Un a?o para depurar el callejero franquista y dise?ar un museo de la memoria

¡°Es una patata muy caliente¡±, admite Paca Sauquillo, que acaba de aceptar el encargo de la alcaldesa, Manuela Carmena (Ahora Madrid), y del PSOE ¡ªcon quien fue diputada auton¨®mica y senadora¡ª para encabezar la comisi¨®n de la Memoria Hist¨®rica que debe eliminar los vestigios franquistas y depurar el callejero de v¨ªnculos con la dictadura.

¡°Una cosa es la historia, que es objetiva o se puede intentar que lo sea, y otra es la memoria, que es subjetiva, cada uno tiene la suya¡±, a?ade en conversaci¨®n con EL PA?S. ¡°Intentar hacerlo en concordia ser¨¢ complejo, pero tiene que haber acuerdo de todos los partidos pol¨ªticos para cerrar un conflicto sin iniciar otro¡±, a?ade.

Dirigir¨¢ una comisi¨®n, presidida de forma simb¨®lica por Carmena, que contar¨¢ con seis miembros m¨¢s. ¡°Tienen que elegirse por consenso, ser¨¢n especialistas, historiadores, cronistas, archivistas, etc¨¦tera. Todos tenemos nuestra ideolog¨ªa, pero qui¨¦n est¨¦ en la comisi¨®n debe ser por sus conocimientos y no sus planteamientos pol¨ªticos. Eso s¨ª, tiene que ser lo m¨¢s plural posible en cuanto a tendencias, sin ser sectarios sino objetivos¡±, afirma Sauquillo.

Su intenci¨®n es concluir los trabajos, o al menos la primera fase, en el plazo de un a?o. ¡°Es un asunto del que no podemos estar hablando toda la vida, hay que cerrar un cap¨ªtulo¡±, opina. Esa primera fase consistir¨¢ en eliminar del callejero todas las referencias que ¡°puedan resultar agresivas para la memoria de mucha gente¡±, y sustituirlas por referencias ¡°positivas¡±. En ese sentido, quiere hacer especial hincapi¨¦ en las mujeres, ¡°que durante d¨¦cadas fueron invisibilizadas¡±. En el proceso, recuerda adem¨¢s, hay que tener en cuenta a los vecinos, ¡°porque cambiar de nombre una calle les afecta¡±, pero tambi¨¦n ¡°a la familia de quienes se saquen del callejero¡±. Aunque puntualiza: ¡°Hay que actuar lo m¨¢s pronto posible, no se puede dar m¨¢s vueltas¡±.

Recuperar a los olvidados

M¨¢s complicado resultar¨¢ actuar sobre los monumentos ligados a la dictadura. En parte, porque el Ayuntamiento deber¨¢ desarrollar antes un marco normativo que ¡°garantice la viabilidad t¨¦cnica y la seguridad jur¨ªdica¡± de estas actuaciones, como record¨® el gobierno municipal tras los contratiempos de febrero. Adem¨¢s, deber¨¢ contar con el visto bueno de la Comisi¨®n Local de Patrimonio Hist¨®rico (controlada por el Gobierno regional) porque algunos vestigios, pese a sus ra¨ªces franquistas, est¨¢n protegidos.

?Habr¨ªa que retirarlos pues de las calles? No necesariamente. Otra opci¨®n, apunta Sauquillo, es ¡°poner otra cosa a su lado¡±. ¡°No se pueden negar porque realmente existieron, pero no pueden predominar sobre los olvidados¡±, explica. As¨ª, una soluci¨®n alternativa pasar¨ªa por reinterpretarlos para que cualquiera que los vea ahora entienda su historia, sus antecedentes, sus circunstancias.

Se trata, resume Sauquillo, de ¡°trabajar en positivo y no en negativo¡±. ?Y si al final se retiran d¨®nde acabar¨¢n? Una de las propuestas que llevar¨¢ a la comisi¨®n ser¨¢ la creaci¨®n de un museo, de un centro de interpretaci¨®n de la memoria reciente de la ciudad, que recorra los a?os de la dictadura desde un marco lo m¨¢s amplio posible (incluyendo, por ejemplo, las migraciones internas que provocaron la creaci¨®n de poblados chabolistas como El Pozo del T¨ªo Raimundo, donde ella trabaj¨® en su juventud y a¨²n lo hace).

Placa en la Puerta del Sol

Y, en las calles, aboga por colocar placas o formas alternativas de recordar a los ciudadanos su historia, por qu¨¦ est¨¢ lo que est¨¢, y qu¨¦ es lo que falta. Aporta como ejemplo la placa que se acord¨® colocar en la antigua sede de la Direcci¨®n General de Seguridad, actual sede del Gobierno regional en la Puerta del Sol.

¡°Estamos jugando con sentimientos y memoria, y la gente se pone muy nerviosa, pero se est¨¢n haciendo ya muchas cosas positivas¡±, a?ade. Su deseo es que la siguiente generaci¨®n (Sauquillo, madrile?a, de padres y abuelos madrile?os, tiene 75 a?os), la generaci¨®n de sus nietos, conozca una historia que termina en la democracia ¡°y puedan continuarla¡±.