El Beethoven mas solemne

La Fundaci¨® Orfe¨® Catal¨¤ - Palau de la M¨²sica Catalana, perseverando en su acertada l¨ªnea de creer en sus propios artistas y situarlos en el eje principal de la programaci¨®n, prepar¨® una ambiciosa producci¨®n: la Missa Solemnis de Beethoven, confiando la parte coral, la dif¨ªcil y casi "endiablada" -podr¨ªa decirse, sino se tratara de una misa- parte coral a su Cor de Cambra.

La direcci¨®n musical fue confiada a Jean-Christophe Spinosi y la parte instrumental al Ensemble Matheus, el conjunto que dirige Spinosi desde hace m¨¢s de veinte a?os.

La f¨®rmula viene a ser m¨¢s o menos la misma que junt¨® a estos mismos interpretes en 2012 para interpretar, entonces, el oratorio El Mes¨ªas de H?ndel.

Para rentabilizar el esfuerzo que supone poner en pie una obra tan ambiciosa como la Missa Solemnis y dar, adem¨¢s, relieve internacional al mismo, la Fundaci¨® Orfe¨® Catal¨¤ ha preparado una gira que permitir¨¢ que la producci¨®n estrenada en el Palau, se pueda escuchar el d¨ªa 18 de este mes en Aix-en-Provence y el 20 en Dortmund.

La Missa Solemnis es una de las obras de Beethoven m¨¢s dif¨ªciles de interpretar y m¨¢s dif¨ªciles de escuchar. Obliga a un gran esfuerzo tanto al p¨²blico como a los int¨¦rpretes. Son ochenta y tantos minutos de coros de textura muy compleja, m¨¢s orquesta, m¨¢s solistas vocales. Un edificio sonoro imponente construido en la cima de la sabidur¨ªa por un hombre totalmente sordo que hacia a?os que s¨®lo o¨ªa los sonidos que imaginaba su mente prodigiosa.

La Missa Solemnis exige mucho y, en esta ocasi¨®n, como en tantas y tantas de las interpretaciones que ha tenido, exigi¨® demasiado. Se lleg¨® al final sin v¨ªctimas ni percances, no hubo ning¨²n desastre, el edificio se puso en pie, pero no se alcanz¨® el grado de conjunci¨®n, de coordinaci¨®n, de comuni¨®n entre int¨¦rpretes ideal para que la obra luciera.

Los solistas vocales, algunos de los cuales, el tenor Topi Lehtipuu o el bar¨ªtono Florian Boesch, por ejemplo, ya hab¨ªan colaborado en El Mesias citado que Spinosi y el coro de Cambra presentaron en el Palau en 2012, ahora quedaron desdibujados y escasos. Suficientes pero sin brillo y a menudo sofocadas por el sonido orquestal la soprano Adriana Ku?erov¨¢ y la mezzosoprano Jos¨¨ Maria Lo Monaco. El Ensemble Matheus no son¨® equilibrado y el Cor de Cambra acredit¨® solvencia y profesionalidad pero el conjunto chirriaba, no acababa de funcionar suave y fluido como una m¨¢quina bien engrasada. Quiz¨¢ faltaba ensayo y en la gira mejorar¨¢n los resultados. El Beethoven m¨¢s solemne en esta ocasi¨®n pudo con sus int¨¦rpretes.