El fin del plazo para presentar tesis satura los tribunales universitarios
Un decreto fija el 11 de febrero como el d¨ªa l¨ªmite para que los doctorandos que comenzaron sus estudios antes de 2011 defiendan su trabajo
Dentro de 20 d¨ªas se vence el plazo para que los estudiantes de doctorado que comenzaron sus estudios antes de 2011 finalicen su grado y defiendan su tesis. La cercan¨ªa de la fecha, que se fij¨® hace cinco a?os con un real decreto, provoca jornadas maratonianas de lectura de los trabajos y un pico inusual de viajes de expertos que conforman los tribunales. Solo en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) se leer¨¢n hoy 21 trabajos. En la Universidad de Barcelona hay 1.436 estudiantes afectados por la moratoria. En la Pompeu Fabra, unos 100.
El ¨²ltimo Gobierno socialista aprob¨® el 10 de febrero de 2011 el real decreto que regula las ense?anzas de doctorado. La norma establec¨ªa, entre otras cosas, que quienes se encontraran cursando dichos estudios en esa fecha dispon¨ªan de cinco a?os para la presentaci¨®n y defensa de su tesis. De lo contrario, ¡°el doctorando causar¨¢ baja definitiva en el programa¡±, dice el texto.
La casu¨ªstica es inmensa. Proyectos mastod¨®nticos que han tardado a?os en finalizarse, simple dejadez, estudiantes que iban a su ritmo y alternaban sus estudios con la vida laboral... Albert Velasco llevaba desde el 2000 trabajando en su tesis sobre el pintor Pedro Garc¨ªa de Benabarre. El lunes finalmente ley¨® su trabajo en la Universidad de Lleida. ¡°Ha sido un sacrificio. Pero es verdad que sin la pistola del l¨ªmite en el pecho no me habr¨ªa puesto¡±, explica Velasco, de 39 a?os.
Hace un a?o que la Universidad Pompeu Fabra puso en marcha un protocolo para identificar los casos de afectados por la medida (un centenar) para hacerles acompa?amiento, explica Marta Aragay, jefa de la oficina de doctorado del centro. Desde septiembre del a?o pasado hasta febrero se leer¨¢n unas 80 tesis, lo que representa el 44% de los trabajos que anualmente se entregan. ¡°Unos 20 tendr¨¢n que entrar a otros grados porque no alcanzaron a cumplir¡±, lamenta Aragay.
La situaci¨®n es un poco m¨¢s compleja en la UAB donde cada a?o unos 900 estudiantes comienzan estudios de doctorado. All¨ª, hasta el 11 de febrero, se tienen que leer un total de 378 tesis. Cada uno de estos trabajos implica, entre otras cosas, realizar un per¨ªodo de exposici¨®n p¨²blica (con lo que se busca descartar plagios, por ejemplo), la conformaci¨®n de un tribunal de expertos que tienen que juzgar las tesis y realizar el acto de la lectura y defensa del trabajo. ¡°Hemos tenido que renunciar a miembros de tribunal de fuera para ahorrar. Otros se quejan porque no dan abasto o declinan porque ya ten¨ªan compromisos, lo que complica la log¨ªstica¡±, agrega Aragay.
Xavier Gabarrell, secretario acad¨¦mico de la Escuela de Doctorado de la UAB explica que se trataba de una situaci¨®n ya prevista y que varias universidades intentaron de manera conjunta que el Ministerio de Educaci¨®n cambiara la fecha para hacerla coincidir con el calendario universitario, sin ¨¦xito. En el caso de la Aut¨®noma, los doctorandos que quisieran cumplir con la fecha l¨ªmite ten¨ªan que depositar su tesis el ¨²ltimo trimestre del a?o pasado. Gabarell explica que entre octubre y diciembre pasados se entregaron a exposici¨®n p¨²blica 530 tesis, tres veces m¨¢s que las que se registraron entre octubre de 2014 y diciembre de 2015.
¡°Hemos tenido que hacer una dotaci¨®n especial de unos 80.000 euros para pagar los viajes de los miembros de los tribunales. No es un gasto adicional pero s¨ª concentrado en un periodo de tiempo¡±, explica Enric Canela, vicerrector de Pol¨ªtica Cient¨ªfica de la Universidad de Barcelona. En este centro hay 1.436 doctorandos afectados y el 41% de los estudiantes ya estaban cursando el doctorado incluso antes de 2007.
¡°Se han acumulado muchos estudiantes para el ¨²ltimo momento¡±, agrega Canela. En la UAB, otros 520 estudiantes han optado por cambiarse a programas creados a partir de 2011. ¡°Este problema se repetir¨¢ en septiembre de 2017, pues hay otro fin de plazo¡±, advierte Aragay.
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