La gran iconograf¨ªa de Barcelona
La Virreina expone un millar de im¨¢genes de la evoluci¨®n urban¨ªstica y social de la ciudad
La transformaci¨®n urban¨ªstica que Barcelona empez¨® a mediados de siglo XIX y que arranca el 1860 con la aprobaci¨®n de Pla Cerd¨¤ coincide plenamente con el inicio y el desarrollo de una nueva tecnolog¨ªa que cambi¨® toda una ¨¦poca: la fotograf¨ªa. Desde aquel momento hasta hoy, la ciudad no ha dejado de crecer y transformarse, sobre todo a partir de grandes exposiciones internacionales, Juegos Ol¨ªmpicos o celebraciones de nuevo cu?o como el F¨°rum de les Cultures, que han servido para emprender profundas y costosas reformas urbanas. Todas estas transformaciones han quedado fielmente documentadas en im¨¢genes, de tal manera que podemos revisar la historia de la fotograf¨ªa a partir de la misma historia de la ciudad.
Barcelona. La metr¨®poli a la era de la fotograf¨ªa, 1860-2004, la magna exposici¨®n comisariada por el te¨®rico y fot¨®grafo Jorge Ribalta que hoy abre las puertas a La Virreina Centre de la Imatge de Barcelona, re¨²ne m¨¢s de un millar de im¨¢genes, en todos tipos de soportes, desde los primigenios daguerrotipos, colodiones y alb¨²minas que capturaron las primeras instant¨¢neas de la ciudad, hasta las im¨¢genes de la era de internet previa al nacimiento de las redes sociales, en el que es, sin duda, la m¨¢s completa historia de la iconograf¨ªa de la ciudad. Unas im¨¢genes que provienen de 58 prestamistas, 38 instituciones y 20 coleccionistas particulares, nacionales e internacionales. Del millar de instant¨¢neas, Jorge Ribalta elige y comenta diez para Quadern.
Para Jorge Ribalta, no hay duda de que la fotograf¨ªa surge como un instrumento ideol¨®gico utilizado por las clases y estamentos dirigentes: ¡°La era de la fotograf¨ªa es la de la propaganda, la del uso persuasivo y disciplinario de la imagen reproducible en la gesti¨®n pol¨ªtica¡±. En el caso de Barcelona, las primeras im¨¢genes obedecen a encargos institucionales. A la vez, ¡°las im¨¢genes se convierten, de forma progresiva, en un espacio m¨¢s de las luchas de la ciudad que hablan de los procesos de emancipaci¨®n y progreso de las clases populares. Porque la historia de la fotograf¨ªa es tambi¨¦n la historia de su democratizaci¨®n; algo que, sin embargo, tardar¨¢ casi un siglo en conseguirse, como la exposici¨®n permite ver¡±. Para dominar tan vasta documentaci¨®n, Ribalta ha trazado una periodizaci¨®n de seis momentos para intentar identificar e interpretar este proceso.
1860-1888. DEL PLAN CERD? A LA EXPOSICI?N UNIVERSAL
La construcci¨®n del Eixample, el crecimiento de la ciudad y la conquista de su territorio, solo fueron posibles tras derribar las murallas que oprim¨ªan Barcelona. ¡°La imagen del fot¨®grafo franc¨¦s conocido como Franck realizada alrededor de 1855 con la muralla en plena demolici¨®n es una de las m¨¢s ic¨®nicas de este periodo. Me gusta porque deja claro lo que vendr¨¢ despu¨¦s y refleja una manera de pensar, la ideolog¨ªa de un momento. Se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia y explica el paso anterior al nacimiento del Eixample. Las im¨¢genes de los edificios son m¨¢s tard¨ªas, de los setenta¡±, relata el comisario sobre su primera elecci¨®n (1).
Esta revoluci¨®n urbana, que se aprob¨® en 1860, es contempor¨¢nea con la revoluci¨®n tecnol¨®gica que representa la fotograf¨ªa. En 1951, los daguerrotipos fueron sustituidos por una nueva t¨¦cnica fotogr¨¢fica combinada de los colodios h¨²medos y positivado en alb¨²mina. La mayor¨ªa de las im¨¢genes se utilizan para ¡°patrimonializar lo antiguo y legitimar lo nuevo¡±. Los primeros repertorios de vistas de Barcelona son de 1950; encargos municipales o relacionados con viajes, como el de la reina Isabel II a la ciudad, realizados por extranjeros como Charles Clifford, Jean Laurent o Robert Napper, que viaj¨® por Espa?a entre 1861 y 1864. Entre los ¨¢lbumes m¨¢s famosos destaca Bellezas de Barcelona, creado en 1874 por Joan Mart¨ª. Tambi¨¦n puede verse el de F. J. ?lvarez que document¨®, por primera vez, la arquitectura del Eixample. No ser¨¢ hasta la celebraci¨®n de la Exposici¨®n Internacional de 1888 cuando surjan ¨¢lbumes de autores locales como Pau Audouard o Antoni Esplugues.
La celebraci¨®n de la Exposici¨®n de 1888 comport¨® el urbanismo del Parc de la Ciutadella, los alrededores del Pla de Palau, la Pla?a de Catalunya y las Ramblas y se construyeron edificios tan singulares como el Monumento a Col¨®n (2). De autor desconocido, la imagen es de 1888 y muestra la estructura met¨¢lica (tan alta como un edificio de 23 pisos) que levant¨® el ingeniero Joan Torras, que se ve¨ªa desde toda la ciudad. ¡°Es una manera de reflejar la desmonumentalizaci¨®n del monumento, y vuelve a mostrar la creaci¨®n de una manera de pensar y de c¨®mo quieres que te vean los dem¨¢s¡±.
1888-1929. ENTRE DOS EXPOSICIONES
La gran Barcelona del primer tercio del siglo XX tiene en la Exposici¨®n Internacional de 1929 su gran catalizador. ¡°La idea de homologar la ciudad con grandes capitales europeas como Par¨ªs, Viena o Berl¨ªn llev¨® a la Lliga Regionalista y a Josep Puig i Cadafalch a partir de 1901 a iniciar un proceso de modernizaci¨®n para convertir Barcelona en una ¡°nou Par¨ªs del Sud¡±. El Modernismo, que busc¨® una arquitectura nacional catalana, a trav¨¦s de la combinaci¨®n de ret¨®ricas historicistas neomedievales y t¨¦cnicas modernas m¨¢s recientes, domin¨® el cambio del siglo y acab¨® consolidando la trama del Eixample y la centralidad del Passeig de Gr¨¤cia como v¨ªa burguesa por excelencia. Gaud¨ª, Dom¨¨nech i Montaner i Puig i Cadafalch trabajan all¨ª y el pionero del fotoperiodismo barcelon¨¦s Adolf Mas lo documenta con sus im¨¢genes. La primera gran operaci¨®n urban¨ªstica del siglo XX fue la apertura de la V¨ªa Laietana que un¨ªa Eixample y el puerto; una operaci¨®n que dio pie a una ingente documentaci¨®n fotogr¨¢fica con la funci¨®n de recoger las calles y los habitantes condenados a desaparecer. Josep Brangul¨ª, Narc¨ªs Cuy¨¤s, Miquel Matarrodona, Carles Passos, Joan Fradera y Adolf Mas, fueron algunos de los fot¨®grafos que trataron el tema en sus trabajos y ¡°constituyeron uno de los testimonios visuales m¨¢s interesantes de la ciudad hist¨®rica¡±, remarca Ribalta.
Esta compleja operaci¨®n fue paralela al proceso de reinvenci¨®n del barrio G¨®tico, la catedral y sus alrededores, que pas¨® a tener un aspecto mucho m¨¢s medieval tras un proceso de reconstrucci¨®n historicista aprovechando elementos arquitect¨®nicos antiguos de derribos. ¡°La innovaci¨®n arquitect¨®nica coincidi¨® pues con la reinvenci¨®n del pasado y la remonumentaci¨®n de la historia local¡±. La otra gran operaci¨®n urban¨ªstica del periodo se vivi¨® en Montju?c desde 1915: la creaci¨®n de un gran parque para acoger la Exposici¨®n Internacional de 1929. Es el momento de la eclosi¨®n de los medios de masas y la publicidad moderna. La exposici¨®n expresaba la nueva cultura visual urbana a trav¨¦s de la celebraci¨®n de las posibilidades nocturnas del agua y la electricidad. La Pla?a de Espanya y la Gran V¨ªa se convierten en la nueva centralidad. La reforma de la monta?a fue seguida desde el primer momento por fot¨®grafos como Josep Brangul¨ª, Lucien Roisin, Emilio Godes, Carlos P¨¦rez de Rozas o Alexandre Merletti.
En 1888 Kodak comienza a fabricar c¨¢maras y pel¨ªculas aptas para el uso no especializado. Comienza el uso de las tarjetas postales fotogr¨¢ficas y se editan las primeras revistas y libros con fotograf¨ªas. En 1903 reaparece La Illustraci¨® Catalana como espacio para el emergente fotoperiodismo. Despu¨¦s vendr¨ªan Cu-cut!, L¡¯Esquella de la Torratxa o Mundo Gr¨¢fico.
Durante la Semana Tr¨¢gica de 1909 las im¨¢genes macabras de momias expuestas al p¨²blico y conventos incendiados ¡°se convierten en precursoras del sensacionalismo period¨ªstico¡±. Tambi¨¦n ¡°expresan los antagonismos pol¨ªticos y de clase de comienzos de siglo: el miedo que las clases dominantes ten¨ªan a las emergente movimiento obrero¡±. Para Ribalta, la prensa, mayoritariamente en manos de la burgues¨ªa, fue el veh¨ªculo para propagar una imagen criminalizada de las clases populares.
Las imagen seleccionada por Ribalta en esta ocasi¨®n (3) es la de un gran desconocido: ¡°Sebasti¨¤ Jordi Vidal es el gran fot¨®grafo de 1929. Es una joya y una maravilla. Realiz¨® las mejores fotograf¨ªas del acontecimiento. Se conservan dos ¨¢lbumes en el Arxiu Fotogr¨¢fic y copias en Fira de Barcelona; pero no sabemos nada de ¨¦l¡±, insiste. ¡°sus fotograf¨ªas tienen un elemento ideol¨®gico importante, relacionado con el espect¨¢culo urbano y la segunda revoluci¨®n industrial que es la electricidad y los espect¨¢culos nocturnos de luz y agua. Una idea recurrente relacionada con la idea de ciudad futurista y so?ada que comienza ahora y que se prolonga en el tiempo¡±.
1930-1939. DE LA REP?BLICA A LA GUERRA CIVIL
La proclamaci¨®n de la Rep¨²blica en 1931 es el momento ¨¢lgido por excelencia del periodo moderno, marcado por el urbanismo progresista del Plan Maci¨¤ del GATCPAC creado para resolver los d¨¦ficits de vivienda, servicios y transportes de una urbe que acababa de conseguir el mill¨®n de habitantes. La soluci¨®n era el esponjamiento y el cambio de escala de la ciudad, con una mayor relaci¨®n entre ¨¢reas construidas y zonas verdes.
A comienzos de los a?os treinta la nueva Via Laietana ya era visible y su arquitectura fue protagonista de im¨¢genes como las de Gabriel Casas para la ef¨ªmera revista Imatges. ?l y Pere Catal¨¤ Pic, Joaquim Pla, Antoni Arissa, fueron de los principales autores modernos que introdujeron las nueva po¨¦ticas instant¨¢neas a las revistas ilustradas: picados, grafismo de la imagen y fotomotajes y difundieron las nuevas teor¨ªas de la publicidad. En este contexto, Ribalta destaca (4) el collage de Pere Catal¨¤ Pic de 1935; un fotomontaje sobre el Barrio G¨®tic para la sociedad de Atracci¨®n de Forasteros de Barcelona. ¡°La creaci¨®n de un falso centro hist¨®rico nace dentro de una l¨®gica de reconstruir un pasado medieval del catalanismo hegem¨®nico de esta ¨¦poca. El collage sintetiza muy bien la idea y potencia la sensaci¨®n de collage real que fue la operaci¨®n de reinventarse esta zona de la ciudad¡±.
La guerra civil cambi¨® el panorama por completo. Las primeras im¨¢genes del conflicto fueron las de los ciudadanos auto organizados y en armas contra el alzamiento. Agusti Centelles se convirti¨® en la imagen del fotorreportero moderno, pionero en el uso de la c¨¢mara de 35 mm. y sus im¨¢genes de los enfrentamientos en medio de la ciudad tuvieron un gran impacto. ¡°La guerra espa?ola constituye el ¨²ltimo episodio en la producci¨®n de una iconograf¨ªa proletaria en los a?os treinta. En Barcelona, la iconograf¨ªa ¨¦pica del Front Popular se transmuta en una imagen de derrota y muerte del proletariado¡±. La fotograf¨ªa (5) del bombardeo del 17 de marzo de 1938 por la aviaci¨®n italiana es para Ribalta ¡°una reactivaci¨®n de la imagen de dominio y destrucci¨®n contra toda la iconograf¨ªa del Frente Popular. Es una imagen clave de la muerte de las clases populares qu viven en la ciudad¡±.
1940-1970. LA DICTADURA DE FRANCO
La etapa franquista de la ciudad se asocia, sobre todo, al mandato de Jose Maria de Porcioles (1957-1973), momento ¨¢lgido de transformaciones urban¨ªsticas caracterizadas por un crecimiento ca¨®tico de Barcelona. Los planes estatales de desarrollo pusieron las bases para la proliferaci¨®n de pol¨ªgonos, ciudades dormitorios y barrios de bloques para acoger a los migrantes del campo a la ciudad. Los d¨¦ficits de equipamientos, servicios b¨¢sicos o transportes, no eran motivo para que los nuevos pol¨ªgonos se llenaran. En este contexto se celebra en 1953 el XXXV Congreso Eucar¨ªstico en Barcelona, el primer acontecimiento internacional posterior al conflicto b¨¦lico, junto a los Juegos del Mediterr¨¢neo de 1955, que pretend¨ªan dar una imagen de aperturismo y terminar con la imagen de Barcelona como ciudad ¡°roja¡±. El primero posibilit¨® la urbanizaci¨®n de la Diagonal y la creaci¨®n de nuevos pol¨ªgonos de vivienda social. ¡°La fantas¨ªa nocturna del altar de la Diagonal del Congreso, bajo el signo de la cruz simboliza el nacional catolicismo. Es el fantasma del icono de la modernizaci¨®n de Estado en un r¨¦gimen donde no hay democracia¡±, explica sobre la fotograf¨ªa del altar de Pio XII (6) seleccionada para este momento.
El humanismo cristiano tambi¨¦n se col¨® en la cultura fotogr¨¢fica del momento, con una presentaci¨®n pac¨ªfica de las nuevas clases populares urbanas. En Barcelona, la nueva fotograf¨ªa de vanguardia se sit¨²a entre los a?os 1957 y 1964 y comienza con la exposici¨®n de Ricard Terr¨¦, Xavier Miserachs y Ramon Massats y la inauguraci¨®n de la sala Aixel¨¤ y termina con la publicaci¨®n del libro de Miserachs Barcelona blanc i negre. Ribalta la adelanta hasta 1954 con la publicaci¨®n del libro Barcelona de Francesc Catal¨¤-Roca, que mostraba por primera vez el cambio y la arquitectura moderna de la ciudad y las periferias. En 1964 apareci¨® la segunda edici¨®n de la Gu¨ªa de Barcelona, de Carlos Soldevilla con im¨¢genes de Eugeni Forcano que hab¨ªa comenzado a publicar portadas en la revista Destino, la m¨¢s popular durante la dictadura junto con Gaceta Ilustrada. ¡°Es la edad de oro de los fotolibros; unas publicaciones que han tenido el mayor impacto sobre el imaginario moderno de esta ciudad¡±, seg¨²n Ribalta. ¡°Uno de los pol¨ªgonos m¨¢s lujosos de la ¨¦poca fue el de Montbau, que fotografi¨® en 1969 Oriol Maspons (7). Es la estrella de una pol¨ªtica de integraci¨®n de las clases populares en el capitalismo y muestra un discurso conciliador y paternalista. El problema no son los pol¨ªgonos, sino la falta de una f¨®rmula urbana que los acompa?e. Esa ser¨¢ la lucha de los a?os setenta de las clases sociales¡±.
1970-1992. RECONSTRUCCI?N DE LA CIUDAD
El quinto momento planteado por el comisario describe el nacimiento del nuevo estilo documental a finales de los a?os setenta y principios de los ochenta en relaci¨®n con la recuperaci¨®n de la ciudad y de las instituciones democr¨¢ticas. La designaci¨®n en octubre de 1986 de Barcelona como sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992 sirvi¨® de catalizador urban¨ªstico de primer orden y volvi¨® a transformar la ciudad que viv¨ªa un nuevo periodo democr¨¢tico desde 1979. Durante el periodo surgen una generaci¨®n de arquitectos y urbanistas formados en las luchas antifranquistas que pusieron en pr¨¢ctica un urbanismo renovador en un contexto de grandes d¨¦ficits. Oriol Bohigas fue uno de los protagonistas de este ideario que defendi¨® la recuperaci¨®n del centro y la valoraci¨®n de la periferia. El urbanismo socialdem¨®crata no se entiende sin la participaci¨®n de los movimientos vecinales a partir de finales de los setenta, curtidos en la lucha por los equipamientos y los servicios que se les hab¨ªa negado durante la ¨¦poca anterior. Es el momento de la ¡°prensa pobre¡±, donde se publican cerca de 50 publicaciones vecinales, algunas de gran calidad. El Centro Internacional de Fotogr¨¢fica de Barcelona y los trabajos de Manolo Laguillo identificaban la nueva topograf¨ªa urbana de lugares vac¨ªos, obsoletos o en transformaci¨®n donde la ciudad hab¨ªa pasado de largo. ¡°En este sentido la imagen de Joan Guerrero, imagen de la exposici¨®n, muestra por primera como la periferia y las clases populares aparecen en la foto como protagonistas activos. A partir de ahora, se replantean las relaciones de poder y se acaba con el monopolio de las fotos oficiales y oficialistas. Son los vecinos los que conquistan la ciudad y la ciudad se puede ver desde la periferia" (8).
Es en la d¨¦cada de los ochenta cuando desde el Ayuntamiento se lanzan masivas campa?as propagand¨ªsticas de mejora de la imagen p¨²blica de la ciudad, sobre todo tras obtener la realizaci¨®n de los juegos en la que hab¨ªa que generar un amplio consenso sobre las operaciones urban¨ªsticas que se realizaban en zonas de la ciudad como Montju?c, Vila Ol¨ªmpica, Vall d'Hebr¨®n y Diagonal. ¡°Uno de los fot¨®grafos que refleja la ciudad de este periodo fue Manel Esclusa. Especialista en fotograf¨ªa nocturna y largas exposiciones que en 1987 realiz¨® Barcelona, ciutat imaginada, un recorrido por los nuevos lugares preol¨ªmpicos de una ciudad que era reconocida internacionalmente por su nuevo urbanismo. La ciudad de sus fotograf¨ªas se mueve entre el sue?o y la vigilia y recuerdan la iconograf¨ªa de los espect¨¢culos nocturnos de las exposiciones de 1888 y 1992¡± (9).
1992-2004. URBANALITZACI?
El sexto y ¨²ltimo momento recoge el paso de la Barcelona socialdemocr¨¢tica, del ¡°modelo Barcelona¡± a la era tecnocr¨¢tico-neoliberal. Tras el ¨¦xito del modelo y de la marca, de la irrupci¨®n del turismo de masas que ha acabado siendo el gran valedor econ¨®mico de la ciudad. La segunda mitad de la d¨¦cada de los noventa el foco se coloc¨® con la promoci¨®n y propaganda institucional de nuevo gran acontecimiento a organizar: el F¨®rum de las Culturas de 2004. En estas campa?as, explica Ribalta, Barcelona aparece de forma id¨ªlica, tanto urban¨ªstica, como socialmente. Esta propaganda tuvo una amplia respuesta social en los movimientos anticapitalistas, sobre todo cuando la ciudad fue declarada sede para acoger de la Conferencia Anual sobre Econom¨ªa del Desarrollo del Banco Mundial y durante la enorme protesta contra la Guerra de Irak de 2003.
Urban¨ªsticamente el patrimonio industrial de Poblenou aglutin¨® la mayor operaci¨®n y preocupaci¨®n por parte de los movimientos ciudadanos, sobre todo en lo relativo a Can Ricart, salvado in extremis. En la otra punta de la ciudad la reforma interior del Raval y, sobre todo, la apertura de la Rambla del Raval, fue la intervenci¨®n m¨¢s determinante a favor de la transformaci¨®n social de la zona. ¡°La operaci¨®n del F¨®rum no gener¨® el mismo consenso que la de los Juegos. Fue un fracaso y, de hecho, sigue siendo una zona no integrada en la ciudad, porque no se tuvieron en cuenta los valores de la ciudad inclusiva y el urbanismo de los ochenta que tanto reconocimiento internacional le dieron a la ciudad¡±, comenta Ribalta, que utiliza el t¨¦rmino Urbanalitzaci¨® acu?ado por el ge¨®grafo Francesc Mu?oz para aludir a la urbanizaci¨®n de baja densidad. Para el comisario, la ¨²ltima imagen seleccionada (10) es una de Jordi Secall i Pons sobre el grupo de personas de los movimientos antiglobalizaci¨®n que viajaron en barca a la zona del F¨®rum y plantaron una bandera pirata para denunciar la especulaci¨®n. ¡°Barcelona defend¨ªa un modelo de crecimiento urbano que olvid¨® la mejora de las clases populares. Es una imagen premonitoria de lo que iba pasar. Los movimientos sociales ten¨ªan raz¨®n y diez a?os m¨¢s tarde tomaron el poder. El acto de protesta de 2004 anunci¨® el gobierno actual de la ciudad¡±.
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