Puigdemont alegar¨¢ al Constitucional el car¨¢cter simb¨®lico de Exteriores
El Gobierno ampliar¨¢ el recurso con las declaraciones que apuntan a la desobediencia
El Gobierno catal¨¢n prepara las alegaciones al Tribunal Constitucional por la suspensi¨®n de las funciones del Departamento de Exteriores. Su argumento de base ser¨¢ que la diferencia entre la actividad del ¨¢rea que dirige Ra¨¹l Romeva y la acci¨®n exterior que hac¨ªa hasta ahora el Govern es solo un cambio de rango simb¨®lico. Las competencias que ejerce, justificar¨¢ el Govern, son las mismas que ten¨ªa hasta ahora y est¨¢n reguladas en el Estatuto y avaladas por el Tribunal. Es el argumentario que han manejado esta semana tanto el presidente Carles Puigdemont como Romeva, que admiti¨® el jueves que el Govern no puede hacer la diplomacia de un Estado. Ello no quita que el Departamento siga con su objetivo: extender el mensaje independentista por el mundo.
El Gobierno catal¨¢n defender¨¢ ante el Constitucional que sus misiones son b¨¢sicamente las que anteriormente hac¨ªa la secretar¨ªa de Exteriores: promoci¨®n econ¨®mica, cultural, y cooperaci¨®n, atribuciones permitidas a las autonom¨ªas y reguladas en decretos no impugnados ante el TC.
El Gobierno en funciones ha tomado buena nota de las intenciones de la Generalitat, que ha avisado de que no modificar¨¢ su conducta por la suspensi¨®n. La vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, asegur¨® ayer que el Ejecutivo incorporar¨¢ a los recursos al Constitucional las declaraciones en las que los dirigentes catalanes dejan claro que incumplir¨¢n el dictamen del TC: "Est¨¢n asumiendo, no por la v¨ªa de los hechos pero s¨ª por la v¨ªa de declaraci¨®n pol¨ªtica, los motivos fundamentados del Gobierno" para plantear los recursos, apunt¨® Santamar¨ªa. El asunto fue abordado ayer por el consejero de Justicia, Carles Mund¨®, que mantuvo un encuentro con el ministro del ramo, Rafael Catal¨¢, con el que coincidi¨® en el Colegio de Abogados de Barcelona. Junto al ministro, Mund¨® insisti¨® en que el Gobierno ¡°ha metido la pata¡± al impugnar el departamento de Exteriores. Para Catal¨¢, en cambio, ¡°no es razonable¡± que el consejero Romeva se presente como ministro.
La advertencia no amedrenta a los dirigentes catalanes, que prev¨¦n seguir con la actividad de Exteriores. Romeva ha dedicado sus primeras semanas en el cargo a dise?ar la estructura del departamento: se ha reunido con los t¨¦cnicos de las diferentes ¨¢reas ¡ªtambi¨¦n tiene las carteras de Transparencia y Relaciones Institucionales, antes en otros departamentos¡ª y con responsables de las entidades que quedan bajo su amparo, como Albert Royo, secretario general del Diplocat, la red de diplomacia p¨²blica de la Generalitat. M¨¢s all¨¢ de los contactos internos, Romeva se ha reunido con el c¨®nsul de los Estados Unidos y particip¨® en la recepci¨®n consular que anualmente celebra el Govern.
El consejero quiere activar cuanto antes su Departamento: como anunci¨® el jueves, planifica sus tres primeros viajes, a Bruselas, Londres, y Par¨ªs. Y est¨¢ reanudando el proceso para abrir nuevas delegaciones, anunciadas por la Generalitat en junio pasado: Romeva prev¨¦ inaugurar la de Portugal en las pr¨®ximas semanas y la de Marruecos est¨¢ en tr¨¢mites. De momento, aparca la del Vaticano, a la espera de encontrar el momento id¨®neo para abrir delegaci¨®n diplom¨¢tica en la santa sede.
La suspensi¨®n del Departamento de Exteriores lleg¨® a Bruselas, donde gener¨® opiniones dispares. Eurodiputados de Ciudadanos y UPyD enviaron una carta al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, acusando a Romeva de "falta de lealtad institucional". Los parlamentarios ¡ªdel grupo liberal, el mismo en el que est¨¢ Converg¨¨ncia¡ª han querido responder as¨ª a la misiva en la que Romeva reclamaba a Schulz apoyo a Catalu?a.
El consejero fue defendido por otro grupo de Bruselas, la Alianza Libre Europea, que lidera ERC. "Los catalanes han elegido democr¨¢ticamente su Gobierno y nos aceptable que Espa?a intente socavar su democracia"; lament¨® el presidente del partido europeo, Fran?ois Alfonsi.
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