Librer¨ªa Alberti
Un peque?o santuario de letras en la calle de Tutor
Camino al barrio de Arg¨¹elles y se enciende un recuerdo del mejor porvenir posible porque ya son muchos a?os de visitar sus calles como si de veras fueran m¨ªas y hablo de la pura alegr¨ªa que me llega a la vista con solo saber que me veo con Lola Larumbe entre las filas de libros de la Alberti, que ella dirige desde hace a?os. Lola librera, contertulia infalible de conversaci¨®n suave y sonrisa del Sol que se enmarca en su pelo.
La Librer¨ªa Alberti es un peque?o santuario de letras en la calle de Tutor. No es un establecimiento cuadriculado de estrictos ¨®rdenes alfab¨¦ticos, sino un oasis donde la mesa de novedades queda rodeada por altos estantes divididos m¨¢s por temas que por autores, m¨¢s por geograf¨ªas del pensamiento y la memoria que por mecanizaci¨®n de apellidos. Eso y la inteligente conversaci¨®n de Lola y de su eficaz equipo de colaboradores hace de la Alberti una librer¨ªa entra?able.
Cumple 40 a?os esta librer¨ªa que empez¨® a navegar en los grises tiempos previos a la muerte de Franco, cuando muchos descabellados gamberros ¡ªno exentos de fanatismo religioso¡ª cre¨ªan evang¨¦lico lanzar piedras o bombitas a los ventanales de la librer¨ªa por el solo nombre del poeta que la identifica. En 1975, Santiago Gonz¨¢lez, Jaime Luc¨ªa y Lola Larumbe se propusieron la feliz aventura de abrir una librer¨ªa primero en Chueca, cuando era corral de jeringuillas y grafitis psicod¨¦licos antes del reordenamiento de su arco iris, y luego, por pura agua del azar, en Arg¨¹elles. Aqu¨ª se traspasaba la librer¨ªa del legendario Teodulfo Lagunero, el cicerone que acompa?¨® a Santiago Carrillo en cruzar la frontera de Francia con aquella peluca que ya qued¨® escrita como rizo en el largo sendero de eso que llamamos la Transici¨®n.
Lola qued¨® al frente y con el tim¨®n de esta librer¨ªa que se ha merecido del premio Librero que otorgan el Ministerio de Cultura y la CEGAL y el premio de Bibliodiversidad de los editores independientes de Madrid, pero la Alberti se distingue por sus Encuentros con Autores, entre los que destacan los m¨¢s destacados intelectuales de los a?os recientes, que vienen a la cueva ¨ªntima de la Librer¨ªa Alberti para conversaciones inagotables como de sobremesa, guiadas por mi amiga Lola, donde todo lector entra en contacto directo con escritores que cre¨ªamos inalcanzables. El continuo c¨ªrculo de lectura o los talleres de narrativa creativa donde vuelven a escucharse en voz alta las voces de los poetas muertos, los cuentos de escritores que cre¨ªamos fantasmas o las novelas que por esto mismo se vuelven intemporales confirman que en pleno coraz¨®n de Madrid cuento con una librer¨ªa-amiga que me llena de vida cada vez que la visito.
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