Polonia y sus cartelistas
Una exposici¨®n en el Teatro Espa?ol evoca la presencia de dramaturgos espa?oles en la escena del pa¨ªs centroeuropeo
Los 29 carteles pintados por algunos de los m¨¢s renombrados cartelistas polacos representan obras de la dramaturgia cl¨¢sica y contempor¨¢nea espa?olas, desde la Celestina de Francisco de Rojas, hasta Gernika de Fernando Arrabal. Con fondos procedentes de la colecci¨®n del galerista Kristoff Dydo y comisariada por Mikolaj Bielski, la muestra se exhibe hasta el 31 de enero en la sala Andrea D' Odorico del Teatro Espa?ol, activo desde 1864.
En ciudades como Varsovia, Wroclaw, Poznan o Lublin, los teatros llevan 250 a?os acreditando que la representaci¨®n esc¨¦nica forma parte de la vida ciudadana. Por ello, el Senado de ese pa¨ªs ha decretado en 2015 festejar el aniversario de la fundaci¨®n de la primera compa?¨ªa del Teatro Nacional de Polonia. En su estela se inserta la exposici¨®n reci¨¦n llegada a Madrid. Los carteles revelan el ascendiente del que gozan los dramaturgos espa?oles en el pa¨ªs centroeuropeo; no solo porque el doliente conde Segismundo, personaje de la calderoniana La Vida es sue?o, fuera polaco; sino porque la exposici¨®n adentra su arte en el gozoso teatro de Cervantes, en la obra genial de Lope de Vega, incluye la del fraile Tirso de Molina, y, desde Garc¨ªa Lorca hasta Valle Incl¨¢n, da fe de sus mejores creaciones escenificadas en Polonia.
Los cartelistas militan en dos frentes, uno metaf¨®rico, simb¨®lico e intelectual, versado a generar reflexi¨®n. El otro figurativo, crom¨¢tico y sensorial, cargado de incitaciones surrealistas. Entre los ilustradores se cuentan pioneros de este arte en Polonia, como Swierzy y Tadeusz Grawobski; m¨¢s representantes de la nueva ola de la d¨¦cada de 1970, como Get Stankiewicz, Klimoski y Marszalek; o Sadowsky y Miroslaw Adamsky, de las d¨¦cadas siguientes. Todos conducen la mirada hasta gozosos deleites, por expresar la riqueza pl¨¢stica del arte de Polonia que, en boca del comisario de la exposici¨®n, Mikolaj Bielski, ¡°es la forma suprema de crear pueblo por parte de los polacos¡±. Los artistas han trascendido los l¨ªmites impuestos a la carteler¨ªa, hasta 1960 ce?ida a su mera dimensi¨®n decorativa, para elevarla a partir de entonces al rango de un verdadero arte, que filtra el pulso, la emoci¨®n y el latido de las vanguardias que esmaltaron la creaci¨®n pict¨®rica y escult¨®rica europea a lo largo del siglo XX. As¨ª, el visitante ve aflorar en trazos, dibujos y composiciones, destellos del futurista Boccioni en la obra de Nowinski, pinceladas del expresionismo alem¨¢n o conceptos del constructivismo ruso en los cartelistas pioneros.
Y todo ello puesto aqu¨ª al servicio de enaltecer la literatura dram¨¢tica espa?ola. Goya, que protagoniza tambi¨¦n un excelso cartel, parece haber inspirado esta manifestaci¨®n art¨ªstica ya que su percepci¨®n de la convulsa Europa napole¨®nica de su tiempo parece asemejarse a la dram¨¢tica historia de Polonia, invadida en distintas etapas por suecos, alemanes, austr¨ªacos y rusos, cristalizada en una dramaturgia polaca propia, casi identitaria, que no obstante ha bebido en las mejores fuentes de la escena espa?ola, como los carteles demuestran. La colecci¨®n exhibe la pujanza del cartelismo polaco, su respeto hacia la tradici¨®n dram¨¢tica europea y, sobre todo, lo que el director del Teatro Espa?ol, Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente, formul¨® en la inauguraci¨®n: ¡°Exposiciones como esta revelan que el sue?o de la construcci¨®n de una Europa de la Cultura es posible. Una Europa de la cual los pol¨ªticos parecen haberse olvidado¡¤.
Teatro Espa?ol. Entrada libre. Hasta el 31 de enero.
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