La vida sigue igual
Los debates han ratificado punto por punto la percepci¨®n que este va a ser un pa¨ªs remolque durante mucho tiempo. Un pa¨ªs de consumo interno, sin grandes aspiraciones, de ir tirando lo justo
Hay poco que contar, de esta campa?a electoral. No hemos le¨ªdo ni un solo proyecto con cara y ojos. Espa?a est¨¢ mucho m¨¢s tocada de lo que parece.
La situaci¨®n no tiene que ver con la macroeconom¨ªa. Ni tan solo con la micro, el mayor periodo de bonanza econ¨®mica fue solo la antesala de una crisis que sacaba a flote lo peor de un pa¨ªs: paro estructural, corrupci¨®n sist¨¦mica, infraestructuras innecesarias que contrastan con reclamaciones hist¨®ricas y lo peor: el fracaso escolar que sepulta el porvenir de varias generaciones y un conflicto irresoluble en Catalu?a. La lista ser¨ªa m¨¢s larga, pero a tenor de lo que hemos visto en campa?a, no hace falta a?adir problemas puesto que tampoco se ven soluciones.
Los debates, todos, han ratificado punto por punto la percepci¨®n que este va a ser un pa¨ªs remolque durante mucho tiempo. Un pa¨ªs de consumo interno, sin grandes aspiraciones, de ir tirando lo justo. Sol y playa, que inventen ellos y a mandar que para eso estamos. Rajoy, que es quien mejor encarna todas estas virtudes, ciudadano medio donde los haya, volver¨¢ a ser presidente. Lo malo no es que esto ya no d¨¦ m¨¢s de s¨ª, lo malo es que el mundo gira pero Espa?a contin¨²a en su sitio.
El producto estrella de estas elecciones ha sido el fin del bipartidismo. Nominalmente, puede que sea as¨ª, pero da lo mismo, en Espa?a el bipartidismo ha existido solo como una excusa. En realidad, hasta la fecha, lo que ha habido ha sido un partido ¨²nico, ib¨¦xico, bifaz, con algunas notas al pie de p¨¢gina y pocos mecanismos correctores para que la bestia no se desmadrara, que es lo que les pasa a socialistas y populares con mayor¨ªa absoluta. ?C¨®mo podemos apuntalar desde dentro los dos partidos una vez desaparecida la muleta de CiU? Creando un Podemos de derechas y ?Nueva pol¨ªtica? Buen intento.
Limpitos pero con pinta de anhelar un consejo de administraci¨®n y con la misma cara de palo cuando les preguntan por los toros o por la violencia de g¨¦nero
Ciudadanos es un partido perfecto para arreglar una de las dos crisis, la que preocupa de verdad al poder. Un partido nacido en Catalu?a que nace con la vocaci¨®n de acabar con cualquier tipo de anomal¨ªa cultural y social en su tierra, que se traga el concierto vasco y que entiende la Constituci¨®n como l¨ªmite: al poder le va como anillo al dedo. Limpitos pero con pinta de anhelar un consejo de administraci¨®n y con la misma cara de palo cuando les preguntan por los toros o por la violencia de g¨¦nero. Es el sue?o h¨²medo del nacionalismo espa?ol, un l¨ªder catal¨¢n que habiendo trabajado en La Caixa cuente con el aval del Sabadell y que reniegue de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica. Una Espa?a que se ahonda en s¨ª misma, todav¨ªa no sabemos cu¨¢n profundo, aunque nos lo imaginamos.
Podemos por ah¨ª anda, rectific¨¢ndose a s¨ª mismo. Ahora que sabe que no va a gobernar puede volver a prometer lo que se dej¨® por el camino. Incluso un refer¨¦ndum porque puede que as¨ª recupere en Catalu?a lo que perdi¨® en las municipales. Podemos es el tono de la pregunta de si otra Espa?a es posible. Pero ni en clave espa?ola encontramos respuestas, ah¨ª est¨¢ la humillaci¨®n a la que somete a Alberto Garz¨®n mientras, Felipe Gonz¨¢lez ataca a Iglesias porque el parecido es tan grande que se le vuelve insoportable. ?Qui¨¦n se acuerda de sus primeras promesas?
La discusi¨®n sobre el bipartidismo es vieja, por eso los nuevos partidos se aferran a ella. Poco m¨¢s pueden ofrecer. Desde la comodidad, Ciudadanos se sabe heredero de la s¨ªntesis de PP y PSOE. Desde la incomodidad, Podemos ha reconocido ya que esto no hay quien lo cambie.
La derivada catalana tampoco ayuda. O mejor dicho, ayuda a que todo se quede como est¨¢, que es lo que ha sucedido siempre. Como sujetos pacientes, los discursos de Rufi¨¢n y Homs y el desastre de la CUP marcan el l¨ªmite de lo que somos capaces de dar. En los activos, lo ¨²nico que se sale de la foto de la Constituci¨®n es el nuevo apoyar¨¦, antes el Estatuto ahora en refer¨¦ndum. L¨¢stima que Iglesias vino a recordar a los nietos de andaluces que ten¨ªan que apretar los dientes porque la paradoja es que muchos de ellos los apretaron para votar Albert Rivera. En fin, cap¨ªtulos nacionales, tan le¨ªdos como el de la p¨®lvora mojada de los revolucionarios catalanes, que se marcan solos. Nada nuevo bajo el sol.
Lo mejor del caso es que es posible que la ¨²nica manera que todo esto sea puesto en cuesti¨®n es que las elecciones den unos resultados que hagan ingobernable el Estado. El resto todo es ?bex.
Francesc Ser¨¦s es escritor.
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