La mentira del patriarcado
La experta en feminicidio, Jane Caputi, denuncia el silencio y la inmovilidad en todo el mundo sobre la violencia contra las mujeres
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Ser humillada por ser mujer. Ser denigrada por ser mujer. Morir. Morir por ser mujer. Durante d¨¦cadas la violencia machista ha sido no solo invisible, sino aceptada; a¨²n lo es hoy en muchos rincones del mundo. Paula, arrebujada bajo una manta en un sill¨®n orejero, exhala un suspiro: ¡°?Y qu¨¦ explico? Era como era y no hab¨ªa otra cosa¡±. Este verano cumpli¨® 87 a?os, pero solo ¡°vive¡± desde hace tres, cuando muri¨® su marido. Los ojos se le contraen en un esfuerzo por no dedicar una l¨¢grima a ese hombre con el que pas¨® 66 a?os de su vida, el mismo que no perdon¨® un solo d¨ªa de bofetadas, empujones o golpes. Las palizas en fin de semana. ¡°Lo peor es que lo quer¨ªa, con eso y todo. Pero solo respiro tranquila desde el d¨ªa que lo enterr¨¦. Siempre pens¨¦ que me enterrar¨ªa ¨¦l a m¨ª¡±.
'Feminicidio y Derechos Humanos de las mujeres'
Jane Caputi estar¨¢ este mi¨¦rcoles 9 de diciembre en Madrid. Feminicidio y Derechos Humanos de las mujeres es el t¨ªtulo de la conferencia que ofrecer¨¢ en la que ser¨¢ la ponencia que cierre el ciclo Mujeres contra la impunidad 2015 organizado por La Casa Encendida y la Asociaci¨®n de Mujeres de Guatemala.
En La Casa Encendida, (Ronda de Valencia, 2, Madrid) a las 19.00. Entrada libre hasta completar aforo.
Paula es un nombre entre el marem¨¢gnum infinito de estad¨ªsticas, gr¨¢ficos y conteos que gobiernos, organizaciones y asociaciones de todo el mundo recopilan sobre violencia de g¨¦nero. Por suerte no est¨¢ entre los n¨²meros de v¨ªctimas mortales, 96 en lo que va de a?o en Espa?a seg¨²n Feminicidio, una organizaci¨®n con un nombre del que Jane Caputi es una de las pioneras y arquitectas y que ahora, en Espa?a, est¨¢ siendo usado para designar los delitos contra la vida de las mujeres. Esta estadounidense docente, activista y experta en feminicidio lo define como ¡°un crimen nacido del sexismo y del sistema de supremac¨ªa masculina¡±. Pero no siempre fue as¨ª. ¡°El patriarcado fue inventado hace unos 7.000 a?os. Como parte de la propaganda patriarcal nos venden que ha existido siempre, pero es una mentira¡±. Y tampoco lo es en todas partes: ¡°Hay zonas en China, ?frica o Am¨¦rica en la que no existe¡±. Aunque a?ade que cubre como una telara?a porque el patriarcado ¡°es imperialista, trata de conquistarlo todo¡±.
Caputi habla de ¡°desprecio¡±, ¡°miedo¡± o ¡°verg¨¹enza¡±. ¡°A menudo los hombres mantienen su honor dominando a la mujer¡±. As¨ª se sinti¨® durante a?os el marido de Paula, que comenta que tras cada discusi¨®n, con o sin violencia f¨ªsica, ¨¦l remachaba con un ¡°aqu¨ª mando yo¡±. Es parte de la cultura, seg¨²n la estadounidense, la creencia todav¨ªa extendida de que los hombres m¨¢s deseados son dominantes. ¡°En las culturas populares los h¨¦roes son hombres violentos, altamente individualistas, que dominan a las mujeres y las usan como objetos sexuales, por lo general¡±.
Opresi¨®n ideol¨®gica, represi¨®n f¨ªsica, una cultura en la que el erotismo se basa en la sumisi¨®n de la mujer y la dominaci¨®n masculina y una ense?anza insuficiente son los ingredientes justos para que el heteropatriarcado siga vigente. ¡°Aunque se est¨¢ desmoronando¡±, apunta Caputi. ¡°Hay ya una resistencia mundial, a la que tambi¨¦n los hombres se unen¡±. Aunque es dif¨ªcil cuando desde todos los ¨¢mbitos se contribuye a crear una sociedad basada en lo que la experta denomina ¡°terrorismo machista¡±. ¡°En la religi¨®n el s¨ªmbolo de Dios es un var¨®n, un modelo para los hombres, y las mujeres pueden tener dos tipos de conducta: v¨ªrgenes o putas. Por poner un ejemplo¡±.
Romper con ese sistema estereotipado es lo que clama Caputi, ¡°negarse a ese tipo de mensajes y crear unos nuevos. Todo esto solo es una construcci¨®n social que hemos aprendido, pero podemos desaprenderla, podemos cambiar¡±. ?C¨®mo? ¡°Tenemos que empezar por todas partes. Educar a los ni?os en el respeto mutuo y la igualdad es un primer paso. Incorporar esta idea en la vida diaria de cada uno es la ¨²nica forma de que se pueda crear un movimiento de masas, un movimiento que transforme la conciencia pero tambi¨¦n la pr¨¢ctica¡±, sentencia Caputi.
Paula, en su sill¨®n, comenta que nunca es tarde si la dicha es buena: ¡°Lo m¨ªo ya era un caso perdido. Pero por lo pronto, a una de mis nietas, le he aconsejado que deje a su novio, que se pasa todo el d¨ªa mand¨¢ndole mensajes de esos. Ella es joven, tiene toda la vida por delante y puede hacer con ella lo que quiera¡±.
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