Hausson convierte al espectador en mago
El ilusionista deja el truco en manos del p¨²blico en 'Brain'
Brain, cerebro, as¨ª se llama el nuevo espect¨¢culo del mago Hausson que tiene una particularidad: toda la magia la debe hacer el p¨²blico. ¡°Al principio del espect¨¢culo hago dos n¨²meros para justificar el sueldo. El resto, todo lo hacen los espectadores¡±. O eso es lo que parece. Es el p¨²blico el que adivina las cartas, escoge el ¨²nico globo que puede elevarse, acierta mediante sumas esot¨¦ricas el n¨²mero del tel¨¦fono m¨®vil que sostiene otro espectador, en este caso, otro colega. Se llama Brain porque el mago ayuda a que se manifieste el poder¨ªo cerebral del espectador. La confianza de Hausson en la capacidad del p¨²blico para desarrollar de forma inmediata su lado m¨¢gico es absoluta porque deja que uno de ellos escoja entre cuatro taladros el ¨²nico que no funciona. El problema es que la prueba se har¨¢ intentando trepanar el cr¨¢neo del mago en excedencia. ¡°El mago es el primer sorprendido de lo que es capaz de hacer el p¨²blico¡±, dice Hausson. Y obviamente, al final, quien tiene que aplaudir es el mago convocante ¡°por el espect¨¢culo que me han ofrecido¡±
Una dificultad del espect¨¢culo es que pide constantemente la participaci¨®n del p¨²blico. ¡°Y el p¨²blico est¨¢ escarmentado porque algunos magos lo han usado para convertirlos en payasos de su espect¨¢culo. Hay reticencias a participar porque se ha abusado del p¨²blico como elemento del espect¨¢culo¡±. Hausson siempre le ha tenido un alto respeto.
Esta delegaci¨®n del efecto m¨¢gico en el espectador no es in¨¦dita. Otra cosa es convertirla en el argumento central del espect¨¢culo. Juan Tamariz hizo varias decenas de programas radiof¨®nicos en M-80 en los que dictaba los conjuros que el oyente deb¨ªa realizar con objetos propios. Si el oyente cumpl¨ªa exactamente con el rito que le propon¨ªa el mago desde la emisora... se produc¨ªa el efecto m¨¢gico. Tamariz lo llam¨® verbimagia. El propio David Copperfield, cuando visit¨® Barcelona, consegu¨ªa el momento m¨¢s po¨¦tico de su espect¨¢culo cuando abandonaba la gran maquinaria y propon¨ªa a los miles de asistentes en el Sant Jordi que manejaran y descartaran de determinada manera una peque?a baraja que hab¨ªan encontrado en su localidad. Al final, una gran mayor¨ªa, salvo los desobedientes, terminaba solamente con la carta de la Luna en sus manos. ¡°En estos casos, se trata de trasladar la responsabilidad al espectador. T¨² est¨¢s all¨ª ¨²nicamente para indicar lo que debe hacer¡±. En Brain, el auxilio del mago ha de ser m¨¢s potente. Hausson cita al p¨²blico en la sala peque?a de La Seca a partir del 30 de marzo. 50 personas para una magia de c¨¢mara.
Coincidiendo con esta propuesta, Hausson publicar¨¢ un libro ¨CGu¨ªa pr¨¢ctica del ilusionismo, Redbook Ediciones-. Hay una reflexi¨®n inicial sobre la concepci¨®n de un espect¨¢culo y luego 65 juegos con una explicaci¨®n comprensible de su rutina para que el lector, de nuevo, pueda hacer magia con cartas, monedas, pa?uelos, gomas y otros utensilios dom¨¦sticos.
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