El deber de hacer pol¨ªtica
Con el 20,66% de los votos, Podemos est¨¢ obligado a ceder, a conciliar y ensanchar los espacios de entendimiento y fraguar o apoyar un Gobierno con el que poder aplicar su programa
Son semanas decisivas para constituir el futuro Gobierno de Espa?a. Ante un Congreso de Diputados tan fragmentado, comprendemos las dificultades para alcanzar acuerdos pol¨ªticos satisfactorios para las partes. Pero, por respeto y fidelidad a los electores, todas las formaciones est¨¢n obligadas a dicho acuerdo, tanto en la derecha como en la izquierda. Por otra parte, cuando los partidos, de uno u otro signo, fraguan o deshacen acuerdos, es preciso hacerles patente cu¨¢l es la situaci¨®n de los ciudadanos para exigirles urgentemente los pactos necesarios para gobernar. Seg¨²n Oxfam Interm¨®n, en Espa?a, ¡°veinte personas alcanzaron un patrimonio de 115.100 millones de euros, lo que equivale a la riqueza que concentra el 30% del pa¨ªs¡±. Seg¨²n Global Wealht Report, durante 2015, tambi¨¦n en Espa?a, la clase trabajadora ¡ªun 60% de la poblaci¨®n¡ª dispon¨ªa del 15% de la riqueza, es decir, cuatro veces menos que su peso demogr¨¢fico.
A tenor de estos y otros datos que la direcci¨®n conoce, Podemos debe favorecer la constituci¨®n de una amplia mayor¨ªa de izquierdas para hacer realidad, m¨¢s all¨¢ de las razonables discrepancias, lo que dice en su programa: ¡°Ha llegado el momento de que el desbordamiento popular que nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª tome las riendas del gobierno de nuestro pa¨ªs¡±. En este momento pol¨ªtico, estimo altamente reprochable que dirigentes de Podemos, en un acto celebrado en Madrid, contin¨²en hablando de ¡°proceso constituyente¡± o, lo que es peor, que ¡°hay que seguir rodeando el Congreso¡±.
Cuando se ha concurrido a unas elecciones y se han conseguido 69 diputados ¡ªcon independencia de sus variantes pol¨ªticas internas¡ª surge un deber ¨¦tico y pol¨ªtico de hacer pol¨ªtica, en el sentido m¨¢s digno de la palabra, y, consecuentemente, de favorecer el Gobierno que permita la ejecuci¨®n de las 387 propuestas que integran el Programa. Sobre todo si dicho programa contiene medidas que resultar¨ªan pr¨¢cticamente inviables sin la participaci¨®n en un Gobierno capaz de aplicarlas. Lo contrario, desde el marco de la izquierda, ser¨ªa una decepci¨®n, cuando no un fraude, para los m¨¢s de cinco millones de ciudadanos que los han votado.
El programa de Podemos plantea la reforma de seis preceptos constitucionales ¡ªentre ellos el art¨ªculo 135¡ª, la inmediata derogaci¨®n de una veintena de leyes y disposiciones ¡ªdesde la reforma laboral hasta la ley de Seguridad Ciudadana¡ª y la reforma de unas setenta normas de diverso alcance. Todo ello para restablecer el Estado Social y Democr¨¢tico de Derecho, un mayor grado de libertad e la igualdad y mayores garant¨ªas democr¨¢ticas, tan vejadas y restringidos durante el mandato del Gobierno del PP. Dichas propuestas incluyen la efectividad de los derechos civiles y sociales, una profunda reforma de la Administraci¨®n de Justicia, medidas tendentes a ¡°poner fin a la impunidad de las corruptos¡± y una revisi¨®n a fondo del sistema electoral que evite ataques flagrantes a la igualdad de todos los ciudadanos, como fue el que IU, con m¨¢s de un mill¨®n de votos, solo obtuviera dos diputados.
Ciertamente propone tambi¨¦n una reforma, hoy aceptada por casi todos, de ¡°la estructura territorial del Estado¡± a partir del reconocimiento de la plurinacionalidad de Espa?a. Para ello, invoca el reiterado y vacuo ¡°derecho a decidir¡± en lugar del derecho ¡°de libre determinaci¨®n¡± reconocido en el art¨ªculo 1 de los Pactos de Nueva York. Pero, para ser justos en la valoraci¨®n de esta propuesta, debe destacarse que reconoce la plena vigencia del actual Estatut d'Autonomia ¡ªpropuesta 364¡ª y que la v¨ªa propuesta para el ejercicio de aquel derecho es la reforma de la ley estatal de Refer¨¦ndum de 1980, que exige la autorizaci¨®n del Congreso de Diputados por mandato constitucional. En consecuencia, admiten impl¨ªcitamente el car¨¢cter ¡°consultivo¡± del mismo.
Como puede advertirse, estamos ante propuestas de ¡°cambio del marco constitucional¡±, exigencia hoy claramente compartida desde la izquierda, incluido el PSOE y el PSC. Pero para ello, resulta excesivo afirmar que ¡°quieren que el poder vuelva a las calles y que sea la gente, con su voto, la que decida si quiere o no cambiar este marco constitucional¡±. As¨ª debe ser en todo caso, lo que exige algo que Podemos no incluye en su Programa, la reforma del art¨ªculo 167 de la Constituci¨®n, para excluir radicalmente la posibilidad de la reforma impuesta por el Gobierno del PP, con el apoyo del PSOE, para someter a Espa?a al dictado de las pol¨ªticas de austeridad de la Uni¨®n Europea.
Respetamos y, en buena parte, compartimos el programa de Podemos, pero el 20,66% de los votos obtenidos le obliga a ceder, a conciliar y ensanchar los espacios de entendimiento y fraguar o apoyar un Gobierno con el o los partidos con los que haya mayores coincidencias. Entonces estaremos abriendo de verdad una nueva etapa.
Carlos Jim¨¦nez Villarejo fue Fiscal Anticorrupci¨®n y es miembro de Federalistes d'Esquerres
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