Dos varas de medir un derrumbe

Cuando Juan Carlos Burga y Alejandro Cervantes volvieron a su casa en la noche del 21 de enero de 2010 su edificio ya no estaba. De su piso, que se hab¨ªa desmoronado, solo quedaba un cuadro colgado de una pared desnuda que se ve¨ªa desde la calle. Hace casi seis a?os que Burga y Cervantes, como las otras siete familias que viv¨ªan en el inmueble n¨²mero 6 de Mariano Fern¨¢ndez, en Tetu¨¢n, se quedaron sin hogar, sin indemnizaci¨®n del seguro y sin que el Ayuntamiento, entonces liderado por Alberto Ruiz-Gallard¨®n (Partido Popular), les ofreciese m¨¢s ayuda que una semana pagada en un hotel.

Lo ¨²nico que les ha quedado a los vecinos es el solar del edificio, sobre el que descansan litronas de cerveza y han crecido ¨¢rboles. Los propietarios perdieron sus casas y sus enseres, y por el desplome completo de los pisos, que quedaron partidos por la mitad, pagaron casi 400.000 euros. El seguro del inmueble, de Santa Luc¨ªa, no cubr¨ªa el derribo, que seg¨²n un juzgado de instrucci¨®n de Madrid fue causado ¡°por las obras de construcci¨®n que se ven¨ªan ejecutando en el solar colindante¡±. La constructora responsable, Garc¨ªa Fidalgo S. L., recurri¨® el fallo y el caso, m¨¢s de un lustro despu¨¦s, todav¨ªa est¨¢ empantanado en el juzgado provincial de Madrid.

Un responsable de Santa Luc¨ªa, la misma aseguradora que este verano se hizo cargo de todos los gastos del desplome de un bloque en Carabanchel ¡ªaunque el contrato de los vecinos tampoco cubr¨ªa este tipo de siniestro¡ª, explica que ninguno de sus seguros contempla una cobertura por desplome de un inmueble a causa de las obras en un edificio contiguo. El desmoronamiento del inmueble de Carabanchel se produjo a pesar de que el piso hab¨ªa pasado la ITE y unos arquitectos lo supervisaron meses antes. ¡°Para nosotros [Santa Luc¨ªa] los dos casos son distintos. Debe ser el responsable del siniestro el que tenga un seguro que cubra perjuicios a terceros, por eso uno no tiene que asegurarse contra este tipo de accidentes¡±, cuenta un responsable de la aseguradora. Sin embargo, otras compa?¨ªas, como Mapfre, cuentan con una prestaci¨®n directa en el seguro del hogar por los da?os estructurales que pueda causar un tercero.

Como Santa Luc¨ªa no cubr¨ªa el siniestro y el seguro de Garc¨ªa Fidalgo S.L. no se hizo cargo de los da?os, los vecinos se quedaron solos. Joseba de la Hera, asesor jur¨ªdico de ASEMAS, la mutua de seguros de los arquitectos, explica que las constructoras no est¨¢n obligadas a disponer de un seguro de responsabilidad civil profesional para este tipo de supuestos: ¡°Sin embargo, la mayor parte de ellos contratan voluntariamente seguros que s¨ª cubren ese riesgo¡±, explica de la Hera.

Una de las afectadas por el desplome de Tetu¨¢n, Maribel S¨¢nchez, opina que la gesti¨®n municipal en el desplome de Carabanchel o en el de Tetu¨¢n [otro edificio se desmoron¨® el pasado 19 de agosto] fue muy distinta a la atenci¨®n que le dieron a ella y a sus vecinos. S¨¢nchez, que tiene dos hijos, se mud¨® con su marido y con los cr¨ªos a un apartotel que el Ayuntamiento de Gallard¨®n facilit¨® a las familias con menores durante un mes. ¡°A los vecinos de Carabanchel les pagan el alquiler durante medio a?o y a todos les han encontrado una vivienda. Afortunadamente para ellos, el trato del Consistorio no ha sido el mismo, porque cuando nos pas¨® a nosotros [Gallard¨®n estaba al frente de la alcald¨ªa] hubo mucho menos cuidado y mucha menos atenci¨®n¡±, dice S¨¢nchez.

El trayecto por estos a?os ha sido largo para los vecinos del n¨²mero 6 de Mariano Fern¨¢ndez. Muchos, como los hijos de S¨¢nchez, sufrieron secuelas: uno de ellos dej¨® de tocar el viol¨ªn desde el desplome y sufri¨® angustia. Otros propietarios, despu¨¦s de desembolsar su parte de los 400.000 euros necesarios para el derribo completo de sus viviendas, padecieron estr¨¦s y depresi¨®n. Hace unas semanas varios vecinos se reunieron con responsables de Santa Luc¨ªa, despu¨¦s de que el Ayuntamiento mediase para revisar su caso, pero, al menos de momento, no hay ninguna novedad.

Despu¨¦s de que el piso cayese, la correspondencia sigui¨® llegando a un edificio que ya no exist¨ªa, y los vecinos tuvieron que ir a buscar sus cartas acumuladas en una oficina de Correos situada enfrente del solar que un d¨ªa fue su casa.

S¨¢nchez y sus hijos se acercaron en agosto a la calle de Duquesa de Tamames, en Carabanchel, para apoyar a los afectados por el desplome de su edificio. S¨¢nchez, cuenta, sent¨ªa que ten¨ªa que echar una mano despu¨¦s de que nadie se la echase a ella durante su calvario: ¡°Ojal¨¢ el Ayuntamiento se hubiera preocupado as¨ª por nosotros¡±.