Barcelona Miserachs
Soterrada pol¨¦mica, otra vez en el Macba, sobre c¨®mo mostrar la fotograf¨ªa, a prop¨®sito de la exposici¨®n dedicada al libro ¡®Barcelona. Blanc i Negre¡¯ (1964)
El martes muri¨® la fot¨®grafa Hilla Becher (1934). ?C¨®mo apreciar la obra de los fot¨®grafos?, se preguntaba no hace tanto Michel Guerrin, analista y cr¨ªtico de Le Monde, ante la primera exposici¨®n en Par¨ªs de Bernd y Hilla Becher, cuando ya eran reputad¨ªsimos y por tanto muy etiquetados para el visitante medio. ?C¨®mo habr¨ªa que ver esas im¨¢genes imprecisamente documentales y de lucidez extenuante que constituyen su inventario del mundo industrial cl¨¢sico, que los Becher han retratado durante medio siglo? ?Colgadas sin m¨¢s? ?C¨®mo vemos las fotos, en suma? Las que est¨¢n en museos y centros de arte y todas las dem¨¢s, las que hemos visto y las que vemos y veremos por un mont¨®n de medios m¨¢s, en papel y en pantallas. Y, eso, ?importa? Pues s¨ª, no faltar¨ªa otra que no estuvi¨¦ramos entrenados en ver fotos. Sin embargo, saber mirar es otra cosa.
Solapada esta vez, aunque con portavoz medi¨¢tico, una pelea por c¨®mo exponer y ver fotos est¨¢ teniendo lugar en el Macba a ra¨ªz de la exposici¨®n Miserachs Barcelona. Cada vez me gusta m¨¢s, el Macba. Permite ponerte al d¨ªa de las denegaciones de ciertas ¨¦lites urbanas. La primavera pasada (?recuerdan?) fue un asunto de censura del director a una exposici¨®n, La bestia y el soberano. El cirio se sald¨® con una crisis en toda regla: destituci¨®n de los jefes de exposiciones y del programa de estudios, dimisi¨®n del director. Concurso p¨²blico para el nuevo director. Nuevo director antes del verano. Verano. Y, en septiembre, como si nadie tuviera memoria de nada, un grupo de reputados fot¨®grafos barceloneses se permite decir, por lo bajinis e incluso por medios para-p¨²blicos intern¨¢uticos, que la exposici¨®n Miserachs Barcelona debe ser cerrada.
As¨ª, como suena. No tengo ni idea de si la cosa sigue adelante, basta con que se haya producido, que algunos profesionales de la c¨¢mara fotogr¨¢fica de larga trayectoria hayan podido plantear que, como no les gusta la exposici¨®n, habr¨ªa que cerrarla.
La primera impresi¨®n que produce es de brevedad, lo que tras d¨¦cadas de exposiciones megaloman¨ªacas, es un comentario indirecto muy de agradecer
La exposici¨®n est¨¢ la mar de bien, muy bien. La primera impresi¨®n que produce es de brevedad, lo que tras d¨¦cadas de exposiciones megaloman¨ªacas, es un comentario indirecto muy de agradecer. No es breve, es intensa. No est¨¢ dedicada a la obra de Xavier Miserachs (1937-1998) sino a su libro capital, Barcelona. Blanc i Negre, de 1964. Un libro que hoy se puede encontrar ¨ªntegro en la red, tambi¨¦n en la misma web del Macba y que el visitante de la exposici¨®n podr¨¢ ver al final en una pantalla que va pasando sus p¨¢ginas, de manera que puedes calibrar su edici¨®n y puesta en p¨¢gina. Pues esto era un libro, un fotolibro. Una de las formas de ver fotos que entonces pasaba un buen momento editorial y ya no es el caso.
Lo que ha alterado los nervios de las historiadas ¨¦lites fotogr¨¢ficas barcelonesas, nada menos que las gentes de la gauche divine y aleda?os, es el montaje. Tal vez recuerden algunas de las fotos de prensa que acompa?aron la noticia de su inauguraci¨®n: figuras recortadas en un fondo color rosado o azulado. Grito en el cielo. Una osad¨ªa imperdonable. Hay que cerrar esta exposici¨®n que no respeta la obra sagrada de uno de los nuestros no menos sagrado. Vade retro.
En cambio, si ustedes la han visitado, tal vez se hayan sentido, como es mi caso, conmovidos por una forma de mostrar lo que est¨¢ en una foto ¡ªen esta sala, personas¡ª haci¨¦ndote part¨ªcipe. Meti¨¦ndote, como quien no quiere la cosa, entre esas figuras, que t¨² mismo, por efectos de luz y de juego de espejos del montaje, t¨² misma eres una silueta m¨¢s entre los barceloneses de medio siglo atr¨¢s.
Horacio Fern¨¢ndez, erudito de la historia de los fotolibros y de las revistas de fotograf¨ªa, es el curador, que firma as¨ª uno m¨¢s de sus comentarios, en forma expositiva, sobre las maneras de ver y exponer fotograf¨ªa. Es lo que hacen hoy las exposiciones fotogr¨¢ficas m¨¢s all¨¢ de los Pirineos. Responsables del montaje, de nota, son el estudio Langarita-Navarro y los dise?adores Ram¨®n Pez y Laia Abril. Con la editorial RM, el curador, en vez de un cat¨¢logo, republica el libro en dos versiones (portfolio y biblioteca), no como facs¨ªmil sino probando la fuerza narrativa de Miserachs, tan atento precisamente a la experimentaci¨®n que la foto documental conoc¨ªa entonces gracias a los fotolibros Life is Good & Good for You in New York de William Klein (1956) y Les Am¨¦ricans de Robert Frank (1958).
Barcelona Miserachs o ?miserable? No se pierdan esta exposici¨®n.
Merc¨¨ Ibarz es escritora y profesora de la UPF
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