Los cedros mueren en el parque del Oeste

Al menos 123 ¨¢rboles de cuantos tapizan el madrile?o parque del Oeste han muerto desde hace 12 a?os. La causa de esta mortandad difiere seg¨²n a qui¨¦n se le pregunte: el Ayuntamiento la relaciona con el fin de su ciclo de vida, mientras que jardineros y expertos consultado subrayan que comenzaron a languidecer cuando comenzaron a ser regados con agua reciclada. Los cedros son la especie m¨¢s da?ada. La secuoya, ejemplar antes de gran vigor, hoy pr¨¢cticamente ha desaparecido del parque, mientras que casi todas las pin¨¢ceas, arbustos incluidos, sufren achaques desde entonces y los chopos muestran patolog¨ªas que los vencen. Enfermedades arb¨®reas semejantes se detectan en el parque de la Fuente del Berro y en el Retiro, con distinta e inferior intensidad. Estos hechos no se dan en escenarios donde el riego procede de otros lugares, como en el Jard¨ªn Bot¨¢nico.

Fuentes municipales de ¨¢rea de Medio Ambiente reconocen que ¡°se han apeado 131 ejemplares, de los que 123 son netamente arb¨®reos y pertenecen a 20 especies diferentes¡±. Justifican lo sucedido en que ¡°el parque del Oeste cuenta con m¨¢s de 8.500 ¨¢rboles, muchos de ellos plantados tras la Guerra Civil, por lo que en el caso de los chopos, sauces, negundos, aligustres, pissardiis (ciruelo de flor) y otros est¨¢n llegando ya a su edad m¨¢xima de vida en jardiner¨ªa, y es normal que poco a poco tengan que ser sustituidos¡±.

¡°No existe norma alguna que determine que la edad de los ¨¢rboles no pueda ser centenaria¡±, se?alan varios expertos. ¡°La vejez org¨¢nica no es sin¨®nimo de enfermedad, ni implica necesariamente la muerte¡±, dice por su parte el arquitecto Jaime Tarruell, perteneciente a la Mesa del ?rbol, organismo creado por iniciativa de la concejal de Medio Ambiente, In¨¦s Saban¨¦s. ¡°La Mesa¡±, explica Ram¨®n Linaza, asesor de la concejal¨ªa, ¡°agrupa a unas cuarenta personas, entre jardineros, expertos, ecologistas, organizaciones vecinales y t¨¦cnicos vinculados al universo arb¨®reo¡±.

Las fuentes municipales citadas detallan que ¡°otras especies, como pinos, cedros, secuoyas, pinsapos¡­, tienen vidas mucho m¨¢s largas y las causas de su mortalidad no est¨¢n claras, si bien las mortalidades sufridas por estas mismas especies en otras muchas zonas con riego de agua potable, o directamente sin riego, tanto en Madrid como en otras muchas zonas de Espa?a, hacen sospechar que el agua regenerada no necesariamente es el factor, al menos principal, de dichas mortalidades¡±.

La misma fuente oficial a?ade que el Ayuntamiento, en colaboraci¨®n con la Universidad de Alcal¨¢, viene realizando desde 2009 estudios de seguimiento del riego con aguas regeneradas en los parques del Oeste (hasta 2013), Emperatriz Mar¨ªa de Austria y Garrigues Walker (a¨²n en curso). En ellos ha estudiado la variaci¨®n de las caracter¨ªsticas de los suelos y la incidencia en la vegetaci¨®n. Y a?ade que ¡°se est¨¢ realizando un seguimiento de la evoluci¨®n de la conductividad en el agua del riego (dado que la conductividad en el agua regenerada es m¨¢s elevada que en el agua potable) y en el agua del suelo, con las variaciones de la concentraci¨®n de sodio y cloruros¡±. Las fuentes municipales llegan a la conclusi¨®n de que estas variaciones podr¨ªan tener influencia en el decaimiento de los cedros.

El Ayuntamiento asegura haber iniciado estudios de comportamiento biol¨®gico directo en cuatro especies, incluido, por supuesto, el cedro, respecto al riego con agua regenerada, sin conclusiones a¨²n, por llevar el estudio en curso solo un a?o. Por ¨²ltimo, seg¨²n un criterio de precauci¨®n, la fuente municipal asegura que ¡°el Ayuntamiento utiliza mezcla de agua regenerada con agua potable cuando es posible, de acuerdo con las recomendaciones de la Universidad de Alcal¨¢, para bajar los niveles de sales y garantizar as¨ª la minimizaci¨®n de los posibles efectos adversos, en tanto en cuanto no se tengan resultados definitivos¡±.

Por su parte, expertos en jardiner¨ªa se?alan que ¡°tras el riego con agua reciclada, las concentraciones persistentes de cloruro y de sodio en las plantas son muy importantes si el sistema de riego empleado es por aspersi¨®n¡±. Las plantas absorben los iones de ambos elementos a trav¨¦s del follaje, y lo hacen en concentraciones m¨¢s bajas que las que se absorben desde el suelo, ¡°por lo cual resultan dif¨ªcilmente detectables¡±, explican.