El responsable de c¨¢maras del Madrid Arena alega que ¨¦l solo deb¨ªa grabar

El vigilante de Seguriber encargado del control del cuarto de c¨¢maras durante la tragedia del Madrid Arena, Roberto Mateos, ha reconocido al juez que investiga las causas de la tragedia -en la que murieron cinco j¨®venes que se ausent¨® de su puesto durante la avalancha mortal,porque trataba de localizar los vomitorios donde se pulsaron se?ales de incendios para evitar que saltara la alarma.

La Fiscal¨ªa acusa a Mateos de abandonar "su puesto de trabajo, sin causa justificada, dejando desasistido el mismo desde las 2.33 a las 2.49 y desde las 3.11 a las 3.48" cuando se produjo la avalancha, por lo que "no pudo observarlas y dar la voz de alarma", que era su funci¨®n principal en caso de detectar alg¨²n incidente.

Tras afirmar que sal¨ªa "constantemente al pasillo" y que se ausent¨® tres veces por un per¨ªodo largo (cinco seg¨²n la fiscal), Mateos ha explicado a la fiscal que a las 03.10 horas vino una persona de mantenimiento que "estaba nerviosa" porque no encontraba los vomitorios donde se estaban pulsado la se?al de incendios.

Entonces, comprendi¨® que este aviso era "bastante importante" porque hab¨ªa que localizar las puertas "para que no llegara a saltar la alarma y se activara en todo el pabell¨®n".Ha asegurado que en ese momento estaba con el coordinador de Seguriber Ra¨²l Monterde en el cuarto de c¨¢maras. "Salimos a comprobar por varios vomitorios", ha contado al tribunal. Acto seguido, ha se?alado que le llam¨® el otro coordinador del equipo de Seguriber Juan Jose Paris Nalda para pedirle "apoyo urgente" ya que "al parecer hab¨ªa habido una pelea".

Ya al volver a su puesto, ha continuado, un compa?ero le llam¨® coment¨¢ndole que una chica se encontraba en mal estado. "Alrededor de las cuatro de la ma?ana salimos los cuatro de golpe y en un breve espacio de tiempo nos traen a una v¨ªctima", ha aseverado.

Mateos, que ha dicho que era la primera vez que ocupaba ese puesto, ha subrayado que su funci¨®n "era que las c¨¢maras permanecieran grabando", nada m¨¢s. "Par¨ªs me dijo que ten¨ªa que quedar todo grabado y que intentara que no entrara nadie en la zona t¨¦cnica", ha a?adido.

Ha destacado que solo ten¨ªa dos monitores de catorce pulgadas para ver 16 c¨¢maras de las 101 que hab¨ªa, aunque las im¨¢genes "no estaban nombradas y ten¨ªan retardo", y que pod¨ªa mover algunas c¨¢maras pero con dificultad.

Tampoco sab¨ªa qu¨¦ c¨¢maras eran las m¨¢s importantes ni si Seguriber deb¨ªa responsabilizarse del mantenimiento del circuito cerrado de televisi¨®n.

En su opini¨®n, "con el sistema que hab¨ªa poco se puede prevenir", ya que "las c¨¢maras son disuasorias". "Cuando se ve algo ya ha pasado, lo importante es que quede grabado para luego perseguir el delito".

Interrogado sobre que hizo aquella noche ha respondido: "Lo que hac¨ªa era cambiar las c¨¢maras. Tambi¨¦n intentaba ver, algo ve¨ªa". "Yo fui moviendo pesta?as del ordenador para comprobar que hab¨ªa un puntito verde para indicar que las c¨¢maras grababan", ha agregado.

Previamente, Monterde ha querido dejar claro que Mateos no estaba obligado a permanecer en el cuarto de c¨¢maras sino que su funci¨®n principal era la de asegurarse que todo queda grabado y registrado.

Se da la circunstancia su compa?ero Par¨ªs Nalda manifest¨® ayer todo lo contrario y s¨ª subray¨® que Mateos deb¨ªa quedarse en el cuarto "para poder activar el plan de auto-protecci¨®n si en un momento dado se recurre a ¨¦l".

Ha asegurado que en ese momento estaba con el coordinador de Seguriber Ra¨²l Monterde en el cuarto de c¨¢maras. "Salimos a comprobar por varios vomitorios", ha continuado.

Acto seguido, ha se?alado que le llam¨® el otro coordinador del equipo de Seguriber Juan Jose Paris Nalda para pedirle "apoyo urgente" ya que "al parecer hab¨ªa habido una pelea".

Ya al volver a su puesto, ha continuado relatando, un compa?ero le llam¨®coment¨¢ndole que una chica se encontraba en mal estado. "Alrededor de las cuatro de la ma?ana salimos los cuatro de golpe y en un breve espacio de tiempo nos traen a una v¨ªctima", ha aseverado.

Mateos, que ha dicho que era la primera vez que ocupaba ese puesto, ha subrayado que su funci¨®n "era que las c¨¢maras permanecieran grabando", nada m¨¢s. "Par¨ªs me dijo que ten¨ªa que quedar todo grabado y que intentara que no entrara nadie en la zona t¨¦cnica", ha a?adido. Ha destacado que solo ten¨ªa dos monitores de catorce pulgadas para ver 16 c¨¢maras de las 101 que hab¨ªa, aunque las im¨¢genes "no estaban nombradas y ten¨ªan retardo", y que pod¨ªa mover algunas c¨¢maras pero con dificultad.

Tampoco sab¨ªa qu¨¦ c¨¢maras eran las m¨¢s importantes ni si Seguriber deb¨ªa responsabilizarse del mantenimiento del circuito cerrado de televisi¨®n.

En su opini¨®n, "con el sistema que hab¨ªa poco se puede prevenir" ya que "las c¨¢maras son disuasorias". "Cuando se ve algo ya ha pasado, lo importante es que quede grabado para luego perseguir el delito".

Interrogado sobre que hizo aquella noche ha respondido: "Lo que hac¨ªa era cambiar las c¨¢maras. Tambi¨¦n intentaba ver, algo ve¨ªa".

"Yo fui moviendo pesta?as del ordenador para comprobar que hab¨ªa un puntito verde para indicar que las c¨¢maras grababan", ha agregado.

Previamente, Monterde ha querido dejar claro que Mateos no estaba obligado a permanecer en el cuarto de c¨¢maras sino que su funci¨®n principal era la de asegurarse que todo queda grabado y registrado.

Se da la circunstancia su compa?ero Par¨ªs Nalda manifest¨® ayer todo lo contrario y s¨ª subray¨® que Mateos deb¨ªa quedarse en el cuarto "para poder activar el plan de auto-protecci¨®n si en un momento dado se recurre a ¨¦l".