Lleg¨® el fr¨ªo
Recientemente ha aparecido con fuerza un nuevo rostro de la pobreza, un gran n¨²mero de hogares en nuestra sociedad no pueden pagar el consumo energ¨¦tico
La pobreza energ¨¦tica est¨¢ siendo noticia estas semanas y ello se debe a factores que conviene no olvidar. El fr¨ªo ha entrado en nuestros hogares y hay que combatirlo, pero esta afirmaci¨®n tan sencilla no lo es para toda la ciudadan¨ªa. Recientemente ha aparecido con fuerza un nuevo rostro de la pobreza, un gran n¨²mero de hogares en nuestra sociedad no pueden pagar el consumo energ¨¦tico. Hay quienes calculan que afecta a unos 136.000 catalanes, otros indican que se trata de 639.000. Sea cual sea la cifra, la realidad es que hoy existen muchas familias con problemas para mantener su vivienda caliente y que han visto c¨®mo en los ¨²ltimos a?os cada vez es mayor la parte de sus pocos ingresos que se destina a costear la energ¨ªa (ha pasado del 10 al 60% del gasto dom¨¦stico durante los ¨²ltimos a?os). Espa?a es el tercer pa¨ªs de Europa con unos precios m¨¢s elevados. Hay que apuntar tambi¨¦n que disponemos de un parque inmobiliario de baja eficiencia energ¨¦tica y que hay falta de informaci¨®n sobre c¨®mo debemos gestionar el consumo.
La ley catalana de pobreza energ¨¦tica se encuentra a la espera de la promulgaci¨®n del reglamento correspondiente para su aplicaci¨®n. En el plan de choque social del nuevo Gobierno catal¨¢n se habla de garantizar los suministros a las personas sin recursos y se obliga a la comunicaci¨®n por parte de los servicios sociales de aquellas situaciones que conlleven el corte de suministros en los hogares, pidiendo a las empresas distribuidoras su aportaci¨®n para crear un fondo solidario que resuelva estas urgencias. Se apunta tambi¨¦n a un presupuesto de 10 millones de euros para afrontar los impagos por situaci¨®n de vulnerabilidad. A pesar del plan de choque social, en estos momentos no conocemos cu¨¢l ser¨¢ el grado de cumplimiento y mientras se concretan estas medidas los meses de fr¨ªo van pasando.
Me gustar¨ªa destacar una iniciativa de Barcelona: un convenio de colaboraci¨®n entre entidades sociales y el Ayuntamiento, que dispone de 2,5 millones de euros ¡ª0,5 millones costeados por las entidades¡ª para realizar un proyecto que no s¨®lo pretende aportar soluciones a la pobreza energ¨¦tica sino que tiene como objetivo impulsar medidas transformadoras que reduzcan esta problem¨¢tica, mejorando el parque de viviendas de los barrios deprimidos y ofreciendo un servicio de diagnosis, informaci¨®n e intervenci¨®n que consiga disminuir el consumo energ¨¦tico.
La confluencia de diferentes actores p¨²blicos y privados en un mismo proyecto es tambi¨¦n una grata noticia, pues a¨²n son experiencias puntuales. Adem¨¢s, pocas veces se trata de proyectos de la envergadura de esta alianza teniendo en cuenta los recursos econ¨®micos que se destinan, el n¨²mero de personas que ser¨¢n atendidas ¡ªunas 5.000 visitas a hogares¡ª, una actuaci¨®n focalizada en los barrios m¨¢s empobrecidos, la experiencia y conocimiento del territorio que aportar¨¢n las entidades, un enfoque transformador y una metodolog¨ªa de intervenci¨®n social para empoderar a las personas. Se busca junto a la mejora de la eficiencia energ¨¦tica, la creaci¨®n de ocupaci¨®n: personas en situaci¨®n de vulnerabilidad que se formen en optimizaci¨®n del consumo energ¨¦tico y que se espera que en un futuro puedan trabajar en empresas distribuidoras de energ¨ªa.
Esta experiencia que iniciamos puede marcar un modelo para las nuevas formas de actuaci¨®n conjunta desde lo p¨²blico y desde las entidades sociales. Los nuevos tiempos nos exigen innovaci¨®n y ello supone identificar nuevas formas de hacer lo que ya hac¨ªamos, aprender a trabajar con alianzas y crear espacios de colaboraci¨®n y confianza. Innovar tambi¨¦n es ser conscientes de que el mercado laboral ha cambiado y que no solo hay que buscar ocupaci¨®n sino crearla ¡ªdescubrir nuevos perfiles, nuevas prestaciones y servicios¡¡ª, de ah¨ª la importancia que ¨²ltimamente est¨¢ tomando la econom¨ªa social entre las entidades del tercer sector. Los a?os de crisis nos han permitido aprender a cambiar nuestra manera de actuar ante las necesidades emergentes que nos apremian. Esta experiencia es fruto de ello y es un punto de esperanza.
Teresa Crespo es presidenta de Entitats Catalanes d¡¯Acci¨® Social (ECAS)
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