¡°Antes pasaba hambre, ahora hambre y fr¨ªo¡±
Tres mujeres cuentan que se adentran en la miseria en Euskadi al reclamarles el Servicio vasco de Empleo entre 10.000 y 26.000 euros, adem¨¢s de retirarles las ayudas
Alo?a, Pilar y Mar¨ªa ¡ªeste ¨²ltimo es el nombre ficticio de una mujer real de 70 a?os¡ª tienen un grave problema en com¨²n. Pasan hambre, y a partir de ahora, ellas y las personas que dependen de ellas, van a pasar fr¨ªo. Son tres mujeres que, debido a errores administrativos, han contra¨ªdo una deuda que a?ade incertidumbre y miedo a sus vidas, cuando sus circunstancias personales ya estaban al l¨ªmite antes de verse afectadas por un error ajeno. Y no son las ¨²nicas.
En Euskadi hay centenares como ellas que un d¨ªa recibieron m¨¢s dinero del que les correspond¨ªa por las ayudas sociales y de inserci¨®n, y ahora el organismo p¨²blico que las concede y regula, y que se equivoc¨®, Lanbide, se lo reclama sin demasiada delicadeza ni explicaciones suficientes. El consejero de Empleo y Asuntos Sociales, ?ngel To?a, se comprometi¨® con la asociaci¨®n de afectados por Lanbide, en julio pasado, a resolver parte del problema. Pese a que prometi¨® reducir las devoluciones a 30 euros al mes, sigue cobrando a los deudores a raz¨®n del 30% mensual de la renta que les entrega, ¡ªen muchos casos m¨¢s de 200 euros de los 700 de media que perciben¡ª. Los empleados de Lanbide segu¨ªan respondiendo el mi¨¦rcoles lo mismo: "Todav¨ªa no tenemos la orden de reducir las devoluciones a 30 o 40 euros, cobramos el 30% de la Renta de Garant¨ªa de Ingresos". Fuentes de Empleo aseguran que siguen trabajando y esperan poner en marcha la nueva regulaci¨®n antes de fin de a?o, consientes de que hay gente que est¨¢ sufriendo.
Antes de fin de a?o
El Gobierno vasco asume que va m¨¢s lento de lo que desea. Pese a que inicialmente quer¨ªan haber resuelto la cuota social de devoluci¨®n este mes, la nueva fecha es antes de fin de a?o, aunque tampoco ofrecen garant¨ªas. Fuentes del departamento explican que est¨¢n pactando el nuevo texto que permite cobrar de manera personalizada a los deudores, y bajar desde la actual cuota del 30% de lo que reciben, a 30 o 40 euros mensuales, si su situaci¨®n es delicada, o incluso dar moratorias de meses en el caso de que no puedan hacer frente a ella coyunturalmente. La nueva regulaci¨®n, dicen, ha sido consensuada con el Defensor del Pueblo Vasco -Ararteko- y organizaciones sociales como Cruz Roja y otras. Precisamente fue el Ararteko el que pidi¨® al Gobierno hace ya m¨¢s de 12 meses -PSE y EH Bildu sacaron una proposici¨®n no de ley adelante el pasado junio- que regulara una cuota social para evitar este tipo de casos extremos.
A Pilar, una mujer de Lazkao, Gipuzkoa, con su marido dependiente, la administraci¨®n vasca le exige 11.000 euros en dos pagos, y cada semana recibe una carta de Lanbide en la que se lo recuerdan. Le advierten de que, en caso contrario, se ver¨¢n las caras en el Contencioso Administrativo. A Pilar le han retirado la Renta de Garant¨ªa de Ingresos porque dicen que cometi¨® dos errores, no estar apuntada en Etxebide, la sociedad que concede las viviendas sociales a quienes la necesitan ¡ªella acredita que lo est¨¢ desde 2011¡ª y que un mes se le olvid¨® sellar el paro. En julio pasado cobr¨® por ¨²ltima vez los algo m¨¢s de 600 euros que le correspond¨ªan. "Antes pasaba hambre, y ahora vamos a pasar tambi¨¦n fr¨ªo", denuncia desesperada.
A Pilar, con su marido
Llega el invierno, las facturas de la luz y del gas suben y la cuota social de devoluci¨®n de la deuda no llega. En Espa?a, adem¨¢s, el precio del recibo de la luz se ha duplicado respecto al que se pagaba antes de la crisis. Para Alo?a, Pilar y Mar¨ªa, el sistema que les iba a ayudar a reinsertarse en la sociedad, se ha convertido en un laberinto que lejos de resolver sus problemas, los est¨¢ agudizando La Asociaci¨®n de Afectados ha solicitado una nueva reuni¨®n con el consejero, para recordarle que les dijo que para el invierno iba a estar solucionado. Pero el borrador del decreto no llega a la asociaci¨®n, en Lanbide no dicen nada y el silencio del departamento es ¡°la evidencia de que o no est¨¢n haciendo nada o van mucho m¨¢s despacio de lo que dijeron¡±, critica su presidenta, Vicky Molina.
En Euskadi la Renta de Garant¨ªa de Ingresos es derecho subjetivo. ¡°A Pilar, que vive en un piso alquilado y que tiene que ayudar a su marido hasta para llevarle al ba?o, le reclaman m¨¢s dinero del que ha recibido por ese concepto, es incre¨ªble¡±, critica Molina. ¡°No vamos a esperar a que Lanbide la lleve al Contencioso, el caso lo vamos a llevar nosotros al tribunal esta misma semana¡±, dice, parafraseando al abogado de la asociaci¨®n.
El sistema vasco de protecci¨®n social, uno de los m¨¢s avanzados, se dise?¨® con un concepto ¨²nico e innovador, ofrecer en la misma ventanilla las ayudas sociales ¡ªRenta de Garant¨ªa de Ingresos y Complemento de Vivienda¡ª y adem¨¢s los empleos disponibles para cada perfil. Pero cometi¨® un enorme error, ingres¨® en torno a 86 millones de euros de m¨¢s, a m¨¢s de 80.000 perceptores de la Renta de Garant¨ªa de Ingresos, en algunos casos extremos, m¨¢s de 20.000 euros.
Los pagos indebidos a m¨¢s de 80.000 afectados ascienden a 86 millones de euros
A Mar¨ªa, una septuagenaria, le ha retirado sin previo aviso la ayuda. Tiene una casa heredada por la que no cobra ni un euro y que no puede vender hasta que la persona que la habita fallezca o se vaya y que en consecuencia no puede monetarizar de ninguna manera. Lanbide le reclama 26.000 euros, sin explicarle c¨®mo hace el c¨¢lculo. Cuando solicit¨® las Ayudas de Emergencia Social explic¨® su situaci¨®n y la de la casa, con toda la documentaci¨®n. Le reclaman m¨¢s dinero que los 14 meses que cobr¨® a raz¨®n de 566 mensuales. ¡°Cuando me dijo que le reclaman 26.000 euros se me ech¨® a llorar¡±, recuerda Molina. ¡°Todo esto es muy injusto se te cae el alma a los pies¡±, dice. ¡°A Mar¨ªa le han retirado las ayudas¡±, concluye.
Alo?a tiene 35 a?os y vive en Renter¨ªa. Tiene un hijo con dependencia desde que naci¨®. Solo puede trabajar media jornada y recibe un incentivo por su empleo. Pese a que lo comunic¨® y present¨® toda la documentaci¨®n al inicio del proceso, le reclaman ¨ªntegros los 32 meses que se lo han estado ingresando, algo m¨¢s de 20.000 euros. De momento sigue con la RGI, pero en proceso de revisi¨®n.
La palabra que les une es la desesperaci¨®n. Las tres tienen que elegir. Unos d¨ªas comen y otros pasan fr¨ªo en familia. ¡°De hecho las tres pasan hambre y fr¨ªo¡±, dice Molina, debido a unos hechos ¡°que poco tienen que ver con su responsabilidad¡±. Las tres, y otras tantas y otros tantos m¨¢s, empiezan a tener muy poco que perder y est¨¢n estudiando otro tipo de alternativas para protestar por su situaci¨®n. Han llegado a la conclusi¨®n de que o se soluciona el asunto en breve, a lo m¨¢s dos semanas, o puestos a pasar hambre lo van a hacer con todas las consecuencias.
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