Carmena negocia ¡®in extremis¡¯ para evitar la censura de Mayer

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y su principal negociador pol¨ªtico, Mauricio Valiente, intentan a contrarreloj salvar a la concejal de Cultura, Celia Mayer, de la reprobaci¨®n del pleno municipal. El Partido Popular ha presentado una proposici¨®n para exigir su cese, que se votar¨¢ hoy. La abstenci¨®n prevista por parte del PSOE sacar¨ªa adelante la moci¨®n y complicar¨ªa sobremanera la continuidad de Mayer, agudizando adem¨¢s la divisi¨®n interna en Ahora Madrid. Por ello, Carmena intenta cerrar un pacto que le permita ganar tiempo.

Hasta anoche, la postura del PSOE (nueve ediles) era abstenerse, mientras que Ciudadanos (siete) se inclinaba por votar a favor de la reprobaci¨®n y cese de Mayer, como pide el PP (21). As¨ª, el respaldo de Ahora Madrid (20) ser¨ªa insuficiente para evitar que el pleno aprobara la petici¨®n de cese de la concejal. La proposici¨®n no es vinculante, es decir, s¨®lo Carmena puede apartar del cargo a su edil, pero s¨ª elevar¨ªa la presi¨®n hasta un nivel inmanejable.

Por ello, a ¨²ltima hora de la noche Ahora Madrid impuls¨® una negociaci¨®n a la desesperada, ofreci¨¦ndose a abrir una investigaci¨®n que, en el plazo de un mes, determinara si existen responsabilidades pol¨ªticas que alcancen a Mayer. En ese caso, ella misma dimitir¨ªa. Eso permitir¨ªa a Carmena ganar tiempo, a la espera de que el escenario de pol¨ªtica nacional le permitiera encontrar una salida a esta situaci¨®n. Y, adem¨¢s, ayudar¨ªa al PSOE y Ciudadanos a evitar una reprobaci¨®n de la que no est¨¢n completamente seguros.

La mayor¨ªa absoluta ostentada por el PP de 1991 a 2015 impidi¨® que ning¨²n miembro del gobierno municipal fuera reprobado durante este periodo por el pleno, pese a las abundantes y graves vicisitudes vividas por el Ayuntamiento de la capital en ese cuarto de siglo (sin ir m¨¢s lejos, dos concejales de Ana Botella fueron imputados por el juez por la tragedia del Madrid Arena en 2013).

Mayer merecer¨ªa la censura del pleno por una acumulaci¨®n de errores propios y esc¨¢ndalos medi¨¢ticos que comenz¨® en Navidades, con el alboroto alrededor de la cabalgata de Reyes Magos; en realidad, s¨®lo cambi¨® el traje que vest¨ªan, pero para Esperanza Aguirre, portavoz municipal del PP, aquello fue la demostraci¨®n de que Ahora Madrid quer¨ªa ¡°acabar con las tradiciones cristianas¡±. Protest¨® el PP porque una mujer pudiera disfrazarse de rey mago en una cabalgata de distrito, pese a que tradicionalmente era un hombre el que se pintaba la cara de negro para ponerse en la piel de Baltasar. Y protest¨® porque no se permitiera a un colegio cat¨®lico del Opus Dei tener su propia carroza por segregar en las aulas a ni?os y ni?as, aunque se invitara a sus alumnos a sumarse al desfile como cualquier otro.

¡°Gora Alka-ETA¡±

Las cr¨ªticas a Mayer se recrudecieron cuando hace tres semanas decidi¨® retirar una serie de vestigios franquistas, amparada por la Ley de Memoria Hist¨®rica pero sin antes haber obtenido los permisos administrativos correspondientes, e incluyendo adem¨¢s monumentos que dif¨ªcilmente pueden ligarse a la dictadura.

Coincidi¨® adem¨¢s en el tiempo con la pol¨¦mica sobre una obra de t¨ªteres en la que un mu?eco se burlaba con una pancarta alusiva a ¡°Alka-ETA¡±. La Audiencia Nacional consider¨® que aquello era un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo y meti¨® en prisi¨®n a los artistas cinco d¨ªas. Mayer titube¨®, al anunciar primero la denuncia de los hechos y luego apostar por retirarla. Aquello provoc¨® una crisis en Ahora Madrid, al considerar Ganemos que la alcaldesa no hab¨ªa defendido con suficiente ah¨ªnco a su edil, que proviene de ese movimiento.

Ahora, Carmena se encuentra en la tesitura de mantener a Mayer, como ha insistido en repetidas ocasiones que har¨¢, o ceder a la presi¨®n redoblada por el pleno.