El m¨²sico que no quer¨ªa afinar
Half Japanese, la banda de Jad Fair, s¨ªmbolo para los que anteponen la libre expresi¨®n a la t¨¦cnica en el rock, muestra en Madrid su primer disco en 13 a?os
?Encabezar una banda influyente de rock, exponer en galer¨ªas de todo el mundo y criar caballos en casa. ?Da el tiempo para tanto? A Jad Fair (Coldwater, Michigan, 1954), l¨ªder de Half Japanese y dominador del arte del recortable, parece que s¨ª. ¡°Me preguntan si duermo. Y podr¨ªa decir que no, pero dej¨¦moslo en que me bastan cinco horas diarias¡±, bromea desde su granja en las afueras de Austin (Texas), una de las mecas mel¨®manas de Estados Unidos. ¡°Pero mal sitio para ganar dinero con la m¨²sica: hay demasiada competencia¡±, puntualiza.
Fair visita Madrid de gira con Half Japanese, este martes en la sala El Sol. Lleva casi 40 a?os al frente de un grupo emblema del ¡®hazlo t¨² mismo¡¯ y precursor de muchos otros que abrazaron la est¨¦tica lo-fi en los noventa. Jad y su hermano David (dej¨® de ser miembro oficial hace m¨¢s de dos d¨¦cadas para centrarse en su familia) ignoraron desde la g¨¦nesis la t¨¦cnica y los convencionalismos musicales: acordes, afinado¡ ¡°No por una b¨²squeda de libertad, sino que sali¨® as¨ª naturalmente. Quiz¨¢ por la influencia de bandas de Michigan, donde crecimos, como los Stooges o MC5. Y de su lado primitivo¡±.
Our Love, extra¨ªdo de Overjoyed,
El que Half Japanese se presente con el accesible Overjoyed a¨²n sin enfriar, su primer disco nuevo en 13 a?os, representa una magn¨ªfica noticia para los que les profesan culto. Un amor promovido por todo tipo de figuras del gremio: desde los exitosos Nirvana a eternos estandartes del rock y el pop alternativos como Yo La Tengo y Teenage Fanclub; o genios diversos, de Daniel Johnston a John Zorn. ¡°Es muy halagador gustarle a gente famosa. Nunca pens¨¦ en ser influyente ni en lograr nada con la m¨²sica, pero nuestros dos primeros trabajos recibieron una buena acogida y una cosa llev¨® a la otra¡±, confiesa con ese timbre inocente que se asocia al pertinaz esp¨ªritu naif de su obra (monstruos y amores juveniles en las letras).
Adem¨¢s de sus m¨²ltiples discos en solitario, Fair se ha volcado con el arte en ausencia de Half Japanese. ¡°No favorec¨ªa para grabar que cada componente viviera en una ciudad distinta, dos incluso en Europa. La discogr¨¢fica ha puesto los medios para reunirnos, y Neutral Milk Hotel [peque?a leyenda en boga del indie-rock estadounidense] nos ayud¨® al conseguirnos bolos simult¨¢neos¡±. Todo muy convencional si se compara con qui¨¦n y c¨®mo les ech¨® una mano cuando llevaban una d¨¦cada de trayectoria: ¡°El mago Penn Jillette, muy popular ahora en mi pa¨ªs. Emple¨® parte de lo que gan¨® por su papel en la serie Miami Vice en crear un sello para nuestras grabaciones¡±.
Overjoyed tendr¨¢ continuaci¨®n de estudio en enero, porque a prol¨ªfico no le gana casi nadie a Fair: basta con ver, por ejemplo, la reedici¨®n completa de la discograf¨ªa de Half Japanese acometida en 2014 por el sello londinense Fire. Y eso que ¨¦l aprecia sobre todo las ¨®peras primas de otros. ¡°No es que no valore trabajos posteriores, pero los primeros poseen un sentimiento de pureza especial¡±. Se lo aplica hasta a sus admirados Jonathan Richman y The Velvet Underground (el grupo de Lou Reed en los sesenta), con cuya bater¨ªa, Moe Tucker, lleva a?os de amistad no exenta de colaboraciones. ¡°Mi abuela viv¨ªa en Arizona como ella. Y aprovech¨¦ una visita para llamarla por tel¨¦fono y decirle que la quer¨ªa conocer. Accedi¨® y nos ca¨ªmos muy bien. As¨ª de simple¡±.
Admiraci¨®n candorosa podr¨ªa ser tambi¨¦n la de Kurt Cobain hac¨ªa Half Japanese. La banda, por la que han pasado m¨²ltiples instrumentistas, alcanz¨® su mayor resonancia de la mano de Nirvana. ¡°Me enter¨¦ de que ¨ªbamos a ser sus teloneros al leer una entrevista que Kurt concedi¨® a la revista Spin. Se trataba de buena parte de la gira estadounidense de In Utero, su ¨²ltimo ¨¢lbum¡±. Fair no intim¨® apenas con Cobain (¡°era amable pero muy introvertido, trat¨¦ m¨¢s con sus compa?eros¡±), y se llev¨® una sorpresa: ¡°Actu¨¢bamos en universidades, por lo que me choc¨® la cantidad de ni?os de doce o trece a?os. A partir del segundo concierto solo tocamos temas r¨¢pidos: rechazaban el resto¡±.
Una de las ententes sin freno de Jad Fair parec¨ªa inevitable: dos discos y dos exposiciones a medias con otro primitivista de culto, el m¨²sico y dibujante Daniel Johnston. ¡°Daniel, por su enfermedad mental [esquizofrenia y man¨ªa depresiva], est¨¢ contento o triste en proporciones exageradas. Si el trabajo se enfangaba, yo le propon¨ªa ir a comer pizza: eso le hac¨ªa feliz. ?l siempre est¨¢ abierto a otros planes. La revista Wire nos quiso sacar una vez en portada y, despu¨¦s de solo un par de fotos, se levant¨® y se march¨® porque quer¨ªa una hamburguesa. Al d¨ªa siguiente lo volvi¨® a hacer¡±.
Escenas de dicho tipo poblaban el impactante documental The Devil and Daniel Johnston (2005), de Jeff Feuerzeig, quien hab¨ªa firmado en 1993 otro sobre Half Japanese, The band that would be king. Un t¨ªtulo de un ¨¢lbum del grupo cuya cubierta mostraba a Jad Fair noqueando a Elvis Presley sobre el ring. Y aunque Jad ha pintado las portadas de casi todos sus trabajos y no ceja con las artes pl¨¢sticas (¡°expongo este mes mis recortables en Brest y en Tokio¡±), esa no es suya: ¡°La hizo mi hermano David, ahora ya retirado como pintor¡±. Los dos se marcan, de vez en cuando, alg¨²n ¨¢lbum mano a mano. Momentos en los que seguro recuerdan la casa de campo que alquilaron para vivir juntos en tiempos universitarios. Entonces sin caballos, claro: ¡°Y tan aislados que pod¨ªamos tocar todo el d¨ªa sin molestar a los vecinos¡±.
Half Japanese act¨²a hoy, 24 de noviembre, en la sala El Sol.
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