¡°La Semana de Moda de Valencia fue solo un espect¨¢culo muy caro¡±

Miquel Suay (X¨¤tiva, 1972) es un dise?ador de moda con menos pretensiones de lo que uno esperar¨ªa. Aun siendo indudablemente creativo, su perfil responde m¨¢s al de un empresario con los pies en la tierra que al de un divo de la pasarela. Es por eso que cuando mira hacia la extinta Semana de la Moda de Valencia ¨Co Valencia Fashion Week, que es como se vend¨ªa¨C de la que ya no queda ni siquiera la web, lamenta la manera en la que se trabaj¨®. ¡°Se hicieron cosas interesantes¡±, explica Suay, ¡°pero no se convert¨ªa, no se consegu¨ªan logros reales en t¨¦rminos de industria, no hab¨ªa un seguimiento ni un impulso para el sector¡±.

Los presupuestos llegaron a estar, en los a?os desde 2008 a 2010 en torno al mill¨®n de euros anuales, menguando a la mitad en 2011, a la mitad de eso el a?o siguiente y languideciendo hasta su desaparici¨®n final. ¡°Hab¨ªa un problema de direcci¨®n¡±, aclara Miquel Suay ¡°porque hab¨ªa una gesti¨®n personalista de ?lex Vidal que era lo opuesto a lo que propon¨ªamos un grupo de los participantes, con la existencia de un comit¨¦ representativo de los diversos actores del sector y un plan estrat¨¦gico, adem¨¢s de que ped¨ªamos un gestor independiente. Vidal tomaba las decisiones seg¨²n su propio criterio, y contaba con todo el apoyo de la administraci¨®n que hab¨ªa y poco m¨¢s¡±.

La experiencia de la pasarela valenciana implic¨® que muchos profesionales acabasen huyendo de los fastos y se refugiasen en Dimova, la asociaci¨®n que originalmente hab¨ªa lanzado las experiencias de la Pasarela del Carmen, que fue el certamen que se celebraba hasta 2006: Francis Montesinos, Dolores Cort¨¦s y el propio Suay (Miquel particip¨® hasta en 10 ediciones de la Semana Valenciana de la Moda) se alejar¨ªan de los lujos que el dinero p¨²blico pagaba.

¡°Se hac¨ªan cosas muy potentes, realmente espectaculares. Los desfiles que se hac¨ªan aqu¨ª no se ve¨ªan ni siquiera en Nueva York o Par¨ªs¡±, reconoce Suay ¡°y a m¨ª mismo, cuando he tenido que ense?ar mis colecciones, eso me ha venido bien, porque muchos se quedaban impresionados. Modelos excelentes y la Ciudad de las Artes y las Ciencias, pero despu¨¦s no hab¨ªa nada para que los dise?adores mejorasen sus ventas, o estos desfiles se viesen realmente fuera de Valencia. A veces en Barcelona o Madrid me preguntan si todav¨ªa est¨¢ la Pasarela del Carmen¡±.

En definitiva, la perspectiva de Suay es que se trataba de ¡°una fiesta particular de Valencia sin conversi¨®n ni comercializaci¨®n, ni mejora de la industria. Solamente un espect¨¢culo muy caro¡±.

La llegada de Alberto Fabra a la presidencia de la Generalitat fue la divisi¨®n salom¨®nica del presupuesto entre las dos asociaciones con perspectivas enfrentadas: la Semana de la Moda continu¨® con sus desfiles en la ciudad y Dimova intent¨® colocar a los valencianos en el mercado internacional, comenzando por Par¨ªs. La idea sonaba bien: montar exposiciones y desfiles con profesionales de la comunicaci¨®n de la capital francesa.

¡°Era una idea basada en el modelo belga, de la Escuela de Amberes¡±, concreta Miquel Suay, ¡°que es el ¨²ltimo modelo que ha tenido ¨¦xito y del que han salido los mejores valores recientes. Vienen de una reconversi¨®n industrial por la destrucci¨®n del sector textil, y env¨ªan a Par¨ªs una representaci¨®n de sus seis mejores dise?adores y muestran su t¨¦cnica, y crean despu¨¦s la escuela p¨²blica de moda m¨¢s importante del mundo.

Nombres como Ann Demeulemeester, Dirk Bikkembergs, y as¨ª, y ese precisamente era el modelo que propon¨ªa yo y que intentamos con Dimova: presentamos a los dise?adores valencianos en la Plaza de la ?pera de Par¨ªs, con una exposici¨®n, combinada con una fiesta gastron¨®mica con Sergi Arola, y traer despu¨¦s a esos compradores a Valencia a conocer la ciudad y ver los talleres¡±. Hab¨ªa una tercera acci¨®n prevista, con un showroom en Par¨ªs, en cada edici¨®n de la Semana de la Moda de Par¨ªs. Los problemas de pago del sector p¨²blico hicieron que no fuese una iniciativa sostenible, de manera que no se pudo continuar.

¡°Estamos pendientes¡± explica Suay ¡°de una reuni¨®n con la Conselleria de Cultura y la de Industria, y todav¨ªa hay cosas por cobrar de 2011. Hemos podido hacer cosas menos espectaculares. Hemos estado en Praga y Viena, pero no pod¨ªamos asumir Par¨ªs. En Dimova intentamos funcionar ahora como un gremio sectorial. Agradecer¨ªamos mucho que la administraci¨®n actual tuviese la sensibilidad de entender la moda como un concepto cultural, de generaci¨®n de valor y de marca tur¨ªstica, como en Francia o Italia¡±.

Suay entiende el Mediterr¨¢neo como un factor clave, y su planteamiento, tanto creativo, con su ¨²ltima colecci¨®n, Lapisl¨¢zuli, con gui?os a la artesan¨ªa local (de Manises, en concreto) y concibe la internacionalizaci¨®n a trav¨¦s de la venta online como sus herramientas de futuro. Si la moda tiene que funcionar en los pr¨®ximos a?os en Valencia probablemente se parecer¨¢ a las cuestiones que plantea el de X¨¤tiva: planificaci¨®n estrat¨¦gica, aprovechamiento de las ventajas ya existentes y cero despilfarro.