Acuerdos para un reto: la regeneraci¨®n democr¨¢tica

Sin duda nos est¨¢ tocando vivir un momento crucial y determinante para nuestro futuro. Ante ¨¦l, los socialistas tenemos, m¨¢s que acreditado, que sabemos estar a la altura de las circunstancias pol¨ªticas y sociales. El PSOE siempre ha estado en la vanguardia, liderando los cambios y las transformaciones en este pa¨ªs, desde las primeras elecciones democr¨¢ticas de 1977.

Somos dignos herederos de nuestra historia pasada, tenemos principios claros, defendemos nuestros valores; esos mismos valores que nos han ayudado a avanzar en igualdad, en libertad y en derechos durante m¨¢s de 30 a?os en nuestro pa¨ªs. Y sobre esta base puedo decir que somos el ¨²nico partido capaz de formar un Gobierno fuerte en Espa?a, porque somos el primer partido del cambio.

?El Partido Popular, en su soledad, solo puede regenerarse desde la oposici¨®n. La impunidad con la que han actuado durante a?os les hace merecedores de la bancada de la oposici¨®n en el Parlamento, sin perjuicio, claro est¨¢, de las responsabilidades legales oportunas.

Desde Madrid, conocemos bien el significado de los gobiernos corruptos y asfixiantes del Partido Popular. El saqueo generalizado a las arcas p¨²blicas de los m¨¢s populares dirigentes madrile?os, como en el caso P¨²nica o G¨¹rtel, han tenido su sede central en la calle G¨¦nova.

Por desgracia los socialistas madrile?os hemos perdido la capacidad de asombro, pero no la de la indignaci¨®n con el goteo diario de nuevos casos de corrupci¨®n del Partido Popular. Un partido corro¨ªdo hasta sus entra?as por la corrupci¨®n, no puede estar al frente de ning¨²n proceso de regeneraci¨®n democr¨¢tica.

Rajoy se ha escondido, y no es nada nuevo, as¨ª lo ha estado haciendo durante toda la legislatura. Primero detr¨¢s de sus ministros, despu¨¦s tras una pantalla de plasma. Frente a esa actitud propia de un escolar de primaria, desde el PSOE hemos dado un paso hacia adelante para convertirnos en la referencia real de las pol¨ªticas progresistas y reformistas en Espa?a.

Ahora m¨¢s que nunca debemos transmitir nuestra confianza hacia el equipo que forma la direcci¨®n nacional, que debe tener, y tiene, la libertad dentro de los par¨¢metros que fija nuestro programa electoral de llegar a cuantos acuerdos considere necesarios para el bien de los espa?oles. Despu¨¦s, ser¨¢ la militancia socialista, en un verdadero ejercicio de transparencia y democracia, la que se pronunciar¨¢ sobre esos acuerdos antes de firmarlos.

Nuestra prioridad son las pol¨ªticas sociales y de cambio, no los sillones. Es nuestra obligaci¨®n hablar con todos y transmitir al resto de representantes pol¨ªticos nuestro proyecto para buscar los puntos de encuentros que sin duda hay. Los que defienden nuevas elecciones le dan la espalda a la ciudadan¨ªa espa?ola. Las nuevas elecciones deben ser la ¨²ltima opci¨®n, supondr¨ªan un fracaso colectivo y los ciudadanos nos han convocado de forma clara para el cambio, para el di¨¢logo y para el acuerdo que lo haga posible.

Hablan de plazos los que nunca los han cumplido, hablan de plazos los que usan el chantaje como arma de negociaci¨®n, hablan de plazos los que ni siquiera piensan que la prioridad es la ciudadan¨ªa y la soluci¨®n a sus problemas y necesidades.

El reto es inmenso, comparable, si acaso, con procesos hist¨®ricos en nuestro pa¨ªs, como fue la llegada de la democracia. Ahora no nos jugamos acabar con un estado dictatorial, pero s¨ª nos enfrentamos ante el paradigma de un cambio pol¨ªtico determinante, como soluci¨®n a la crisis econ¨®mica y a sus consecuencias, como ejemplo de la regeneraci¨®n democr¨¢tica de la mayor¨ªa de los partidos y como baluarte de futuro para la mayor¨ªa de espa?oles que han votado. Y todo ello pasa por el PSOE, pasa por Pedro S¨¢nchez.

Sara Hern¨¢ndez es secretaria general del PSOE-M.

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