El pintor del eterno femenino
'La Mujer Ochoa. Modernismo y Modernidad' es una muestra de algunos de los mejores retratos de Enrique Est¨¦vez Ochoa
El Museo Cerralbo, esa suerte de fanal decimon¨®nico que atrae e irradia Arte desde el arranque del barrio de Arg¨¹elles, expone hasta el 26 de abril ¡°La Mujer Ochoa. Modernismo y Modernidad¡±. Es una muestra de algunos de los mejores retratos del pintor Enrique Est¨¦vez Ochoa (Puerto de Santamar¨ªa, 1891-Palma de Mallorca, 1978), quien fuera emblema espa?ol del devenir del arte cosmopolita del siglo XX. La exposici¨®n exhibe la dilatada secuencia estil¨ªstica ¨Cdesde la figuraci¨®n y el art dec¨®, al expresionismo y la abstracci¨®n- seguida por el artista a lo largo de su trepidante vida.
Ochoa hab¨ªa visto sus primeras luces en Filipinas, donde su padre, teniente de Infanter¨ªa, decidi¨® trasladarse con su esposa y una hermana de Enrique, tiempo antes del desastre militar de 1898 con el que concluy¨® el Imperio espa?ol transoce¨¢nico. En el pa¨ªs tagalo muri¨® su madre. De regreso a Espa?a, tambi¨¦n falleci¨® su padre. El muchacho ingresa en un colegio de hu¨¦rfanos del Ej¨¦rcito, del cual, con apenas 15 a?os, pasar¨ªa a la Academia de Infanter¨ªa de Zaragoza.
Tras abandonar el Ej¨¦rcito, comenz¨® a dibujar con tanta desenvoltura que a sus 23 a?os reci¨¦n cumplidos, el diplom¨¢tico y genial poeta modernista nicarag¨¹ense Rub¨¦n Dar¨ªo (Matagalpa, 1867-le¨®n, 1916) le encomend¨® la ilustraci¨®n de sus Obras Completas. Con el tiempo, ilustrar¨ªa tambi¨¦n a Arthur Strindberg, para emplearse como portadista de algunas de las principales revistas espa?olas de su ¨¦poca, desde Blanco y Negro hasta La Esfera o La Ilustraci¨®n Espa?ola.
Entre 1919 y 1923, Ochoa, que es as¨ª como firma sus obras, se instala en Madrid, en un estudio de la calle de Don Ram¨®n de la Cruz. Expone en una primera ocasi¨®n, sin ¨¦xito y en una segunda oportunidad, su val¨ªa es resaltada por el cr¨ªtico Jos¨¦ Franc¨¦s, que loa su genio y le encumbra. Se codea con Emilio Carrere, el marqu¨¦s de Hoyos o Ram¨®n G¨®mez de la Serna. Sus portadas le granjean la admiraci¨®n del p¨²blico de extracci¨®n social alto-burguesa, a cuyas damas retrata en ademanes gratos y galantes, eludiendo la objetualidad en la que las sepultaban otros ilustradores de su ¨¦poca.
Ochoa no se conforma con los elevados ingresos que percibe. Su alma inquieta le lleva a Barcelona y a Par¨ªs, en 1918 y una d¨¦cada despu¨¦s vive all¨ª a?o y medio. Contacta con las vanguardias pict¨®ricas y literarias, estrecha amistades con Pablo Picasso, con Guillaume Appollinaire y Paul ?luard, con el que viajar¨¢ a Ibiza. Ochoa, que tiene una base muy bien asentada en el dibujo, perfecciona su t¨¦cnica y logra destellos sorprendentes en acuarelas y gouaches; da el salto al ¨®leo, en el que destacar¨¢ por la sensibilidad y la profundidad psicol¨®gica de sus retratos femeninos, como el de La Maja, que le permiti¨® obtener el Premio de la Bienal de Venecia en 1936. Hasta 44 de los m¨¢s bellos se exhiben en el Museo Cerralbo. Son numerosos los de mujeres vinculadas a la bohemia. Ochoa expresa con todo su hechizo las miradas de las mujeres j¨®venes, casi siempre procedente de ojos claros ¨Cfelinos, llegar¨ªa ¨¦l mismo a definirlos-; en los retratos de mujeres maduras, como el de su segunda esposa, Carmen Os¨¦s o en el de la bailarina rusa Gala Fedorova, cobra sus m¨¢ximas cotas de perfecci¨®n por la sinceridad expresiva y por una crom¨¢tica desenvuelta, a base de pasteles, turquesas y rojos que ¨¦l mismo fabricaba con pigmentos.
Ausente de Espa?a durante la Guerra Civil, al concluir regresa y se instala en la cartuja mallorquina de Valldemosa donde Federico Chopin se aloj¨® en la celda n¨²mero 4. All¨ª pinta Ochoa su Metamorfosis de Dafne, considerado como culmen expresionista y preludio de la obra de Pollock. Ochoa quiso comprar la celda del m¨²sico polaco, pero tuvo que conformarse con alquilarla a perpetuidad hasta su muerte, se?ala el abogado Jos¨¦ Est¨¦vez, nieto suyo y presidente de la Fundaci¨®n Pintor Enrique Ochoa organizadora de la exposici¨®n que ¨¦l comisar¨ªa. ¡°La muestra viajar¨¢ a Viena, para ser instalada en la casa del pintor Klimt¡±, anuncia Est¨¦vez, que resalta la incesante experimentaci¨®n pict¨®rica a la cual Ochoa se someti¨®, logrando su c¨¦nit en la abstracci¨®n musical, triunfal meta con la que coronar¨ªa otro de los vectores de su arte.
Mujer Ochoa. Modernismo y modernidad. Museo Cerralbo. Ventura Rodr¨ªguez, 17. Hasta el 26 de abril. Entrada 3 euros.
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