Mozart con estilo

Se anunciaba el debut en el Liceo del bar¨ªtono alem¨¢n Christian Gerhaher en un concierto consagrado a Wolfgang Amadeus Mozart, acompa?ado por la Orquesta Barroca de Friburgo, y tanto la publicidad como los carteles del teatro incid¨ªan en el protagonismo de este gran artista, que es, ante todo, un cotizado liederista. Y, ciertamente, cant¨® arias del compositor salzburgu¨¦s, y lo hizo con una maestr¨ªa que hoy d¨ªa pueden alcanzar muy pocos int¨¦rpretes en este repertorio. Ahora bien, para ser el protagonista de la velada, Gerhaher cant¨® poco, demasiado poco para lo que se espera en este tipo de eventos.

No acab¨® de funcionar el programa, ideal para el lucimiento de la Orquesta Barroca de Friburgo, referente en pureza estil¨ªstica y virtuosismo en la interpretaci¨®n con instrumentos de ¨¦poca. Tocaron de maravilla bajo la direcci¨®n de su concertino, Gottfried von der Goltz, pero quiz¨¢s se reservaron m¨¢s espacio de la cuenta y el programa, confeccionado con poca fortuna, tuvo luces y sombras.

No es de recibo colocar en la primera parte la Sinfon¨ªa n¨²m. 31, Par¨ªs, e interpretarla a trozos, intercalando un aria entre cada uno de sus tres movimientos. No fue una buena decisi¨®n, porque ni funciona en lo musical- se cargaron la arquitectura y la l¨®gica interna de la obra- ni sirve para crear la atm¨®sfera adecuada para dar paso a cada aria; solo sirve para que el cantante descanse. Y teniendo en cuenta que el cat¨¢logo oficial de Mozart alcanza las 626 partituras, ten¨ªan mucho donde elegir para este menester.

Gerhaher cant¨® de forma magistral. No tiene una voz muy potente, pero domina los secretos del estilo. Cada palabra cobra vida expresiva y teatral de forma admirable, con un sentido musical y una dicci¨®n imponente. Calent¨® la voz con un aria alternativa para bajo -Rivolgete a lui lo sguardo, KV 584 y en la corta velada interpret¨® cuatro arias de cuatro grandes personajes de Don Giovanni y Le nozze di Figaro, dos ¨®peras de cabecera.

Tiene estilo Gerhaher tambi¨¦n a la hora de perfilar sin histrionismos el car¨¢cter de cada personaje: cumpli¨® como Don Juan y alcanz¨® momentos geniales como su criado Leoporello - lo que hizo con el aria del cat¨¢logo fue una maravilla de teatro cantado- y tambi¨¦n brill¨® m¨¢s como F¨ªgaro que en la piel del Conde Almaviva. Estuvo magn¨ªfico, pero cant¨® poco y fue poco generoso en las propinas; solo un aria, de Cos¨¬ fan tutte .

La velada tuvo otro protagonista, el clarinetista italiano Lorenzo Coppola, magn¨ªfico solista del Concierto para clarinete y orquesta, KV 622. Antes de interpretarlo, present¨®, en catal¨¢n, las caracter¨ªsticas y la mayor amplitud del registro grave del clarinete d?amore, instrumento elegido para recrear el estilo de Mozart con criterios de ¨¦poca.