima semana la quinta carta con quejas desde 2008 a la Comunidad

Las hileras de ¨¢rboles tampoco son uniformes, y donde ten¨ªa que haber troncos de abetos o chopos negros solo quedan hoyos por los que pululan conejos. ¡°Es una agon¨ªa lenta. Poco a poco las plantas se van secando, cortan los troncos y nunca las reponen. Antes estaba lleno de vegetaci¨®n, pero ahora no¡±, dice Delgado.

La Comunidad aduce que la causa principal del estado del parque fue el calor que hizo en Madrid durante los meses de verano. ¡°Hubo escasez de lluvia y por eso algunas zonas verdes amarillearon. Se hizo un aporte extraordinario de agua y la situaci¨®n en el estanque se mejor¨®¡±, cuenta un responsable de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente.

Para los vecinos, la decadencia del estado del pulm¨®n de Vic¨¢lvaro comenz¨® poco despu¨¦s de su inauguraci¨®n. Hasta 2008, cuenta Gonz¨¢lez, hab¨ªa zonas de cultivo que ten¨ªan una funci¨®n did¨¢ctica a lo largo del recinto: hab¨ªa perales, manzanos, olivares y cereales, pero ahora solo quedan vides. Afuveva ha enviado cuatro escritos a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento desde 2007 para protestar por el mantenimiento y pedir que la gesti¨®n sea municipal. La pr¨®xima semana los vecinos tienen pensado reunirse y enviar el quinto comunicado desde la apertura del parque. ¡°Haremos inventario, y en menos de 14 d¨ªas remitiremos a la Comunidad nuestras quejas para intentar que la situaci¨®n se revierta¡±, avanza Delgado.

El pulm¨®n de Vic¨¢lvaro no solo es la tercera zona verde m¨¢s grande de la ciudad, sino que da soporte al parque Regional del Sureste, un espacio protegido de 32.000 hect¨¢reas en el que habitan gran variedad de aves. Muchas especies de patos y cig¨¹e?as vuelan de este ¨²ltimo al recinto de Valdebernardo para desovar y criar a los polluelos. Pero este verano, cuenta Delgado, pocos llegaron hasta el recinto por el estado del parque: ¡°Antes se pod¨ªan ver a muchas aves que ven¨ªan del parque Regional del Sureste cuidando a sus polluelos, pero entre las ratas y la suciedad cada vez es m¨¢s dif¨ªcil¡±.