Jardineros y ecologistas se rebelan contra un herbicida
El uso del glifosato es legal, pero la OMS lo incluy¨® en 2015 en la lista de productos ¡°probablemente carcin¨®genos¡±
El Ayuntamiento de Madrid emplea un herbicida llamado glifosato, el m¨¢s usado en el mundo, para eliminar hierbas y otras plantas. Est¨¢ permitido, pero la Agencia para la Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud lo incluy¨® en 2015 en la lista de productos ¡°probablemente carcin¨®genos¡± para humanos. Ecologistas en Acci¨®n ha pedido al Consistorio que elimine su uso en zonas urbanas y periurbanas. La concejal de Medio Ambiente, In¨¦s Saban¨¦s, asegura que ya est¨¢n ensayando otros m¨¦todos menos agresivos.
Vecinos, asociaciones ecologistas, sindicatos o los propios jardineros han presentado reclamaciones en el Ayuntamiento de Madrid para que proh¨ªba el uso del herbicida glifosato en las calles y jardines de la ciudad. Ecologistas en Acci¨®n y Grama advirtieron a finales de febrero de que los servicios de parques y jardines ya hab¨ªan empezado el control de las ¡°malas hierbas¡± en zonas ajardinadas del paseo del Prado con el controvertido producto. Tambi¨¦n ten¨ªan constancia de que en varios distritos de la capital ¡°se estaba suministrando a los equipos de jardiner¨ªa grandes cantidades de glifosato¡±.
In¨¦s Saban¨¦s, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento, aclara que el uso del herbicida est¨¢ autorizado en el contrato integral de gesti¨®n de parques y viveros municipales, que heredaron del anterior gobierno, del PP. Aun as¨ª, manifiesta su ¡°voluntad clara¡± de prohibirlo. Las advertencias han llegado tambi¨¦n desde Madrid Salud, el organismo aut¨®nomo dependiente del Consistorio que tiene como meta transformar la ciudad en un lugar m¨¢s saludable. En un informe encargado por Medio Ambiente recomiendan aplicar el ¡°principio de precauci¨®n y, por tanto, reducir hasta eliminar su aplicaci¨®n buscando alternativas al compuesto en cuesti¨®n¡±, informa Saban¨¦s.
La sustituci¨®n por m¨¦todos menos agresivos se har¨¢ de forma progresiva, y ¡°probablemente¡± se tendr¨¢n que revisar los contratos con las empresas de jardiner¨ªa, adem¨¢s de informar al resto de grupos pol¨ªticos. Madrid cuenta con 6.000 hect¨¢reas de espacios verdes, de ellos 3.100 corresponden a los contratos de limpieza y zonas verdes, y 2.900 a lugares hist¨®ricos, singulares y forestales. De momento, se han hecho pruebas en los viveros municipales de otras alternativas.
En marzo de 2015, el grupo de investigaci¨®n sobre el c¨¢ncer de la OMS, el IARC, lo incluy¨® en la lista de productos 2 A ¡°probablemente carcin¨®genos¡± para humanos. Los cient¨ªficos consideraron que exist¨ªan pruebas suficientes de que causa tumores en animales y de que da?a el ADN y los cromosomas de c¨¦lulas humanas en cultivo. Pero la controversia contin¨²a. Nueve meses despu¨¦s de la incorporaci¨®n a esa relaci¨®n, la agencia europea de la seguridad alimentaria concluy¨® que es ¡°improbable¡± que provoque tumores en los humanos.
?Barcelona decidi¨® en diciembre del a?o pasado eliminar el tratamiento con el herbicida en jardines p¨²blicos y otros espacios verdes. En la regi¨®n madrile?a, municipios como Rivas Vaciamadrid, San Sebasti¨¢n de los Reyes o Brunete han cercado al glifosato. En Rivas el dilema se plante¨® hace dos a?os. Ahora las malas hierbas se eliminan de forma mec¨¢nica y manual. No han desterrado los qu¨ªmicos totalmente, pero procuran aplicar tratamientos m¨¢s selectivos, como la endoterapia, inyectando el producto en la savia del ¨¢rbol en vez de aplicarlo sobre la hoja. ¡°Lo ¨²nico que pulverizamos es el tratamiento contra la procesionaria de los pinos, y lo hacemos con un producto biol¨®gico que ataca a la larva con una bacteria¡±, aclara ?rica Valiente, directora de operaciones de Parques y Jardines. El cambio requiere m¨¢s recursos, m¨¢s inversi¨®n en maquinaria y la concienciaci¨®n de los ciudadanos, ¡°que sepan aceptar que los jardines no estar¨¢n tan impolutos como cuando se usan qu¨ªmicos¡±.
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