El clasicismo contempor¨¢neo baja al s¨®tano del jazz
Carles Santos e In¨¦s Borr¨¤s llenan Jamboree de sonoridades poco habituales
Jamboree fue el primer club de jazz de Espa?a y sigue siendo un club de jazz. Eso s¨ª, de miras amplias y abiertas. Su escenario no le hace ascos a ning¨²n tipo de m¨²sica que vaya m¨¢s all¨¢ del puro usar y tirar de las radiof¨®rmulas. En su ¨²ltima apertura han cabido tanto Bach como Satie o Schubert y el resultado ha colmado todas las expectativas.
El experimento, por llamarlo de alguna manera porque en realidad no lo fue, lleg¨® de la mano del incombustible Carles Santos acompa?ado esta vez por la tambi¨¦n pianista In¨¦s Borr¨¤s. Y el s¨®tano de la plaza Reial se llen¨® y en sus oscuras y abovedadas paredes de piedra rebotaron sonoridades poco habituales para un local de estas caracter¨ªsticas. Y, aunque pueda romper alg¨²n que otro esquema mental, a Schubert e incluso m¨¢s a Satie les sienta que ni pintado ese ambiente subterr¨¢neo, con algo de cueva prehist¨®rica, alejado de la pompa de las salas de concierto al uso. Con las formas m¨¢s relajadas y una cerveza en la mano un tema tan contundente como la Fantasia Op. 103 de Schubert suena todav¨ªa m¨¢s expansiva y un tanto desasosegadora. Y los gui?os en forma de pera de Satie son a¨²n m¨¢s p¨ªcaros y descarados.
Adem¨¢s esa noche Santos recuperaba una faceta en la que no se prodiga demasiado, la de int¨¦rprete. Al concluir el de Vinaro? se mostraba feliz: "Para m¨ª no es un problema retornar a los cl¨¢sicos", explicaba. "En el aspecto t¨¦cnico siempre me mantengo en forma y, adem¨¢s, ?es que son tan buenos!".
4 manos y 2 sexos
La velada a cuatro manos (o como figuraba en el programa "4 mans/20 dits/4 ulls/2 nassos/4 orelles/2 boques/2 melics/2 culs/2 sexes diferents, en aquest cas/4 peus/20 dits (de peu)/2 cervells crus", hab¨ªa comenzado desmitificando a Bach de la mano de Gy?rgy Kurt¨¢g y del propio Santos con una interpretaci¨®n casi fallera pero fiel a la partitura del maestro alem¨¢n. Siguieron obras propias de los dos int¨¦rpretes antes de abordar esa recta final marcada por Satie y Schubert.
"Con los tiempos que corren, hay que reinventar y buscar f¨®rmulas nuevas", afirmaba Santos. Esta es una de ellas: una velada diferente pero de las que apetece repetir.
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