Un Mozart rayando la perfecci¨®n

Sir John Eliot Gardiner, una leyenda en la interpretaci¨®n del repertorio barroco y cl¨¢sico, al frente del Monteverdi Choir y los English Baroque Soloists, dos conjuntos de referencia creados por ¨¦l, pasaron por el Auditori en la ¨²nica parada espa?ola en la "Gira Mozart" que est¨¢n llevando a cabo desde principios de a?o por diversos escenarios europeos.

El programa era may¨²sculo, imponente, un reto: la Gran Misa en Do menor K.427 y, en la primera parte, la Sinfon¨ªa num. 41 K.551 "J¨²piter" (que sustituy¨® a ¨²ltima hora a la Sinfon¨ªa n¨²m. 40 K.550 inicialmente anunciada).

Equiparable en calidad, belleza y grandeza al c¨¦lebre Requiem, la Gran Misa en Do menor ocupa, junto a ¨¦ste, la cima de la producci¨®n religiosa de Mozart.

El problema de las obras musicales que, como ¨¦sta, se sit¨²an en el restringido universo de lo absolutamente perfecto, radica en que exigen interpretaciones perfectas pues ponen en lamentable evidencia cualquier acercamiento que no sea tambi¨¦n de primer¨ªsimo nivel.

Afortunadamente el Monteverdi Choir los English Baroque Soloists y el mismo Sir John Eliot Gardiner son preciosos y raros instrumentos que a¨²nan la precisi¨®n con la flexibilidad; la exactitud y el rigor estil¨ªstico con una intensa expresividad; el equilibrio con la fuerza.

Enfrentado a unos contrapuntos densos, a pasajes con escritura a ocho partes, el Monteverdi Choir son¨® como el mejor coro del mundo. Los solistas vocales, entre los que cabe destacar muy especialmente la norteamericana Amanda Forsythe que asumi¨® el papel de primera soprano, una parte de lucimiento que Mozart compuso para que la interpretara su esposa Constance, sonaron perfectamente equilibrados con el coro. La orquesta, que en la primera parte ya hab¨ªa acreditado su val¨ªa en la interpretaci¨®n de la Sinfon¨ªa "J¨²piter" ofreci¨® un acompa?amiento ejemplar.

El Mozart ofrecido por Gardiner ray¨® en la perfecci¨®n. El cielo se alcanz¨® en la propina, al final del concierto: el Ave Verum Corpus K.618, el Mozart m¨¢s excelso y santo, una ventana de apenas tres minutos abierta desde la tierra sobre lo que podr¨ªa ser el para¨ªso.