El Museo Egipcio se encomienda a Osiris para renovarse
Una exposici¨®n sobre el dios de la resurrecci¨®n inaugura la remodelaci¨®n de las salas temporales
No es mala divinidad Osiris para invocar en un proceso de renovaci¨®n. Dios de la muerte, lo era tambi¨¦n de la resurrecci¨®n y la fertilidad y ofrec¨ªa la promesa de un m¨¢s all¨¢ universal si se segu¨ªa su ejemplo, momificaci¨®n incluida. A Osiris se ha encomendado muy pertinentemente el Museo Egipcio de Barcelona para acometer una serie de cambios que le lleven a una vida mejor, l¨¦ase a dinamizar su oferta cultural y conseguir m¨¢s visitantes. El popular centro ha reformado su espacio de exposiciones temporales en la planta s¨®tano convirti¨¦ndolo en dos salas, lo que le permite duplicar las muestras y dar m¨¢s vitalidad al museo. La primera exposici¨®n de la nueva etapa es Osiris, dios de Egipto, el ser que permanece perfecto.
Inaugurada hoy (hasta el 30 de junio), la muestra consiste en fondos de la propia Fundaci¨®n Arqueol¨®gica Clos a la que pertenece el museo, pero incluye piezas in¨¦ditas y una notable nueva adquisici¨®n, un espectacular sarc¨®fago ptolemaico de madera, con abundantes inscripciones (entre ellas el nombre del difunto, Unnefer, y una invocaci¨®n a Osiris), que parece salido de Belphegor, el fantasma del Louvre. ¡°El sarc¨®fago, con tapa y cuba, ha llegado hace muy poco, un par de meses, y a¨²n est¨¢ en estudio¡±, ha explicado esta ma?ana con su acostumbrado entusiasmo egiptol¨®gico Jordi Clos, presidente de la fundaci¨®n. Clos ha se?alado que el arque¨®logo del museo y comisario de la nueva exposici¨®n Luis Manuel Gonz¨¢lvez ¡°duerme con la pieza¡±, a lo que este ha puntualizado bromeando que lo hace ¡°pero no dentro, que ser¨ªa peligroso¡±.
Clos, Gonz¨¢lvez y la directora del museo, Mari¨¤ngela Taul¨¦, han presentado las novedades del centro. Clos ha recordado que el museo funciona desde hace 24 a?os y tiene ¡°un n¨²mero de visitantes extraordinario para su tama?o, 250.000 al a?o, incluidos 30.000 ni?os que es lo que me hace m¨¢s feliz¡±. No obstante, ha continuado, los tiempos recomiendan incorporarse a la ¡°nueva filosof¨ªa muse¨ªstica¡± que se expresa, ha dicho, en lugares como el British Museum, y que exige ofrecer novedades de manera continuada en forma de exposiciones temporales para atraer visitantes. El Museo Egipcio, entonces, ha decidido crear un programa m¨¢s activo de esas exposiciones que se renovar¨¢n cada seis meses. Entre las seis exposiciones previstas para los pr¨®ximos tres a?os figuran temas como la relaci¨®n entre Egipto y Roma, la vida cotidiana o las cosas que hemos heredado de los egipcios a veces sin saberlo, como los contratos matrimoniales.
A esa posibilidad de rotaci¨®n obedece la divisi¨®n en dos de la sala s¨®tano, en la que la exposici¨®n sobre Osiris comparte espacio con la dedicada a Tutankam¨®n y el hallazgo de su tumba, que ha sido redise?ada para la nueva etapa (aunque a¨²n no hay referencias a las posibles c¨¢maras secretas en el sepulcro; sobre el particular, Taul¨¦ opina que bien podr¨ªa tratarse de espacios que quedaron inconclusos o partes de una tumba original que ser¨ªa la que se aprovech¨® para Tutankam¨®n y que habr¨ªa quedado aislada).
¡°Se trata de que el visitante pueda ver siempre algo distinto cuando vuelva¡±, ha reflexionado Clos, ¡°y que la novedad sirva de reclamo¡±. De la exposici¨®n de Osiris ha destacado que hay ¡°piezas de extraordinaria delicadeza¡± y sobre todo dos elementos tan impactantes como una gran escultura sa¨ªta de un personaje haciendo la ofrenda de una estatuilla de Osiris y el sarc¨®fago ptolemaico.
Taul¨¦ ha apuntado que las exposiciones contar¨¢n con un apoyo de conferencias y actividades diversas y que preparan el programa de un viaje de estudio a Egipto tras las huellas de Osiris.
Ya en el ¨¢mbito de la exposici¨®n, convenientemente sombr¨ªo y marcado por una gran reproducci¨®n de un mural del templo del dios en Abidos, Gonz¨¢lvez ha disertado profusamente sobre la mitolog¨ªa y la iconograf¨ªa de Osiris. Ha recordado que el dios lleg¨® a ser el m¨¢s importante para los egipcios pese a que inicialmente no era una divinidad preponderante. El secreto fue el mensaje que portaba de una eternidad al por mayor, no solo para los ricos y poderosos como en la era de las pir¨¢mides, sino al alcance de todos. ¡°Su ejemplo y sus misterios daban respuesta a las inquietudes sobre qu¨¦ sucede m¨¢s all¨¢ de la muerte, y proporcionaban esperanza¡±.
En los diferentes objetos expuestos pueden apreciarse los rasgos caracter¨ªsticos de Osiris: el aspecto momiforme (amortajado), los atributos como el cayado y el flagelo y las coronas hedjet y atef. Otro atributo (!), el pene, aparece en una curiosa estatuilla itif¨¢lica (en erecci¨®n) y se alude a su c¨¦lebre p¨¦rdida ¨Cel malvado Set descuartiz¨® a Osiris y escondi¨® las partes del cuerpo en diferentes lugares de Egipto- con una figura del pez oxirrinco que se trag¨® accidentalmente (?) el miembro, lo que, ha puntualizado Gonz¨¢lvez despertando especial inter¨¦s, no fue ¨®bice para que Osiris ayuntar¨¢ con su esposa Isis y de la uni¨®n naciera Horus, su vengador.
El arque¨®logo ha destacado tambi¨¦n un ladrillo ritual con la forma de Osiris en el que se hac¨ªa germinar vegetaci¨®n como un m¨¢gico tiesto y la secci¨®n de la exposici¨®n en la que se refieren algunas de las cosas m¨¢s misteriosas asociadas al culto del dios como el pilar Djed, que alude a su columna vertebral, o el fetiche de Abidos, que se veneraba en la ciudad y que era un relicario donde se guardaba la cabeza de la divinidad.
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