Deuda: la malvada auditable
La autora sostiene que la recuperaci¨®n de la fiscalidad de 2007 hubiera hecho innecesario el endeudamiento y los recortes, adem¨¢s de cubrir el d¨¦ficit p¨²blico
La actual pasi¨®n pol¨ªtica es la auditor¨ªa. El resultado ha de ser aumentar la agenda judicial del gobierno (de no pagar deuda ya no se habla). La presidenta de la Comisi¨®n creada en la Comunidad de Madrid busca ¡°conocer si el origen de la deuda es leg¨ªtimo o ileg¨ªtimo y, en su caso, derivar a la Comisi¨®n de Investigaci¨®n de la Corrupci¨®n los asuntos que sean necesarios¡±.
Que nuestro dinero p¨²blico se haya enterrado en t¨²neles, autopistas por las que no se circula o yermos industriales o arquitect¨®nicos, en un momento de agudas necesidades sociales, es un aut¨¦ntico esc¨¢ndalo. Pero as¨ª era y es el liberalismo de Aguirre y Gonz¨¢lez: ama las piedras y los beneficios antes que a las personas. Lo que debiera preocupar es que se est¨¢ construyendo un discurso que deslegitima el endeudamiento.
Se ha declarado que ¡°el endeudamiento ha lastrado el desarrollo¡± y, m¨¢s all¨¢, ¡°que ha generado injusticia¡±. Ambas afirmaciones ocultan el verdadero problema de Madrid: la pol¨ªtica fiscal. La recuperaci¨®n de la fiscalidad de 2007 (?el rojo Gallard¨®n?) hubiera hecho innecesario el endeudamiento y los recortes, adem¨¢s de cubrir el d¨¦ficit p¨²blico.
La obra p¨²blica financi¨®, en el momento de exuberancia, el capitalismo de amigotes. Pero ha sido el permanente regalo fiscal el que nos ha privado de cerca de cuatro mil millones anuales en recursos.
Hay distintas alternativas a la austeridad. Una es cambiar las instituciones econ¨®micas (por ejemplo, sustituir concesiones por barrenderos voluntarios); otra traspasar recursos fiscales de las rentas altas a los salarios bajos de quienes tienen trabajo y, por ¨²ltimo, esa cosa antigua de mejorar la igualdad de oportunidades sobre la base del gasto p¨²blico universal. Esta ¨²ltima necesita reforma fiscal y presupuesto con deuda, dos cosas que molestan a las transversales clases medias.
La deuda p¨²blica madrile?a supone un 13,2% del PIB, la m¨¢s baja de Espa?a. Los intereses que pagamos los madrile?os solo suponen un 6,3% de nuestros ingresos corrientes. Sorprende que las fuerzas pol¨ªticas hayan comprado la inquina sobre una deuda tan radicalmente sostenible.
Sorprende que solo se busquen corruptelas en la deuda, h¨¢llense naturalmente. Quienes aspiramos a pol¨ªticas de postausteridad sabemos que es en la liberalizaci¨®n, la privatizaci¨®n y la huida del derecho p¨²blico donde se han encontrado las cajas B y la feria de los comisionistas. Pero parece que lo de revertir esta situaci¨®n tambi¨¦n era ret¨®rica electoral.
Sorprende que se ignore que las leyes de estabilidad rompieron el v¨ªnculo legal entre inversi¨®n y endeudamiento. Se estudiar¨¢n las infraestructuras del PP, pero la mayor parte del endeudamiento de la ¨²ltima legislatura se encontrar¨¢ pagando gasto corriente: peajes en sombra o desv¨ªos irracionales del gasto hospitalario, entre otros.
Sorprende que se busque en las obras municipales la caja b, pero no se diga nada de c¨®mo la entidades prestamistas se han beneficiado de tipos de inter¨¦s superiores a los que estaba pagando el Estado.
Cuando la deuda madrile?a estaba en el mercado al 4,25%, se pag¨® a la SICAV de Koplowitz un 4,99%. En las emisiones del prestamista cuyo nombre nunca fue revelado se ofreci¨® un 0,5% m¨¢s de lo que el mercado estaba exigiendo. En las dos emisiones posteriores, Madrid pag¨® un 2% m¨¢s que lo que pagaba el Estado. El conflicto con Montoro y Beteta ha supuesto un encarecimiento de cr¨¦dito tan da?ino como una caja B. Tampoco deber¨ªan ignorarse esos convenios con entidades financieras que, a coste de mercado cero, generan ping¨¹es resultados.
La Comunidad de Madrid esta creciendo en el ¨²ltimo trimestre a niveles del 3,2% con una pobre generaci¨®n de ocupados que no llega al 0,7%. Necesitamos, si deseamos una decisiva correcci¨®n del paro y del tipo de empleo que se crea, que el Presupuesto P¨²blico aporte a nuestra Comunidad un par de puntos m¨¢s de PIB, unos 4.000 millones de euros.
Eso requiere tres cosas: reforma fiscal, endeudamiento coherente con esa reforma y creaci¨®n de infraestructuras sociales y econ¨®micas que generen m¨¢s empleo y m¨¢s productividad, ¨²nica forma de elevar salarios. Pero eso exige izquierda, trabajo, presupuesto y programa. Es m¨¢s f¨¢cil auditar la malvada deuda: facilita el postureo y molesta menos a las clases medias. Es lo que hay.
Libertad Mart¨ªnez es exdiputada en la Asamblea de Madrid. Portavoz Econom¨ªa y Hacienda de IU en la legislatura 2011 ¨C 2015.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.